4 señales de que necesitas trabajar en tu Desarrollo Personal

Gracias a la popularización de la salud mental y el bienestar personal, está ganando fama el concepto de desarrollo personal. Son cada vez más las personas que van a terapia, o se apuntan a talleres o se compran libros de autoayuda para trabajar en ello.

¿Pero en qué consiste el desarrollo personal? ¿Cómo puedes saber que necesitas trabajar en tu desarrollo personal? Sigue leyendo el artículo y te responderemos a estas preguntas, contándote 4 señales de que necesitas trabajar en tu desarrollo personal y 4 pasos para ponerte a ello.

¿Qué es el desarrollo personal?

El desarrollo personal es una forma de superación a través del crecimiento de nuestras habilidades y destrezas, la cual busca mejorar nuestra calidad de vida. En concreto, permite mejorar la gestión emocional, nuestras relaciones interpersonales y nuestra capacidad para tomar decisiones, entre otros aspectos del bienestar psicológico.

Este crecimiento puede ser en distintas áreas de tu vida, como en la familiar, en la laboral, en la personal o incluso en la espiritual. Depende mucho de qué aspectos de tu vida son más importantes para ti, es decir, qué áreas de tu vida te llenan más como persona. Es una decisión completamente personal que es mejor que tomes solo/a.

Este proceso siempre es progresivo, por lo que necesita tiempo y que respetemos nuestro propio ritmo. Hay que entender el desarrollo personal como un camino inagotable hacia una meta idealizada, porque siempre vamos a poder seguir aprendiendo y creciendo como personas.

El objetivo no es ser la persona más “desarrollada” del mundo en todas las áreas de tu vida (eso sería muy difícil y cansino), sino sentirte a gusto contigo mismo/a y alcanzar una buena calidad de vida. A través de este camino, encontraremos la felicidad en sí misma, porque estaremos trabajando en aspectos que nos llenan, que aportan bienestar a nuestras vidas.

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¿Cómo saber que necesitas trabajar en tu desarrollo personal?

La señal más importante es que sientes malestar en general. No nos referimos a malestar por alguna situación desagradable, ese tipo de malestar no lo podemos evitar. Es más en el sentido de que no te satisface tu vida, una ausencia de felicidad. Es posible que no te llene tu vida lo suficiente o que la encuentres vacía. Si sientes este tipo de malestar, necesitas trabajar en tu desarrollo personal. Aquí te dejamos 4 señales más concretas:

1. Te cuesta adaptarte a los cambios

¿Sientes que tu vida es una montaña rusa de emociones? ¿Cuando hay un bache en el camino, te vienes abajo fácilmente? Estas son señales de que algo no va bien. Como hemos visto, puede haber dos tipos de malestares: malestar por una situación puntual y malestar extendido en el tiempo, más como ausencia de plenitud.

Si cuando ocurre una situación desagradable, sientes que te sobrepasa, más que a otras personas o piensas que te desborda exageradamente, es porque tu nivel base de bienestar está bajo. Siendo así, cualquier cosa que haga que baje el nivel de bienestar, te afectará aún más.

2. Te sientes desvinculado de los demás

Es posible que sientas que no tienes apenas personas en tu vida o que con ninguna hay un vínculo profundo. Si es así, puede que te sientas solo/a. El ser humano es un animal sociable por naturaleza y siempre vamos a necesitar compañía.

Esto te puede ocurrir porque te cueste relacionarte con los demás o abrirte a nivel íntimo. Puede que con las habilidades y experiencias que tienes hasta ahora, te resulten demasiado difícil ambas cosas.

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3. Vives en automático

¿Sientes que no disfrutas del momento? ¿Que todo lo que haces es por hábitos y costumbres? ¿Estás más centrado/a en lo que ocurre en tu cabeza que en lo que pasa a tu alrededor? Esto puede ser un síntoma de que necesitas desarrollar tus capacidades para anclarte al presente y poder vivirlo plenamente.

