En muchas ocasiones se presenta frente a nosotros un problema complejo y no sabemos cómo afrontarlo. Supongamos, por ejemplo, que en el periodo de exámenes, nos coinciden dos evaluaciones y no sabemos cómo empezar a estudiar. O digamos que a la hora de resolver un problema matemático, nos bloqueamos y no sabemos cómo dar el siguiente paso.
Enfrentarse a problemas complejos puede suponer un desafío, pero no tiene por qué ser más complicado de la cuenta. La clave es adoptar la mentalidad correcta y utilizar una metodología para abordar la situación que se nos presenta.
Las decisiones frente a circunstancias complejas o las estrategias a la hora de afrontar problemas difíciles, pueden requerir de la aplicación de técnicas de resolución de problemas (problem solving) para facilitarnos el camino a seguir; mediante una serie de enfoques o planes conocidos.
En este artículo exploramos las distintas estrategias de resolución de problemas y los modelos que pueden aplicarse para enfrentarse a estos y llegar una solución.
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¿Qué son las técnicas de problem solving?
Las estrategias o técnicas de resolución de problemas son modelos que se basan en la experiencia previa y proporcionan un enfoque a la hora de enfrentarse a problemas o analizar posibles soluciones.
Existen ciertos métodos conocidos de resolución de problemas que entran en juego cuando nos encontramos frente a un problema sin solución aparente para nosotros. Estos métodos son realmente útiles en las ocasiones en las que parece que no tenemos una salida viable.
Para evitar perder el tiempo a la hora de resolver un problema, se utiliza la terapia breve estratégica, que emplea técnicas de problem solving para analizar y resolver problemas rápidamente. Este enfoque permite no atascarse en los problemas y darles millones de vueltas infructuosas.
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Ejemplos de técnicas de problem solving (y cómo aplicarlas)
Hay muchas situaciones en las que las personas o los grupos se atascan. Las técnicas de resolución de problemas proporcionan una manera simple y fácil de desbloquear la situación. Existen cuatro técnicas principales que las personas pueden usar, como explicamos a continuación.
1. Técnica del escenario
Imaginar el objetivo o el escenario final es esencial para la resolución efectiva de problemas. Después de identificar un problema, debemos preguntarnos cómo sería el escenario después de resolverlo. También podemos interrogarnos sobre cómo varía la situación después de que se realicen mejoras en el resultado deseado. Al imaginar el estado final, podemos comprender mejor el siguiente paso para resolver el problema identificado.
Trabajar en una versión de la realidad que no existe en el presente o en el pasado permite a las personas descubrir las características ideales de la realidad. Hacer esto puede permitir que veamos cosas que no serían posibles si nos limitamos a trabajar con la realidad actual.
Esta técnica, utilizada por los grandes inventores, se conoce como “la fantasía de la máquina perfecta”. Leonardo da Vinci es un ejemplo conocido, citado en muchas ocasiones; se enfrentó al problema de cómo volar, diseñando múltiples diseños de máquinas voladoras, que nadie había antes habías sido capaz de concebir o imaginar.
La imaginación puede ser desatada a través del acto de pensar. Todo el mundo tiene la capacidad de imaginar un futuro mejor que su situación actual. El único problema es que la mayoría de la gente no sabemos usar esta habilidad. La técnica del escenario ayuda a imaginar lo posible, para luego implementarlo: el primer paso es la lluvia de ideas; luego, solo se seleccionan los aspectos que son realizables.
Aunque pueda parecer solo una fantasía, la técnica del escenario más allá de imaginar la posible solución puede indicar un procedimiento. Esta técnica se sirve en cierta manera de las profecías autocumplidas, permite orientarlas hacia resultados concretos en lugar de dejar que nos perjudiquen. Todos tendemos a construir este tipo de fantasías, pero el truco está en saber dirigirlas en una dirección funcional.
También es útil considerar cómo sería el mundo si se resolviera un problema, para hacernos una idea de los daños colaterales. Esto se debe al conocido efecto mariposa; cada vez que se realiza un cambio - aunque sea mínimo- en un sistema complejo, se producen efectos colaterales. Es importante explorar los posibles escenarios antes de realizar cambios significativos para evitar estos efectos no deseados.
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2. Técnica de cómo empeorar
Para aplicar la técnica de cómo empeorar, es importante no solo observar las soluciones fallidas que ya se han implementado, sino también las posibles soluciones que podrían fallar en el futuro. Esto permite una comprensión más profunda del problema y de por qué fallan las soluciones propuestas.
