Las leyendas urbanas forman parte del imaginario colectivo. Son historias ficticias que se visten con pretensiones de realidad; para ello, se refuerzan a través de una serie de elementos que pretenden hacer hincapié en su veracidad: lugares conocidos, una época determinada, protagonistas cercanos al narrador (el famoso “esto le ocurrió a un amigo de un amigo…”).
En todos los lugares del mundo existen multitud de leyendas urbanas, pero es en Florida (Estados Unidos) donde se concentran muchas de las más espeluznantes. A continuación, te presentamos una recopilación de varias de las leyendas urbanas más conocidas de Florida, resumidas.
7 leyendas urbanas famosas de Florida
Fantasmas que deambulan por antiguos caserones o por bosques oscuros, una colina “encantada”, la maldición de los caimanes… acompáñanos en este breve viaje por las leyendas urbanas más fascinantes del estado de Florida.
1. “Villa Paula” y los fantasmas
La verdad es que pocos lugares como el estado de Florida tienen en su haber tantas leyendas urbanas sobre fantasmas. Son tan populares que existen muchos tours fantasmales por los diferentes escenarios en los que se supone que acontecen estos extraños fenómenos.
Uno de estos escenarios es una antigua mansión de principios del siglo XX, Villa Paula, que se encuentra en Little Haití, en Miami. El edificio se levantó en 1925 para ser la sede del Consulado de Cuba en la ciudad, y recibió el nombre de la esposa del entonces oficial consular. El caso es que Paula, la esposa, falleció pocos años después y, desde entonces, parece ser que se producen actividades extrañas en la mansión.
Probablemente, la leyenda urbana provenga de una (supuesta) sesión de espiritismo que se llevó a cabo en Villa Paula en la década de los 70, en la que al parecer Paula se manifestó junto a cuatro fantasmas más.
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2. Los cocodrilos de Nueva York… que se trajeron de Florida
Sí, lo sabemos. Nueva York no es Florida. Pero es que esta famosa leyenda urbana de la ciudad de los rascacielos está muy relacionada con este estado del sur de Estados Unidos. Ahora veremos por qué.
Primero, explicaremos de qué va la historia. Resulta que, desde hace muchos años, corre por Nueva York la leyenda urbana de que en sus alcantarillas habitan unos cocodrilos ciegos. La ceguera les viene dada a los pobres animales porque, al estar encerrados bajo tierra, nunca han podido ver la luz del sol. Estos cocodrilos son terriblemente peligrosos; se alimentan de los desperdicios de comida y de basura, pero también cazan ratas y, de vez en cuando, a algún ser humano despistado.
¿De dónde viene este curioso rumor? Como siempre, existen varias versiones, pero la más extendida cuenta que fueron unos turistas que venían de Luisiana o Florida quienes tiraron unas crías de cocodrilo que se habían traído por el cuarto de baño. Según algunas fuentes, el Ayuntamiento de Nueva York todavía recibe cartas de ciudadanos preocupados sobre si realmente viven temibles cocodrilos bajo sus pies.
3. Las tres niñas de San Agustín
Quizá se trate del lugar “fantasmal” más famoso del estado de Florida. El faro de San Agustín, que se levanta en la costa atlántica en la llamada Isla Anastasia, fue edificado en el siglo XIX, y prácticamente desde su construcción se han extendido leyendas urbanas respecto a sus fantasmas.
El origen de las leyendas son la cantidad asombrosa de muertes que se han producido en el faro; de todas ellas, la más conocida es la de tres niñitas que fallecieron durante las obras. Concretamente, se encontraban en una barquita cuando, a causa de algún impacto, esta se resquebrajó y las niñas cayeron al mar y se ahogaron. Otras versiones insisten en que los fallecidos eran dos niños...
Sea como fuere, a partir de entonces son muchas las personas que aseguran haber escuchado risas infantiles flotar por el faro, e incluso haber visto la carita de una niña mirar a través de los ventanales. También atestiguan la presencia de un fantasma vestido de azul que merodea por el lugar.
