El esqueleto o sistema esquelético es un sistema biológico que aporta apoyo, soporte y protección a los tejidos blandos y músculos en los organismos vivos.
Los vertebrados presentamos un sistema esquelético interno (endoesqueleto) compuesto por huesos, mientras que los artrópodos han optado por el exoesqueleto como adaptación evolutiva, una compleja capa compuesta principalmente por quitina, que les otorga a estos animales protección, sostén y la posibilidad de respirar.
Las funciones del esqueleto en el ser humano son múltiples: sostén mecánico, producción de movimiento, protección, almacén metabólico de sustancias como el calcio y formación de células sanguíneas. En la médula ósea (que está localizada en el interior de muchos huesos) se encuentran las células madre hematopoyéticas, que al diferenciarse, dan lugar a todos los cuerpos sanguíneos circulantes. Esto engloba a linfocitos, plaquetas y glóbulos rojos, entre otros.
Así pues, la funcionalidad del esqueleto en vertebrados va mucho más allá del mantenimiento postural. Hoy te lo contamos todo sobre el esqueleto axial, aquél que compone el eje central del cuerpo del ser humano y nos posibilita permanecer en el espacio tridimensional de forma erguida.
- Artículo relacionado: "Huesos planos: qué son, tipos y funciones"
¿Qué es el esqueleto axial?
El esqueleto del ser humano está compuesto por un total de 206 huesos, todos y cada uno de ellos con morfología diferente, desde el fémur del muslo (el más largo del cuerpo) hasta el estribo (el más pequeño), que forma el oído medio. En un ser humano adulto, el sistema esquelético supone un 15% del peso corporal: si un hombre presenta una masa de 75 kilos, 9 de ellos corresponderán únicamente a materia ósea.
Los huesos están compuestos en un 98% por materia extracelular (principalmente a base de hidroxiapatita y colágeno) y solo un 2% de sus tejidos son células propiamente dichas, es decir, osteoblastos, osteoclastos y osteocitos (encargados de renovar la matriz ósea). Debido a su porcentaje de materia eminentemente mineral, las estructuras óseas almacenan el 99% del calcio del organismo.
Por otro lado, existen 2 partes en el esqueleto humano:
- Esqueleto axial: formado por el cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón. Consta de 80 huesos.
- Esqueleto apendicular: está formado por los huesos de los miembros superiores e inferiores, junto con las cinturas escapular y pelviana. Engloba a 126 huesos.
Así pues, siguiendo esta pequeña lista, podríamos definir al esqueleto axial cómo el conjunto de huesos que componen el eje central del cuerpo humano. El término “axial” proviene del vocablo latín axis, que refiere un punto central a partir del cual el resto de estructuras y formaciones se reparten de forma estable. Sin este eje principal, las extremidades no tendrían puntos en los que anclarse, así que el nombre le viene a este sistema esquelético como anillo al dedo.
- Quizás te interese: "Las 4 enfermedades del sistema óseo más importantes"
Partes del esqueleto axial
El esqueleto axial está integrado por el cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón. Te mostramos las particularidades de cada uno de estos subsistemas en las siguientes líneas.
1. Cráneo
Los huesos del cráneo componen una caja ósea que protege al encéfalo y nos otorga la estructura facial, que a su vez posibilita ver, respirar, tragar, emitir sonidos y básicamente realizar todas las funciones que nos definen como seres vivos. En zoología, se habla realmente de osteocraneo y no de cráneo a secas, pues otros animales presentan estructuras craneanas análogas a la nuestra que no están del todo osificadas.
A su vez, los huesos craneanos se dividen en 2 grandes grupos en base a su funcionalidad: el neurocráneo y el esplacnocráneo. El primero es el que contiene al encéfalo y las meninges craneales, y está compuesto por los huesos occipital, esfenoides, escamas, mastoides, parietal y frontal. Quizá el hueso frontal sea el más famoso de todos, pues, como su propio nombre indica, ocupa nuestra frente y sobre él se inserta el músculo occipitofrontal, que permite la elevación de las cejas y la expresión de muchas emociones.