Para enfrentarnos al problema debemos preguntarnos, cómo podemos empeorar la situación en vez de mejorarla. Es crucial que intentemos enumerar todos los métodos posibles que podrían deteriorar la situación en lugar de mejorarla. Cada uno de estos métodos debe describirse de tal manera que se entienda claramente cómo implementar las estrategias que harían que nuestro proyecto fracasara en lugar de tener éxito.
Al considerar todas las cosas posibles que podrían salir mal, se crea un sentimiento negativo hacia ese tipo de acciones. En consecuencia, evitamos hacer cualquier cosa relacionada con esos posibles escenarios. Si estas soluciones producen resultados contrarios a nuestras intenciones, basándonos en su evitación, debemos encontrar un método alternativo para tratar el problema. Al adoptar una nueva perspectiva sobre el problema, se puede crear una solución viable que evite actividades contraproducentes y bloquee cualquier acción que produzca efectos contrarios a nuestras intenciones.
A la hora de buscar soluciones, la mayoría de personas simplemente repetirán los caminos mentales habituales para encontrar posibles respuestas. Al obligar a la mente a examinar las soluciones fallidas, podemos descubrir nuevas soluciones alternativas gracias al contraste que se produce. Al obligar a nuestra razón a encontrar formas de fallar, animamos a nuestra racionalidad a enfocarse en nuevas formas de pensar. Esto permite que los procesos creativos avancen sin obstáculos. Además, al salir de la trampa del esfuerzo voluntario, podemos encontrar soluciones espontáneas.
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3. Técnica del escalador
La técnica toma su nombre de la práctica de expertos guías de montaña. A la hora de planificar una ruta, estos comienzan en la cima de la montaña y trazan el camino previsto hacia atrás hasta llegar al inicio o la base. Este método se considera una mejora para dibujar rutas sin desviarse del objetivo; también les permite elegir el camino más fácil hacia la cima. Además, los investigadores han demostrado que esta técnica evita rutas o soluciones que son significativamente más difíciles de lo esperado.
Antes de intentar resolver un problema difícil, es útil hacer una lluvia de ideas sobre las posibles soluciones comenzando por el objetivo final. Y Luego ir considerando los pasos anteriores hasta llegar al estado inicial. Una vez que sea imaginado cada paso, tendremos una estrategia eficiente además de eficaz para abordar el problema. Para completar una meta, ayuda dividirla en objetivos más pequeños.
4. Técnica del escritor bloqueado
Esta técnica toma su nombre del famoso bloqueo que sufren los novelistas que no son capaces de escribir a pesar de intentarlo con fuerza. El escritor que sufre de este tipo de bloqueo afirma que no tiene más creatividad y que sus palabras no llegarán. A pesar de que se sienta frente a la máquina de escribir y tiene un acuerdo con su editor para entregar una novela, solo es capaz de escribir unas pocas oraciones a la vez.
El problema consiste en que el autor que puede padecer este tipo de bloqueo siempre ha implementado un método que a él mismo le requería muy poco esfuerzo. Antes de escribir, primero desarrollaba la trama de la historia y luego organizaba los capítulos en orden. Estos diferentes episodios, al escribirse, daban como resultado el final de la historia, este no estaba decidido de antemano. Sin embargo, esta forma de escribir deja de funcionar y la mayor preocupación del novelista es que no tiene idea de cómo proceder con su trabajo.
Debido a que el autor o autora quiere dejar libre su imaginación para el desarrollo de la historia e ir donde ésta le lleve; prefiere no decidir un final antes de escribir la novela y que sea una consecuencia de la propia historia. Esto mismo ocurre cuando nos bloqueamos frente a un problema y no encontramos la salida; al no tener una solución identificada somos incapaces de avanzar en los diferentes pasos hacia su resolución y vamos dando palos de ciego. En vez de andar sin saber hacia dónde vamos, la técnica del escritor bloqueado sugiere en primer lugar decidir el lugar a donde queremos llegar: el final o la resolución del problema.
Luego, identificar las distintas etapas o capítulos que se necesitan para conseguirlo. Por último, subdividir las etapas en otras más pequeñas, hasta conseguir una serie de micropasos fáciles de ejecutar. De esta forma, vamos avanzando poco a poco hacia el resultado final.
A modo de conclusión...
En conclusión, cuando nos enfrentamos a situaciones complejas, las personas solemos quedarnos atrapadas, y dar miles de vueltas infructuosas alrededor de un problema. Las distintas técnicas de problem solving permiten adoptar otra perspectiva para ver claramente la imagen completa y salir del callejón sin salida en el que nos encontramos.
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