4. No te conoces a ti mismo/a o no te caes bien

¿Te ocurre que no sabes qué hacer cuándo estás solo/a? ¿No sabes lo que te gusta? ¿Sabrías definir cómo eres, incluyendo aspectos positivos? ¿Te resulta difícil estar contigo mismo/a? Dependiendo de tus respuestas, sabrás si necesitas trabajar en tu desarrollo personal.

Para tener una base de bienestar psicológico, necesitas llevarte bien con la persona con la que más tiempo vas a pasar: tú, contigo mismo/a. Y para caerte bien, necesitas previamente conocerte y saber tus gustos.

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¿Cómo trabajar en tu desarrollo personal?

Hay muchas formas de empezar a trabajar en tu desarrollo personal, como lo es estar leyendo este tipo de artículos como primera toma de contacto. Otras formas alternativas ya las hemos mencionado en la introducción: con talleres, libros de autoayuda y terapia.

Nosotros te dejamos aquí los pasos principales que puedes dar para ir comenzando a trabajar en tu desarrollo personal:

1. Definir en qué áreas de tu vida te quieres desarrollar personalmente

No todas las áreas de tu vida te parecen igual de importantes, como hemos mencionado antes, es cuestión de gusto personal. Por eso, necesitas definir en qué áreas vas a centrarte para desarrollar tus capacidades y en las que creas que te aportarán bienestar, cuáles son tus valores.

Algunos ejemplos de valores pueden ser la familia, las amistades, el conocimiento y la curiosidad, el trabajo, el deporte, la naturaleza, la honradez, la generosidad, la espiritualidad y religión… Escoge los que encajen con tu forma de ser, y recuerda no escoger tantos que no puedas abarcarlos. Si te es difícil saber cuáles son más importantes, dale a todos un valor numérico que represente cómo de importante son y ordénalos por esos números.

2. Establecer objetivos concretos

Una vez que sabes en qué valores o áreas de tu vida te quieres enfocar para desarrollarte, concrétalos aún más: define objetivos o metas que ir alcanzando dentro de cada una de ellas. Como hemos dicho, el desarrollo personal es un camino interminable. Por eso es especialmente importante definir objetivos a lo largo de todo el camino, tanto a corto como largo plazo, para no desesperarte por ver un final inalcanzable.

Los objetivos serán de hecho los que te marquen el camino. Para hacerlos concretos, pregúntate cuándo vas a hacerlo, de qué manera, con quién, cuántas veces… Cada vez que alcances una de estas metas, te sentirás más realizado/a y satisfecho/a contigo mismo/a. Recuerda quién mucho abarca, poco aprieta. Ve poco a poco.

3. Identifica dificultades y prepárate

Pregúntate qué te está frenando ahora mismo para cambiar tu vida. Es posible que actúes por costumbre y te cueste deshacerte de tus viejos hábitos, o que tengas pensamientos catastrofistas que te estén atemorizando y te impidan ponerte en marcha. Analiza la situación y busca maneras de cambiarla de manera secuencial. Puedes aprender a cambiar ambos aspectos, buscando alternativas que incorporar a tu nueva vida.

4. Cambia tu vida

Llegó el momento de dejar de planificar, hay que ponerse ya en marcha. Sal de tu zona de confort poco a poco y ve probando cómo te van las acciones dirigidas a cumplir tus nuevos objetivos. Si en algún momento te parece demasiado difícil un objetivo, desglósalo en objetivos más pequeños que sean más fáciles de abarcar.

Si ves que no aumenta tu bienestar, sigues sintiéndote insatisfecho/a, reevalúa los valores que has escogido. Puede que estos no sean los más importantes para ti o no te estés dando el tiempo suficiente.

Y, sobre todo, recuerda que el trabajo en tu desarrollo personal lo estás haciendo para conseguir mayor calidad de vida y bienestar psicológico, así que lo más importante es que disfrutes del camino. En caso de que necesites ayuda, los profesionales de la Psicología te podemos ayudar.