El trastorno por comportamiento sexual compulsivo (CSBD) es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por un patrón persistente de falta de control sobre los impulsos sexuales intensos y repetitivos, lo que puede tener graves consecuencias en la vida de quienes lo padecen. Un aspecto particularmente interesante de este trastorno es cómo afecta las relaciones interpersonales y la conexión emocional con los demás.
Investigaciones recientes han arrojado luz sobre los rasgos de personalidad asociados al CSBD y cómo estos influyen en la capacidad de las personas afectadas para establecer y mantener vínculos saludables.
Este artículo profundiza en la compleja relación entre la personalidad de quienes padecen CSBD y sus dificultades para conectar emocionalmente con otros, centrándose en el miedo a la pérdida de relaciones y los desafíos que enfrentan para confiar en los demás.
Características de personalidad en personas adictas al sexo
Las personas que padecen trastorno por comportamiento sexual compulsivo (CSBD) presentan rasgos de personalidad distintivos que contribuyen a sus dificultades para establecer y mantener relaciones interpersonales saludables. Un estudio reciente realizado por Engel y su equipo en 2023 examinó las características de personas con trastorno hipersexual, una condición muy similar al CSBD, examinándolos en comparación con otros hombres sin el trastorno.
Los resultados mostraron que los hombres con hipersexualidad presentaban mayores niveles de desajuste en todos los dominios de personalidad evaluados mediante el Inventario de Personalidad para el DSM-5. Estos incluyeron:
- Afecto negativo: tendencia a experimentar emociones negativas intensas como ansiedad, depresión e irritabilidad.
- Desapego: dificultad para sentirse emocionalmente cercanos a otros y evitación de la intimidad.
- Psicoticismo: pensamientos y comportamientos excéntricos o inusuales.
- Antagonismo: rasgos como la manipulación o la falta de empatía que pueden erosionar la confianza.
- Desinhibición: impulsividad y dificultad para controlar los impulsos, incluyendo los sexuales.
Estos hallazgos sugieren que las personas con CSBD tienden a experimentar más emociones negativas, mayor aislamiento social, pensamientos y comportamientos excéntricos, dificultades interpersonales y problemas de control de impulsos en comparación con la población general.
Es importante destacar que estos rasgos de personalidad no solo caracterizan el trastorno, sino que también juegan un papel crucial en las dificultades que estas personas experimentan para conectar emocionalmente con los demás. La combinación de estos factores crea un perfil de personalidad complejo que contribuye significativamente a los problemas interpersonales y al sufrimiento emocional asociado con el CSBD.
El miedo a la pérdida de relaciones
Lo que distingue significativamente a las personas con trastorno por comportamiento sexual compulsivo es su profunda preocupación por los vínculos sociales que desarrollan y el intenso temor a perder a sus seres queridos. Según la revisión realizada por Efrati, Kraus y Kaplan en 2022, los individuos con este trastorno reportan altos niveles de preocupación por sus lazos sociales, un miedo intenso a perder a sus personas cercanas, al mismo tiempo que experimentan dificultades significativas para confiar en los demás.
Curiosamente, en comparación con las personas que sufren de adicciones a sustancias, quienes padecen CSBD muestran una mayor preocupación por las potenciales pérdidas de relaciones que pueden sufrir, refiriendo así más conciencia de enfermedad que en otras adicciones. Esta característica crea una dolorosa paradoja en la vida de estas personas; por un lado, anhelan profundamente la conexión emocional y temen perder sus relaciones personales, pero por otro, sus patrones de comportamiento sexuales y rasgos de personalidad les dificultan establecer y mantener en el tiempo vínculos saludables en los que no se incluya una relación sexual.
El miedo al abandono y la dificultad para confiar pueden manifestarse de diversas formas en las relaciones interpersonales de quienes padecen CSBD. Puede ser normal la aparición de comportamientos derivados de un apego ansioso o evitativo, como los celos excesivos o infundados y la necesidad constante de reafirmación emocional. Por otro lado, puede aparecer la dificultad para establecer una intimidad emocional genuina, y la tendencia a sabotear las relaciones existentes por miedo al rechazo.
Esta combinación de factores suele generar un ciclo autodestructivo: el miedo al abandono lleva a comportamientos que terminan alejando a los demás, lo que a su vez refuerza los temores iniciales. Romper este ciclo es uno de los mayores desafíos en el tratamiento del CSBD y requiere un abordaje terapéutico que integre el manejo de los comportamientos sexuales compulsivos con estrategias para mejorar las habilidades interpersonales y la regulación emocional.
