La disquinesia o discinesia es un término médico que alude al movimiento anormal, incontrolable e involuntario debido a una actividad muscular excesiva o inapropiada
A continuación, veremos en qué consisten estos trastornos del movimiento, qué tipos de disquinesias existen y cuáles son sus factores de riesgo.
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¿Qué son las disquinesias?
Las disquinesias o discinesias son trastornos del movimiento que se caracterizan por un exceso de movimientos o por movimientos anormales e involuntarios.
Los trastornos del movimiento pueden clasificarse en dos grandes grupos: el síndrome rígido-hipocinético o movimientos hipocinéticos; y los trastornos del movimiento hipercinéticos o disquinesias.
Dentro de este último grupo, el de las disquinesias, cabe señalar distintos tipos, cada una de ellas con sus síntomas y características específicas. Lo que sí tienen en común es dónde se produce esta alteración de movimientos que suelen presentar las personas aquejadas de este trastorno: principalmente, en la cabeza, los brazos, las piernas, manos, labios o la lengua.
La mayoría de las disquinesias son causadas por una lesión en un área del cerebro específica, denominada ganglios basales, una estructura encargada del control postural y el movimiento voluntario. Si bien, como veremos más adelante, existen otro tipo de disquinesias, como la disquinesia tardía, provocada por el consumo de cierta clase de medicamentos.
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Tipos de discinesia
La mayoría de las disquinesias se manifiestan como un exceso de movimientos anómalos e involuntarios, e incluyen principalmente: temblores, corea, distonía, balismo, tics, mioclonías y estereotipias.
1. Temblores
Los temblores se caracterizan por ser una clase de movimientos oscilatorios rítmicos y regulares, que pueden variar en longitud, amplitud o duración, producidos por contracciones de músculos agonistas y antagonistas.
Los temblores suelen ceder con la acción (por ejemplo, cuando el paciente come o escribe) y, por lo tanto, no suele afectar tanto a la vida diaria del sujeto.
Existen dos clasificaciones principales de temblor. Por un lado, está el temblor en reposo (o estático). Es el tipo de temblor más común y la causa más frecuente es la enfermedad de Parkinson, un trastorno que puede iniciarse con estos temblores en una extremidad (superior o inferior). Suele ocurrir con los músculos en reposo, relajados y completamente apoyados.
Por el otro lado, tenemos el temblor en acción, que sucede con el movimiento voluntario del músculo. Dentro de esta categoría, podemos incluir a los siguientes:
1.1. Temblor postural
Este temblor se da cuando la persona mantiene una posición en contra de la gravedad (por ejemplo, extender los brazos).
1.2. Temblor intencional
Ocurre al realizar un movimiento voluntario hacia un objetivo (como cuando nos rascamos la nariz) y, normalmente, suele empeorar al acercarse al mismo.
1.3. Temblor cinético
Está asociado con cualquier tipo de movimiento voluntario (como abrir y cerrar los ojos o girar hacia arriba y hacia abajo las palmas de la mano).
1.4. Temblor isométrico
Suele ocurrir al contraer voluntariamente un músculo, sin que se acompañe de un movimiento (por ejemplo, al levantar un peso y sostenerlo con nuestras manos)
1.5. Temblor específico de una tarea
Sucede únicamente cuando se realizan tareas especializadas y orientadas a un objetivo concreto, como escribir a mano o hablar.
2. Corea
La corea es un trastorno del movimiento hipercinético o disquinesia caracterizada por un flujo constante de movimientos involuntarios, bruscos y breves, que pueden cambiar de una zona a otra del cuerpo de forma completamente aleatoria e impredecible.
Existen dos grupos de coreas: las adquiridas y las hereditarias. En el primer grupo, las causas más frecuentes suelen ser los fármacos, los ictus, el embarazo y la corea de Sydenham (una infección bacteriana). En el segundo grupo, la forma más común es la enfermedad de Huntington, una afección hereditaria y neurodegenerativa.
La intensidad de la corea es variable. Inicialmente, este tipo de disquinesia se puede presentar como un movimiento en el que la persona se contonea y se mueve de forma semiintencional (generando una impresión de intranquilidad o nerviosismo en el observador); en fases más avanzadas, como en la enfermedad de Huntington, esta disquinesia se hace más evidente y en casos extremos puede incluso interferir con la respiración, el habla o la marcha, pudiendo derivar en una incapacidad absoluta para el paciente.
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3. Distonía
Las distonías son disquinesias caracterizadas por contracciones musculares involuntarias, que resultan en movimientos de torsión repetitivos y posturas anormales.
Este trastorno del movimiento se puede manifestar de diversas formas, afectando solo a una parte corporal (distonía de tipo focal) o bien a varias partes, o generalizarse por todo el cuerpo.