Por otro lado, el esplacnocráneo hace referencia a la parte del cráneo que contiene la parte anterior de los sistemas digestivo y respiratorio. También conocido como viscerocráneo, presenta los siguientes huesos: etmoides, lacrimales, vomer, maxilar, cigomático, porción timpánica, estiloides de los temporales y mandíbula.
2. Caja torácica
La caja torácica está compuesta por un total de 24 costillas (12 a cada lado del plano corporal) y el esternón, sumando un total de 25 cuerpos óseos totales. También se engloban en esta ultraestructura los cartílagos costales, si bien no son materiales hechos a partir de hueso.
La caja torácica tiene una función eminentemente protectora, ya que salvaguarda a los órganos más importantes de todo el cuerpo humano: el corazón y los pulmones. También le otorga un punto de anclaje a los huesos de los hombros (y por tanto a las extremidades superiores), sirve de punto de fijación al diafragma y a los músculos del pecho, espalda, cuello y brazos. Sin duda, la fisiología del ser humano no podría concebirse tal y como es hoy en día sin la caja torácica.
También merece mención especial el esternón, un hueso largo, plano y acabado en punta que sirve como lugar de inserción para casi todas las costillas (excepto los 2 últimos pares, que por ello se conocen como flotantes). En el ser humano, este hueso está formado por 3 secciones: el mango o manubrio, el cuerpo y el apófisis o proceso xifoides, que tiene una forma muy variable.
3. Columna vertebral
En el momento del nacimiento, la mayoría de los seres humanos llegamos al mundo con 33 vértebras, pero a lo largo del desarrollo algunas de estas se fusionan, dando un total de 24 en casi todos los casos.
A grandes rasgos, la columna vertebral se puede diferenciar en varias secciones: la cervical (7 vértebras que forman el cuello), la torácica (12 vértebras) y la lumbar (5 vértebras). Por último, se presentan el sacro y el cóccix, siendo este último un resto “vestigial” de la cola de los mamíferos ancestrales.
La columna vertebral otorga protección a la médula espinal y raíces nerviosas, que permiten la comunicación de todas las partes de nuestro cuerpo con el cerebro. Además de ello, también es la base de sujeción para ligamentos, tendones y músculos. Por otro lado, la columna vertebral es un apoyo estructural, permite flexibilidad y movilidad a nivel del tronco y supone un excelente centro de almacenaje de minerales y de producción de glóbulos rojos.
El esqueleto axial resumido en 6 puntos
Si la información brindada previamente te ha parecido un poco liosa, no te preocupes: es normal, pues el aparato esquelético destaca por su complejidad anatómica. Con que recuerdes estos 6 puntos esenciales, sabrás lo básico del esqueleto axial:
- El cráneo es la primera sección del esqueleto axial. Este está compuesto por 8 huesos del neurocráneo y 14 del esplacnocráneo, dando un total de 22.
- 6 huesecillos del oído (3 a cada lado) también están implicados en el esqueleto axial. Estos son el martillo, el yunque y el estribo.
- 1 hueso hioides en el cuello, que sube y baja en movimientos como la deglución o la respiración, también forma parte del eje central.
- La columna vertebral es la siguiente ultraestructura del esqueleto axial, compuesta por 24 vértebras, el sacro y el coxis (un total de 26 huesos).
- En último lugar tenemos a la caja torácica, con un total de 24 costillas y el esternón (25 huesos).
Así pues, el esqueleto axial suma un total de 80 huesos, tal y como te hemos indicado en un principio. Aunque nos hayamos centrado en los elementos óseos que forman el cráneo, la columna vertebral y la caja torácica, tampoco debes olvidar que los huesecillos del oído y el hioides también forman parte de este eje central.
Si algo se puede sacar en claro del esqueleto humano, es que este es una verdadera obra de arte de la biomecánica. Cada pequeña estructura ósea no cumple solo una, sino varias funciones y, por pequeña que sea, resulta esencial para comprender la fisiología humana en todas sus acepciones.
El esqueleto axial está formado por un total de 80 huesos y 3 grandes secciones, pero tampoco debes olvidar que existe el esqueleto apendicular, con un total de 126 estructuras óseas que posibilitan la locomoción y realización de esfuerzos, entre otras muchas cosas.