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¿Qué es el Male Gaze?

Te explicamos cómo nos influye el male gaze y cuál es su relación con el machismo.

Male Gaze

Anuncios de cuchillas de afeitar para mujeres en los que se evita a toda costa que aparezca el vello femenino o de productos menstruales que generan una inquietante felicidad entre las mujeres que los usan. Comedias románticas en las que la chica deja absolutamente todo por el chico como si fuese lo único importante de su vida, o superheroínas en cuyos armarios solo existen trajes hipersexualizados. ¿No resulta curioso que el mundo que perciben los hombres no tiene que ver con el mundo real?

A lo largo de los siglos, el patriarcado y la organización social machista ha otorgado a los hombres el poder hacer, básicamente, todo lo que quieran sin recibir críticas o cuestionamientos. Esto se ha recopilado bajo el concepto de “male gaze”; la forma en que, bajo la mirada masculina, los creadores masculinos han plasmado en películas, series y otras representaciones culturales, su forma de entender el mundo.

Como estas formas culturales evidencian, esta forma de entender el planeta va de la mano con la sexualización constante y la interiorización del papel de la mujer como secundario al hombre. En este artículo, reflexionaremos sobre esta mirada masculina y la forma en que ha castigado a las mujeres a lo largo de los años en la forma en que estas son representadas, y cómo esto impacta a nivel social general.

Orígenes y concepto del male gaze

El término "male gaze" encuentra sus raíces en la teoría feminista y fue acuñado por la crítica de cine británica Laura Mulvey en la década de 1970. Mulvey propuso la idea de que la representación visual en los medios, especialmente en el cine, estaba dominada por la perspectiva masculina, afectando la forma en que se presentan y perciben los personajes femeninos. Este fenómeno no se limita únicamente al cine, sino que se extiende a diversas formas de medios y expresiones culturales.

Básicamente, el male gaze se podría traducir como la mirada masculina; la forma en que se han representado historias y otras formas culturales partiendo de la mirada y forma de entender el mundo de creadores masculinos ajenos, entre otras cosas, a la deconstrucción feminista.

El "male gaze" se compone de dos elementos clave: el primero es la mirada de la cámara, que se considera masculina al enfocarse y representar a los personajes desde la perspectiva de un observador masculino. El segundo elemento es la mirada del personaje masculino dentro de la narrativa, que tiende a objetivar y cosificar a los personajes femeninos. Ambos elementos trabajan en conjunto para consolidar una representación visual que refuerza las normas de género tradicionales.

Este concepto no solo aborda la presencia física de los personajes femeninos en pantalla, sino también la manera en que sus experiencias y narrativas se desarrollan. La reducción de las mujeres a meros objetos de deseo visual contribuye a la creación y perpetuación de estereotipos de género, limitando la diversidad de experiencias femeninas representadas en los medios. A lo largo de las décadas, el "male gaze" ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios culturales, pero su presencia persiste en gran medida. Comprender sus orígenes es esencial para desentrañar su impacto continuo en la forma en que percibimos y consumimos la cultura mediática.

Desarrollo del male gaze en la cultura popular

El "male gaze" ha tejido su presencia de manera intrincada a lo largo de diversas formas de medios de comunicación, influenciando la manera en que se construyen las narrativas y se presentan los personajes, especialmente los femeninos.

En el ámbito cinematográfico, el "male gaze" ha sido evidente en películas icónicas desde las épocas doradas de Hollywood hasta producciones contemporáneas. Los personajes femeninos a menudo son presentados como objetos de deseo, con la cámara enfocándose en sus cuerpos de manera objetiva y sexualizada. Este enfoque no solo refleja la visión masculina predominante, sino que también impacta la percepción de la audiencia sobre la feminidad y el papel de la mujer en la sociedad.

En la televisión, series emblemáticas a menudo han replicado patrones similares. Las tramas y la caracterización de personajes femeninos a veces caen en estereotipos, limitando la diversidad de representaciones y contribuyendo a la normalización del "male gaze". Aunque en años recientes ha habido avances en la presentación de personajes más complejos y empoderados, la persistencia del "male gaze" aún se observa en numerosas producciones.

La publicidad, por su parte, ha sido un terreno fértil para el "male gaze". La cosificación de la figura femenina ha sido una estrategia comercial común, utilizando la sexualización para vender productos de diversas índoles. Este enfoque publicitario refuerza estereotipos de género y establece expectativas poco realistas sobre la apariencia y el papel de las mujeres en la sociedad.

A medida que la sociedad ha evolucionado, también lo ha hecho el "male gaze". Sin embargo, este fenómeno persiste de maneras más sutiles y complejas en la era digital. La representación en redes sociales, videojuegos y plataformas de streaming sigue siendo objeto de debate, ya que la influencia del "male gaze" se adapta a las nuevas formas de medios y entretenimiento. Es esencial reconocer cómo el "male gaze" ha evolucionado en distintos medios y contextos, ya que este análisis arroja luz sobre la necesidad de desafiar y transformar las representaciones de género en la cultura popular contemporánea.