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4. Luces extrañas en el Hotel Casablanca
Esta leyenda urbana se remonta a la época de la Ley Seca de Estados Unidos, por la que se prohibió la producción, la venta y el consumo de alcohol. Parece ser que el hotel Casablanca, ubicado también en San Agustín, estaba regentado en aquella época por una anciana que no dudó en rebelarse contra la ley y ayudar a los contrabandistas que navegaban de noche por la bahía.
La mujer encendía una luz desde la azotea del edificio cuando se acercaban las autoridades y, de esta manera, los bandidos sabían cuándo podían atracar con seguridad. Desde la muerte de la anciana, muchas personas que navegan a ciertas horas por la costa aseguran vislumbrar una luz que proviene del tejado del hotel…
5. La colina de Spook Hill
Existe una inquietante elevación en la ciudad de Lake Wales que tiene el privilegio de desafiar las leyes físicas. Y es que, según la leyenda urbana, cuando toman la bajada de la colina, los coches, en realidad, “suben”. Es decir, que destruyen la ley de la gravedad y, en una pendiente, ruedan hacia arriba.
La anécdota es tan famosa que existe incluso un cartel a un lado de la carretera que invita al conductor a poner su coche en neutral para observar cómo, de repente, este empieza a “escalar” la montaña. Existen varias leyendas que intentan explicar el fenómeno: un guerrero nativo que descansa allí enterrado, el espíritu de un pirata que empuja los automóviles… Pero ¿qué explicación científica puede tener un fenómeno semejante? Según algunos expertos, se trata de una ilusión óptica bastante conocida, que recibe el nombre, precisamente, de “colina de gravedad”, y que da la sensación de estar subiendo cuando, en realidad, se va cuesta abajo.
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6. “Buena suerte, Mr. Gorsky”
Esta leyenda urbana tiene relación con Florida porque, presuntamente, Neil Armstrong, su protagonista, hizo las pertinentes declaraciones en Tampa Bay, una de sus localidades, en el año 1995. No hace falta decir que ni existieron las declaraciones, ni Armstrong dijo tampoco la frase que las originó. Pero vayamos a esta curiosa historia.
Todo el mundo conoce al famoso astronauta; fue el primer ser humano en pisar la luna, aquel lejano mes de julio de 1969. También conocemos la frase que pronunció: “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”. La frase en sí tiene sus matices, pero vayamos con el verdadero quid de la cuestión: parece ser que, tras la archiconocida sentencia, Armstrong añadió: “Good luck, Mr. Gorsky” (Buena suerte, Mr. Gorsky).
¿Quién era el tal Gorsky y a qué ser refería Neil? La leyenda fue creciendo, hasta que, al parecer, el astronauta lo aclaró todo en la citada entrevista de Florida. El señor Gorsky era el vecino de Armstrong cuando era pequeño, y un día el niño escuchó que su mujer le decía que no le haría una felación hasta que el hijo de la casa de al lado (el pequeño Neil), llegara a la luna. Por eso, cuando en 1969 Armstrong pisó el satélite, le deseó buena suerte a su vecino… y que disfrutara.
Una leyenda urbana muy divertida, pero que no deja de ser eso, una leyenda. Ni hay testimonios en la grabación de 1969 que verifiquen que Neil dijera eso, ni existe prueba alguna de las supuestas declaraciones en Florida de 1995.
7. El “árbol del diablo”
Ya hemos comentado que Florida es increíblemente rica en leyendas urbanas escalofriantes. No podíamos terminar este recopilatorio sin mencionar el famoso “árbol del diablo”, ubicado en un bosque de Port St. Lucie. Se trata de un grueso y antiguo roble en el que, según cuenta la leyenda urbana, tuvieron lugar una serie de asesinatos en la década de 1970.
A partir de entonces, son muchos los visitantes que aseguran haber visto de noche fantasmas colgando de las ramas y seres encapuchados merodeando por los alrededores. La leyenda urbana insiste en que nadie ha sido capaz de talar el árbol, y que incluso un sacerdote fue a realizar un exorcismo en 1990. Parece ser que no surgió efecto.
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