La exposición a la luz solar aumenta con la llegada de la época estival. Esta puede brindar numerosos beneficios a nuestra salud física y mental.
Se aproxima la época estival y con ella la energía del entorno parece cambiar profundamente. La oscuridad del invierno deja paso a un clima más agradable y luminoso, que nos lleva a sentirnos más enérgicos y optimistas.
Con el inicio del buen tiempo todos empezamos a hacer más planes en el exterior, que van desde hacer ejercicio hasta tomar algo en una terraza. Como te podrás imaginar, este cambio ejerce un efecto más que positivo en la salud de las personas.
Lo que quizá no sepas es de qué forma específica la luz del sol nos beneficia y por qué. Por eso, en este artículo nos centraremos en aclarar dicha cuestión.
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La importancia del sol
En la antigüedad, nuestros antepasados ya eran conscientes de la importancia del sol para la vida. De hecho, este llegó a ser considerado todo un dios al que era necesario venerar. Aunque hoy ya no realizamos rituales en su honor, la importancia que la energía solar tiene para nuestra existencia sigue siendo la misma.
El sol es la principal estrella del Sistema Solar. Gracias al sol existe la vida vegetal y animal en nuestro planeta. Es por su presencia que obtenemos luz y calor, sin los cuales posiblemente no estaríamos aquí hoy.
La energía que desprende esta importante estrella es la que permite que los animales y las plantas regulen su temperatura, así como que puedan suceder determinadas reacciones químicas en los organismos, como la fotosíntesis.
En el caso particular de los seres humanos existe la capacidad de regular la temperatura corporal a través del metabolismo, de forma que no hay una dependencia absoluta de la energía emitida por el sol. Sin embargo, esto no impide que su presencia influya mucho en cómo funcionan el cuerpo y la mente.
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Efectos beneficiosos del aumento de horas de luz solar
A continuación, vamos a comentar algunos de los beneficios más importantes que podemos lograr al aumentar nuestras horas de luz solar con la llegada del buen tiempo.
1. Fortalecimiento del sistema inmune
Debes saber que la luz solar es clave para que nuestro organismo logre sintetizar vitamina D. Esta vitamina favorece el funcionamiento de nuestro sistema inmune, lo que nos ayuda a estar protegidos frente a enfermedades de todo tipo. Entre ellas, se conoce que reduce la propensión a desarrollar distintos tipos de cáncer.
2. Reducción de los niveles de estrés
¿Te sientes más relajado cuando llega el buen tiempo? No es casualidad. Cuando pasamos tiempo en el exterior expuestos a la luz solar, nuestro organismo tiende a ajustar sus niveles de melatonina, una hormona que reduce nuestra respuesta de estrés. A esto también se debe añadir el hecho de que en el exterior solemos realizar actividades agradables que implican el contacto con la naturaleza y la socialización, las cuales también nos ayudan a desconectar y lograr un estado de calma.
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3. Mejora del estado de ánimo
Cuando nos exponemos a la luz solar nuestro organismo ve aumentados sus niveles de serotonina. Este neurotransmisor contribuye a un mejor estado de ánimo, por lo que las personas que más se exponen a la luz del sol pueden ser menos vulnerables a sufrir algún trastorno emocional. Esto también explica por qué durante la época invernal solemos estar más apáticos, ya que bajan las temperaturas y hay menos horas de luz.
4. Aumento de la concentración y el rendimiento
Cuando sale el sol nos encontramos más despiertos y esto nos ayuda a mantener una mejor concentración. Por tanto, un mayor número de horas de luz puede repercutir positivamente en el rendimiento que tenemos en nuestros estudios o trabajo.
5. Fortalecimiento de los huesos
Como ya comentamos, el sol favorece la síntesis de vitamina D en el organismo. A su vez, la vitamina D nos ayuda a asimilar mejor el calcio que consumimos. Por eso, aumentar las horas de luz a las que nos exponemos puede ser clave para mantener una salud ósea óptima.
6. Cicatrización de heridas
Si has sufrido alguna herida superficial últimamente, debes saber que la luz solar es una gran aliada para su proceso de cicatrización. Gracias a ella, es posible la eliminación de ciertos microorganismos y acelerar dicho proceso. Esto es particularmente interesante para aquellas personas que padecen enfermedades dermatológicas como la psoriasis o la dermatitis. Parece que un pequeño lapso de diez minutos de luz solar al día son suficientes para aumentar la cicatrización de las lesiones de la piel. La luz solar puede incluso favorecer la prevención del temido acné, ayudando además a mantenerlo bajo control en los pacientes que ya lo están sufriendo.
7. Bajada de la presión arterial
La luz solar también es una excelente aliada para las personas que padecen hipertensión. Esto se debe a que la exposición al sol fomenta la dilatación de los vasos sanguíneos, evitando así la cantidad de sangre concentrada.
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Exposición al sol sí, pero con moderación
Como hemos visto, la exposición a la luz solar puede ofrecernos muchos beneficios para la salud física y mental. Sin embargo, no podemos ignorar el hecho de que el sol también puede constituir un peligro si no tomamos medidas de precaución al exponernos a su luz y calor.
Es clave limitar el tiempo que pasamos expuestos, ya que abusar del sol puede dañar nuestra piel y ocasionar enfermedades dermatológicas, algunas de ellas graves, como por ejemplo los melanomas. Lo ideal es que la exposición nunca sea directa y que siempre se emplee protección solar. Además, es importante mantenernos hidratados en todo momento.
Tomando estas medidas sencillas es posible sacar el mejor partido de la luz solar, haciendo que la exposición a ella sea una ventaja para la salud y no un riesgo.
