Cuando las cosas van sobre ruedas en nuestra vida es fácil sentirse feliz. Pero lo realmente complicado es estar bien con uno mismo y no caer en la tristeza cuando las cosas se complican. Evidentemente, a la hora de ser feliz, nuestro entorno cuenta. Ahora bien, la persona que decide en última instancia estar bien o mal eres tú.
Ser feliz todo el tiempo es imposible, pero sí que se pueden evitar una serie de hábitos nocivos que nos conducen a la infelicidad. Aceptar que no ser feliz en ese instante no es ser infeliz, luchar por los sueños de uno mismo o pasar más tiempo con la familia o los amigos son comportamientos que pueden ayudarnos a estar en un estado de felicidad más o menos duradera.
Artículo recomendado: "Las 10 claves para ser feliz, según la ciencia"
Hábitos nocivos típicos de las personas infelices
Pero, ¿qué hábitos o costumbres son típicos de las personas crónicamente infelices? ¿qué características presentan los individuos que pasan la mayor parte del tiempo en un estado de infelicidad? En las siguientes líneas te los explicamos.
1. Son demasiado críticos consigo mismos
Quererse uno mismo no es siempre fácil, pues vivimos en una sociedad altamente competitiva. Pero reconocer la valía de uno mismo y los puntos fuertes que poseemos puede ayudarte a ser felices y aumentar tu autoconfianza.
Tener una confianza alta en uno mismo hace que los demás te respeten, y lo más importante, demuestra que tú te respetas. Las personas crónicamente infelices tienden a no respetarse y a ser críticos consigo mismos todo el tiempo. Por eso, es importante aceptar las cosas negativas que pueden sucedernos en la vida y reconocer que todos cometemos errores. También nosotros mismos.
Artículo recomendado: "10 consejos para encajar mejor las críticas"
2. Están constantemente lamentándose
Y claro, aceptar los errores no es siempre fácil, pero es posible. Al fin y al cabo, salir de esta espiral negativa es una actitud que adoptamos. Si sabemos reconocer cuándo estamos llevando a cabo ciertos hábitos nocivos, es posible cambiarlos. Las personas infelices se lamentan constantemente y, en vez de reaccionar para remediarlo, se recrean una y otra vez en esas lamentaciones.
3. Niegan la realidad
Las personas crónicamente infelices suelen negar la realidad. Prefieren no afrontar los problemas por miedo a tener que hacerles frente. Por ejemplo, es más fácil buscar excusas si nos echan de trabajo que asumir que tal vez hicimos algo mal.
Negar los problemas no hace que éstos desaparezcan. Al contrario, puede producirse un efecto rebote que los haga incluso mayores. Éste es un mecanismo de defensa que puede convertir a las personas en crónicamente infelices.
4. Culpan a los demás
Una de las reacciones más habituales a la hora de no afrontar la realidad es culpar a los demás. Por ejemplo, si te echan del trabajo, es más fácil culpar a tu jefe por no entenderte que asumir que tal vez no estés llevando a cabo tu trabajo como deberías.
Las personas crónicamente infelices emplean este tipo de estrategias para reducir el sufrimiento o la ansiedad que supone mirar a la vida de frente. Sin duda, un acto de cobardía.
5. Permanecen en su zona de confort
La zona de confort es un estado mental que no permite el crecimiento personal. Es un lugar que a corto plazo puede parecer agradable, pero que a largo plazo te puede hacer tremendamente infeliz. Y es que la ansiedad que sienten algunas personas por el miedo a la incertidumbre, puede hacer que se estanquen en este estado mental que no es para nada positivo.
Si quieres saber más sobre la zona de confort, visita nuestro post: "¿Cómo salir de tu zona de confort? 7 claves para lograrlo"
6. Buscan la aprobación de los demás
Las personas crónicamente infelices buscan la felicidad donde no deben. Este tipo de individuos pasan mucho tiempo pensando en los que los demás piensan de ellos, por lo que están más pendientes de la aprobación de los demás que de encontrar y perseguir lo que realmente les gusta a ellos.
Este error puede ser fatal para la propia autoestima y es un hábito nocivo que emplean las personas infelices. Para saber más, lee el artículo: "Consejos para dejar de pensar en lo que los demás piensen de ti"
7. No viven el presente
Las personas crónicamente infelices viven inmersos en sus expectativas y no disfrutan del aquí y el ahora, es decir, del presente. También pueden vivir del pasado, por lo que viven alejados de la realidad presente, y no conectan consigo mismas. Con la mente rumiativa de este tipo de individuos, difícilmente se puede ser feliz.
El Mindfulness ha demostrado estar asociado con mayores niveles de bienestar emocional y la felicidad. Si quieres saber más: "Mindfulness: 8 beneficios de la atención plena"
8. Se centran en lo que no poseen
Si no valoras lo que tienes y te centras en lo que no posees, seguramente no serás feliz. Las personas crónicamente infelices piensas de esa manera y se centran en cosas materiales para ser felices. La verdadera felicidad se encuentra en las pequeñas cosas de la vida. La felicidad está en uno mismo, no en los demás ni en los objetos.
9. Son personas celosas, rencorosas y envidiosas
Los celos, la envidia y el rencor son los pecados capitales de las personas crónicamente infelices. Si siempre te estás comparando con los demás y, además, sientes alguno de estos tres hábitos nocivos, es hora de que cambies de actitud. Si quieres saber cómo son las personas rencorosas, pincha aquí.
Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad