Los cuidados a personas mayores, enfermas o dependientes deben estar garantizados en cualquier sociedad moderna que se precie de velar por los intereses y la integridad de sus ciudadanos.
Ahora bien, aplicar estas medidas requiere de considerar algunas características de tipo físico y psicológico vinculadas a estos trabajos de apoyo a la gente vulnerable. Por ello, en este artículo explicaré los principales efectos del síndrome del cuidador quemado.
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¿Qué es el síndrome del cuidador quemado?
Las personas que tienen se dedican a ofrecer cuidados socio-sanitarios a modo de profesión suelen ser profesionales entregados que ponen diariamente todo su empeño en hacer el mejor trabajo posible con las personas que les necesitan.
En España, el ofrecimiento de este tipo de cuidados es una labor generalmente vocacional que genera una gran satisfacción en las personas que se vuelcan en cuerpo y alma al cuidado de otros.
No obstante, este tipo de trabajo destinado a ayudar a otras personas puede ocasionar algunas veces determinados problemas, tanto a nivel de salud física como mental. El más conocido de estos problemas o trastornos psicológicos es el síndrome del cuidador quemado, una alteración que afecta a miles de personas diariamente en nuestro país.
Podemos definir este síndrome como un conjunto de síntomas que afectan a personas que se dedican de manera intensa al cuidado de otros y que debido a la falta de descanso en su empeño acaban desarrollando trastornos de ansiedad, estrés, depresión, problemas musculares y todo tipo de alteraciones psicológicas y psicosomáticas.
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¿Cuáles son los efectos físicos y mentales del síndrome del cuidador quemado?
Son muchos los trastornos psicólogos que pueden aparecer en las personas que desarrollan un síndrome del cuidador quemado, entre los más habituales podemos destacar los casos de ansiedad mantenida, el insomnio, y la imposibilidad para regular las explosiones de ira.
Estos síntomas suelen aparecer de manera progresiva en la salud mental de la persona, cuanto más tiempo desarrolla este síndrome y pueden empeorar si no son tratados cuanto antes por un profesional de la psicología cualificado.
Veamos cuáles son los efectos más comunes e importantes del síndrome del cuidador quemado.
1. Cansancio exacerbado
El cansancio, la fatiga permanente y los dolores musculares o de cualquier otro tipo son algunos de los síntomas físicos que pueden desarrollarse con un síndrome del cuidador quemado.
Estos generalmente cursan de manera conjunta con los síntomas psicológicos, y en muchas ocasiones son originados por el malestar psicológico que experimenta la persona diariamente.
2. Problemas para dormir
Estar continuamente volcado en los cuidados a una persona y sin tiempo para descansar en ningún momento también puede ocasionar verdaderos trastornos en los hábitos de sueño de la persona, así como casos de insomnio grave.
Esto ocasiona un déficit de descanso debido a la incapacidad para dormir correctamente de la persona, lo que ocasiona un mayor nivel de sobrecarga en todo el organismo, con su consecuente influencia en la salud física y mental.
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3. Sentimientos de culpa
Otra de las características clásicas del síndrome del cuidador quemado es un sentimiento de culpa permanente cada vez que empeora la salud de la persona cuidada, o bien cuando esta acaba falleciendo.
Este fenómeno se explica por el vínculo tan fuerte que establece el cuidador con la persona que está a su cuidado y a la obsesión que se tiene por cuidar de su salud a toda costa en todo momento, pase lo que pase.
Además de eso, las personas con síndrome de cuidador quemado presentan un perfeccionismo obsesivo y no se perdonan ningún error que puedan cometer en sus labores, por pequeño que sea, debido a que consideran que cada pequeño error puede poner en peligro la vida del cuidador.
4. Aislamiento social
El aislamiento social voluntario es otra de las consecuencias lógicas que se va produciendo de manera paulatina cuando una persona consagra su vida personal y profesional a cuidar de alguien.
El síndrome del cuidador quemado se caracteriza por la pérdida progresiva de intereses personales propios, así como en una falta de interés cada vez más acentuada de llevar a cabo cualquier actividad social o recreativa con amigos o familiares.
5. Dificultades interpersonales
Además de esta pérdida de intereses por acudir a celebraciones o reuniones sociales de todo tipo, también son habituales las dificultades para relacionarse de manera positiva con otras personas, tanto con desconocidos como con seres queridos y familias.
La irritabilidad creciente, los cambios de humor y el agotamiento físico y mental imposibilitan que se llevan a cabo relaciones interpersonales eficaces, adaptativas y satisfactorias.
6. Cambios repentinos en el peso
Las personas con síndrome del cuidador quemado también suelen abandonar rápidamente su imagen física, consecuencia directa de una disminución de su autoestima.
Este fenómeno conlleva que muchas de ellas acaben ganando peso o perdiéndolo en poco tiempo, debido a una pérdida de apetito repentina.
7. Afectación cognitiva
El síndrome del cuidador quemado también está acompañado de una serie de afectaciones cognitivas que afectan al correcto funcionamiento de la persona en su día a día, como por ejemplo los problemas de memoria o para concentrarse.
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Tomas Santa Cecilia
Tomas Santa Cecilia
Psicologo Consultor: Master en Psicología Cognitivo Conductual
Mi nombre es Tomás Santa Cecilia y soy psicólogo para adultos y adolescentes.