Sus efectos en la sociedad y las relaciones

El "male gaze" no se limita simplemente a la esfera mediática; su influencia se extiende a la sociedad y las relaciones cotidianas, afectando las percepciones y expectativas de género. La constante exposición a representaciones visualmente sesgadas contribuye a la internalización de normas patriarcales y la perpetuación de desigualdades de género.

En la sociedad, la presencia del "male gaze" puede contribuir a la cosificación de las mujeres, reduciéndolas a meros objetos de deseo en lugar de reconocer su agencia y complejidad como individuos. Esta cosificación puede tener consecuencias significativas, desde la objetivación en el ámbito laboral hasta la presión social para cumplir con estándares estéticos poco realistas.

En el ámbito de las relaciones interpersonales, el "male gaze" puede influir en la dinámica de poder y en las expectativas de género. La idea de que el valor de una persona, especialmente de las mujeres, está vinculado a su atractivo físico puede afectar la autoestima y generar presiones innecesarias en las relaciones. Además, la percepción distorsionada de la feminidad puede contribuir a la construcción de roles de género rígidos, limitando la libertad y la autenticidad en la expresión de la identidad.

El impacto del "male gaze" se extiende más allá de las relaciones individuales, afectando la cultura y la sociedad en su conjunto. Contribuye a la persistencia de desigualdades de género al normalizar y perpetuar estereotipos dañinos.

Las expectativas creadas por el "male gaze" pueden obstaculizar la equidad de género y dificultar la consecución de sociedades más inclusivas y justas. A pesar de estos desafíos, el reconocimiento del "male gaze" y la crítica a estas representaciones están generando cambios. Movimientos y voces que desafían las normas establecidas buscan promover la igualdad de género y cuestionar la mirada dominante. La resistencia a las influencias del "male gaze" es esencial para construir sociedades que celebren la diversidad y respeten la autonomía de todas las personas, independientemente de su género.

Críticas y debates actuales

A medida que la conciencia sobre el "male gaze" ha crecido, han surgido críticas y debates en torno a su definición y aplicación. Algunas voces sostienen que el término puede simplificar la complejidad de las representaciones mediáticas y no tener en cuenta las variadas perspectivas de género. Argumentan que centrarse exclusivamente en la mirada masculina puede pasar por alto otras formas de representación problemáticas.

Además, se debate sobre si el "male gaze" ha evolucionado lo suficiente con los cambios culturales y si las críticas al concepto han sido suficientemente consideradas. Algunos argumentan que, en la era actual, con un mayor enfoque en la diversidad y la inclusión, las representaciones en los medios están experimentando transformaciones positivas.

Otro punto de discusión radica en cómo las críticas al "male gaze" pueden impactar la creatividad artística y la libertad de expresión. Algunos argumentan que la censura o la autocensura pueden surgir si los creadores temen ser etiquetados como perpetuadores del "male gaze", lo que podría afectar negativamente la diversidad de expresiones artísticas.

Es crucial reconocer estas críticas para comprender la complejidad del debate en torno al "male gaze". Aunque el concepto sigue siendo valioso para analizar y desafiar las representaciones de género, es esencial abordar estas críticas de manera constructiva para fomentar discusiones más amplias y avanzar hacia una representación más equitativa en los medios y la cultura en general.

Conclusiones

En conclusión, el "male gaze" persiste como una fuerza cultural influyente, permeando los medios y afectando la sociedad y las relaciones. Aunque ha generado debates sobre su aplicabilidad y consecuencias, su reconocimiento es esencial para avanzar hacia representaciones más equitativas. La resistencia a estas normas tradicionales es crucial para fomentar una cultura mediática diversa y empoderante. Reflexionar sobre el "male gaze" nos insta a cuestionar y desafiar las narrativas limitantes de género, promoviendo un futuro donde la igualdad y la autenticidad prevalezcan.

  • Oliver, K. (2017). The male gaze is more relevant, and more dangerous, than ever. New Review of Film and Television Studies, 15(4), 451-455.

Al citar, reconoces el trabajo original, evitas problemas de plagio y permites a tus lectores acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos. Asegúrate siempre de dar crédito a los autores y de citar de forma adecuada.

Javi Soriano. (2024, marzo 11). ¿Qué es el Male Gaze?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/social/male-gaze

Psicólogo

Javi Soriano es graduado en Psicología por la Universidad de Valencia y está acabando un Máster en Investigación Psicosocial. Le interesa todo lo que tiene que ver con las personas y la sociedad, pero le encanta leer y escribir sobre temas relacionados con el género, la sexualidad y las minorías. Es una persona muy curiosa a la que le encantan los debates y aprender de los demás.

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