Existen formas primarias de distonía, que puede ser hereditaria, en cuyo caso suelen iniciarse a edad temprana y ser generalizadas; y formas idiopáticas, que se originan ya en la edad adulta y suelen ser focales. Las formas secundarias de distonía se asocian a otros trastornos del movimiento o alteraciones del sistema nervioso central.
La severidad y tipo de movimiento distónico varía en función de la postura corporal, la tarea a realizar, el estado emocional o el nivel de conciencia. Algunas personas también sufren blefaroespasmos (contracciones involuntarias de los párpados) y calambres del escritor o distonía del escribiente, que consiste en una sensación de torpeza durante la escritura, que hace que tanto la velocidad como la fluencia del movimiento disminuyan.
4. Balismo
El balismo es un grado severo y una forma más violenta de corea. Suele afectar a múltiples extremidades y a ambos lados del cuerpo. Aunque, generalmente, aparece de forma brusca, se suele gestar a lo largo de días o semanas.
Lo más frecuente es que afecte a un hemicuerpo (hemibalismo), aunque de forma ocasional puede comprometer a una sola extremidad (monobalismo), a ambos miembros inferiores (parabalismo) o, de forma testimonial, a las cuatro extremidades (bibalismo).
Este tipo de disquinesia tiende a remitir durante el sueño, aunque se ha documentado hemibalismo durante las fases ligeras del sueño.
Los movimientos que produce este trastorno son tan violentos, que en ocasiones pueden conducir a la persona a la muerte, por agotamiento o por provocar lesiones articulares o cutáneas.
5. Tics
Los tics son trastornos del movimiento y discinesias generalmente breves y repetitivos, abruptos y estereotipados, que varían en intensidad y surgen en intervalos irregulares.
Aunque pueden ser suprimidos y evitados voluntariamente y por un período variable de tiempo, cuando esto se produce las personas experimentan una sensación interna de tensión y necesidad creciente que hace que finalmente tengan que dejarse llevar y vuelvan a surgir los tics, seguidos además de un periodo de rebote con aumento en la frecuencia de ocurrencia de los mismos.
6. Mioclonías
Las mioclonías son movimientos breves, rápidas y bruscas, a modo de sacudidas, y con una amplitud variable. Estas disquinesias suelen estar causadas por contracciones musculares (mioclonías positivas) o inhibiciones bruscas del tono muscular (mioclonías negativas o asterixis).
Este tipo de discinesias pueden clasificarse según la estructura del sistema nervioso en la que se generan:
Corticales
En este tipo de mioclonías, el movimiento está precedido por la activación de la zona de representación cortical del músculo correspondiente. Suelen aparecer en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o la degeneración corticobasal.
Subcorticales
Engloban a mioclonías que se relacionan con otros trastornos del movimiento como el temblor o la distonía, compartiendo con éstas mecanismos fisiopatológicos similares.
Espinales
Este tipo de mioclonías pueden deberse a distintas lesiones en la médula espinal. Aparecen de forma espontánea y pueden persistir durante el sueño.
Periféricas
Son extremadamente raras, pero se han descrito casos en lesiones de los nervios periféricos.
7. Estereotipias
Este tipo de disquinesias, que se caracterizan por ser contracciones repetitivas, coordinadas, no propositivas (que no tienen un fin concreto) y rítmicas, generan movimientos que pueden suprimirse iniciando otra actividad motora voluntaria; es decir, las estereotipias no impiden a la persona realizar una actividad motora pero, en ocasiones, pueden interferir con las tareas normales si son muy frecuentes o lesivas.
8. La disquinesia tardía
Las disquinesias tardías son un tipo de movimiento involuntario y anormal que se origina tras un mínimo de 3 meses de uso de medicamentos neurolépticos, sin que exista otra causa identificable.
Este tipo de disquinesia incluye el movimiento anómalo de la lengua, los labios y la mandíbula, en una combinación de gestos como el chupeteo, la succión y la masticación, de una manera repetitiva, irregular y estereotipada.
La gran mayoría de pacientes no son conscientes del desarrollo de disquinesia tardía, pero muchos con trastornos de mayor gravedad pueden presentar dificultades a la hora de masticar, daños dentales, disfagia o disartria, etc.
La disquinesia tardía ocurre debido a que los medicamentos neurolépticos ejercen, por un lado, un efecto de hipersensibilización de los receptores de dopamina, provocando disfunciones motoras; y por otro lado, una destrucción de las neuronas gabaérgicas encargadas de inhibir los movimientos involuntarios. Una tercera hipótesis apuntaría también a una liberación de radicales libres tóxicos como responsables, en parte, de los síntomas de este trastorno del movimiento.
Referencias bibliográficas:
- Venegas, Pablo, Millán, María E. y Miranda, Marcelo. (2003). Disquinesia tardía. Revista chilena de neuro-psiquiatría, 41(2), 131-138
- Sanz García, A.I. y Martín Fernández, M.A. (1994). Discinesia tardía: aplicaciones a la práctica clínica de los conocimientos actuales. Revista española de patología, 51.
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