La sinceridad y la honestidad son dos términos que tienden a usarse como si fueran sinónimos; en cambio, si hacemos un análisis adecuado de ambos podemos comprobar que aunque en determinados contextos podrían tener cierta relación en realidad difieren bastante en cuanto a su significado y su uso.
Entre las diferencias entre sinceridad y honestidad cabe destacar las diferentes características de las personas sinceras y de las personas honestas, aunque no son incompatibles ya que una persona puede poseer ambas virtudes. Por otro lado, ambos conceptos también se diferencian en en lo que respecta al sentido de la verdad y en su diferente praxis.
En este artículo hablaremos de las diferencias entre sinceridad y honestidad en las relaciones personales.
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¿En qué consiste la sinceridad?
La palabra sinceridad, del latín sincerĭtas, -ātis, derivado de sincērus ‘intacto, puro’, ‘sincero’, y consiste en ese respeto que muestran algunas personas hacia la verdad, mostrándolo en sus sentimientos, pensamientos, comunicaciones y acciones, en contra de cualquier fingimiento o mentira, demostrando así su sencillez y su franqueza, siendo un un rasgo de su personalidad.
También cabe destacar que la sinceridad puede ir más allá del hecho de contar siempre la verdad, ya que puede verse como una actitud que repercute en los patrones de comportamiento de las personas sinceras y además suele influir en el bienestar psicológico, ya que cuando una persona es sincera suele sentirse mejor consigo mismo, al contrario de lo que podría ocurrir si mintiera.
No obstante, la sinceridad podría llegar a causar ciertos inconvenientes para las personas en las relaciones sociales debido a que en determinados casos en los que la otra persona no está preparada para escuchar la verdad, la sinceridad podría llegar a causarle malestar; aunque si se dicen las cosas de manera asertiva y con tacto quizás se podría prevenir una reacción negativa a la hora de escuchar la verdad. Por otro lado, la sinceridad si no va de la mano de la empatía podría desencadenar una serie de comportamientos y formas de comunicarse con crueldad, pudiendo herir así a los demás.
Las principales características de las personas sinceras son estas:
- Opinión sincera: las personas sinceras tienden a expresar siempre su opinión a la cara, sin ir de espaldas.
- Confiable: las personas sinceras suelen mantener sus promesas, demostrando que se puede confiar en ellas.
- Muestran su admiración: las personas sinceras no tienen ningún pudor en mostrar su admiración hacia otras personas.
- Altruista: las personas sinceras tienden a ofrecer su ayuda a los demás sin esperar algo a cambio.
- Respetuosa: las personas sinceras tienden a mostrar respeto hacia los demás por igual.
- Autosuficiente: una persona sincera no busca agradar a los demás.
- Buena autoestima: las personas sinceras suelen gozar de una autoestima lo suficientemente alta.
- Humilde: una persona sincera no suele presumir de sus logros.
Por el contrario, una persona hipócrita, tendrá una tendencia a respetar únicamente a aquellas personas que tenga un determinado poder o cierto nivel de estatus; además, suelen criticar a los demás con bastante frecuencia, aunque no lo digan a la cara. Por otro lado, las personas hipócritas solamente suelen ayudar cuando creen que van a recibir algo a cambio y tienden a esforzarse por causar una buena imagen.
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¿En qué consiste la honestidad?
La palabra honestidad, del latín honestĭtas, -ātis, y consiste en comportarse y comunicarse con franqueza, de manera razonable y siendo correctos. Además, la honestidad es una manera de actuar que va de la mano con una serie de valores intrínsecos de la persona honesta.
Eso sí, para considerar que una persona es realmente honesta, sus pensamientos, sentimientos y acciones deben ser coherentes entre sí, de manera que la persona sería así justa e íntegra; de este modo esa persona también tendrá unos valores que estén acorde con las normas de la comunidad en la que vive.