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Cómo los rasgos de personalidad afectan las relaciones
Existen varios rasgos de personalidad vinculados al trastorno por comportamiento sexual compulsivo. Estos pueden tener un impacto significativo en la capacidad de estas personas para establecer y mantener relaciones interpersonales saludables. La combinación de estos rasgos puede crear un patrón de relaciones inestables y conflictivas. El miedo al abandono puede llevar a comportamientos que paradójicamente alejan a los demás, reforzando los temores iniciales.
1. Afecto negativo
La tendencia a experimentar emociones negativas intensas como ansiedad, depresión e irritabilidad puede generar tensión dirigida hacia las relaciones. Las fluctuaciones emocionales frecuentes y la inestabilidad afectiva dificultan que la pareja se sienta segura y cómoda en la relación.
2. Desapego
A pesar del miedo a perder vínculos afectivos, muchas personas con CSBD tienen al mismo tiempo dificultades para sentirse emocionalmente conectadas a otras personas. Esto crea una paradoja dolorosa en la que anhelan conexión pero les cuesta lograrla, complicando así su intimidad emocional.
3. Antagonismo
La existencia de rasgos como la manipulación o la falta de empatía pueden erosionar del mismo modo la confianza que estas personas depositan en sus relaciones. La dificultad para considerar las necesidades y sentimientos de la pareja genera conflictos frecuentes que envuelven la dinámica relacional.
4. Desinhibición
La impulsividad y la dificultad para controlar los impulsos sexuales suelen generar conflictos con las parejas. Los comportamientos sexuales compulsivos pueden llevar a infidelidades o situaciones que dañan la confianza.
5. Psicoticismo
El psicoticismo puede generar pensamientos y comportamientos excéntricos que pueden resultar desconcertantes para la pareja y para el entorno social en general, dificultando la comprensión mutua y la conexión emocional.
El círculo vicioso del aislamiento
La combinación de rasgos de personalidad y dificultades relacionales en personas con trastorno por comportamiento sexual compulsivo suele generar un círculo vicioso de aislamiento social.
En este ciclo, la persona con CSBD empieza anhelando la conexión con alguien, pero teme su rechazo. Así, sus comportamientos sexuales compulsivos generan conflictos en sus relaciones interpersonales, lo que hace que el miedo al abandono se intensifique, llevando a conductas contraproducentes como celos excesivos o intentos de control. A partir de aquí, las relaciones se deterioran, lo que confirma los temores iniciales de abandono, con lo cual, el aislamiento social resultante aumenta el malestar emocional y la ansiedad social. Finalmente, los comportamientos sexuales compulsivos se intensifican como un mecanismo de afrontamiento inadecuado.
La vivencia del círculo vicioso del aislamiento refuerza los patrones problemáticos y dificulta aún más establecer relaciones saludables. La persona se encuentra atrapada entre su deseo de intimidad y su temor al rechazo, lo que la lleva a comportamientos que paradójicamente le alejan de los demás.
Romper este círculo es uno de los principales retos en el tratamiento del CSBD. Requiere un abordaje integral que, por un lado, fomente el manejo de los comportamientos sexuales compulsivos y el desarrollo de habilidades interpersonales saludables. Por otro lado, el trabajo terapéutico debe centrarse también en el miedo al abandono y la confianza, promoviendo el aprendizaje de estrategias de regulación emocional adaptativas.
Implicaciones para el tratamiento
Comprender las dinámicas de personalidad y relaciones en personas con trastorno por comportamiento sexual compulsivo es crucial para desarrollar tratamientos efectivos. Las intervenciones terapéuticas deben enfocarse en abordar múltiples aspectos fundamentales.
El objetivo principal es ayudar a los pacientes a desarrollar habilidades emocionales y relacionales más adaptativas. Esto implica trabajar en la regulación emocional para manejar el afecto negativo, fortalecer la confianza en las relaciones, mejorar la comunicación interpersonal y desafiar creencias negativas sobre uno mismo y los demás.
La terapia cognitivo-conductual, la terapia de esquemas y los enfoques basados en el apego han demostrado ser especialmente prometedores. Estos modelos terapéuticos permiten un abordaje integral que no solo se centra en los comportamientos sexuales compulsivos, sino también en los patrones relacionales disfuncionales y las dificultades emocionales subyacentes.
El tratamiento requiere un trabajo terapéutico a largo plazo que ayude a los pacientes a romper el círculo vicioso del aislamiento. El objetivo final es desarrollar habilidades para establecer y mantener relaciones íntimas saludables, mejorando significativamente la calidad de vida de quienes padecen CSBD.