Además, las personas honestas suelen comportarse y expresarse de forma leal y sincera, en base a una serie de principios morales que son considerados válidos de manera universal, evitando de esta forma llevar a cabo comportamiento o expresarse de manera reprobable hacia los demás.
Por lo tanto, podríamos decir que la honestidad es una cualidad de algunas personas que se encuentra estrechamente relacionada con los principios de la verdad y de la justicia.
Por otro lado, las características más destacables de las personas honestas son las siguientes:
- Buen nivel de autoestima: las personas honestas, al igual que las sinceras, gozan de una buena autoestima.
- Uso de un lenguaje directo: las personas honestas suelen expresarse de forma clara y directa, sin rodeos.
- Confianza: las personas honestas suelen mostrar confianza en los demás; además de ser personas confiables.
- Coherentes: las personas honestas se comportan de forma coherente con lo que expresan y con sus valores.
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Diferencias entre sinceridad y honestidad
Podríamos decir que las diferencias entre sinceridad y honestidad están en que la sinceridad está relacionada con esa predisposición que tienen algunas personas hacia la transparencia en sus acciones y comunicaciones, mientras que la honestidad está más alineada con el sentido de la justicia. Por otro lado, para las personas sinceras la verdad está vista como una realidad sin sesgos ni filtros y para las personas honestas sería una virtud compartida con los demás.
Por último, la sinceridad requiere actuar y comunicar las cosas tal y como son, aunque sean indeseadas para la persona que las recibe, mientras que la honestidad requiere actuar y comunicar de acuerdo con un sistema propio de valores.
A continuación veremos con más detalle algunas de las principales diferencias entre sinceridad y honestidad con el fin de que podamos distinguirlas con mayor facilidad para poder utilizarlas de forma adecuada en su contexto correspondiente.
1. Diferencias de ambos conceptos en lo que respecta al sentido de la verdad
Entre las diferencias entre sinceridad y honestidad conviene mencionar el diferente sentido de la verdad relacionado con cada uno de estos conceptos, y es que en el caso de las personas honestas, la verdad es considerada como una virtud compartida, ya que en estos casos sus acciones y su forma de comunicarse se mueven a través el sentido de justicia, por lo que siempre lo tienen presente.
Por otro lado, para las personas sinceras el sentido la verdad es considerada como lo opuesto a la falsedad, por lo que procuran comportarse y comunicarse con los demás evitando engañar, sin utilizar ningún filtro o distorsión de manera intencionada, ya que para ellas es importante explicar y mostrar las cosas como son en realidad y no de una manera sesgada para agradar a los demás o como quisieran que fuera desde su punto de vista; por lo tanto, las personas sinceras procuran decir la verdad de la forma más objetiva posible.
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2. Diferente praxis
Otra de las diferencias entre sinceridad y honestidad es el hecho de que ambos conceptos difieren de manera notable en cuanto a su sentido y también su praxis, ya que la honestidad se refiere a la integridad de una persona para hacer lo correcto sin afectar a los intereses de los demás de acuerdo con su propio sistema de valores.
En cambio, la sinceridad se refiere a la expresión de una una persona directa y franca a la hora de decir lo que siente, lo que ve y lo que piensa, siendo de este modo considerada como una persona auténtica al comunicar su punto de vista sobre las cosas sin tratar de condicionar a las personas con las que se comunica.
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3. La honestidad engloba la sinceridad
Por último, entre las diferencias entre sinceridad y honestidad cabe destacar que el concepto de honestidad engloba el de sinceridad; en otras palabras, una persona honesta ha de actuar con sinceridad, aunque no por ello quiere decir que ambos conceptos sean equivalentes, tal y como hemos podido comprobar en los anteriores apartados del presente artículo.
No obstante, sí que podríamos decir que existe bastante relación entre ambas, y esa podría ser la causa por la que muchas veces se usan ambas palabras indistintamente, aunque esperamos que estos ejemplos hayan podido servir de ayuda para poder diferenciarlas y emplear cada una en el contexto adecuado.
