El bloqueo emocional es una barrera psicológica que nos imponemos a nosotros mismos y que impide que podamos discernir con claridad en algunos aspectos de la vida.
Todos, en algún momento de nuestra vida, notaremos este tipo de bloqueos psicológicos. Cuando ocurren, nuestra sensación es de total pérdida de control sobre la situación y sobre nosotros mismos. Nos quedamos paralizados, sin respuesta ante el contexto que estamos viviendo. Nuestras emociones nos secuestran y no nos dejan avanzar. En el artículo de hoy intentaremos descubrir cuáles son las causas, los síntomas y las claves para entender este fenómeno.
Descubriendo y controlando los bloqueos emocionales
Además, los bloqueos emocionales tienen la capacidad de dificultar que avancemos a la hora de conseguir ciertos objetivos de nuestra vida. Podemos ser capaces de desarrollar nuestra vida con normalidad, sin embargo, en algún momento de la vida podemos padecer un bloqueo. Algunas personas, por ejemplo, están altamente capacitadas en el ámbito laboral y, no obstante, en el momento de establecer relaciones sentimentales estables, se atascan y no logran desarrollarse como desearían.
Así pues, otros pueden desenvolverse adecuadamente en el ámbito sentimental y sucederles justamente lo opuesto en el ámbito laboral: no logran encontrar un empleo que les satisfaga. O aparentemente todo les va bien en la oficina, pero no se dan a conocer como realmente son por inseguridad. Ello hace que muestren una máscara ante los demás con el fin de sentirse más seguros, impidiendo de esta manera ser ellos mismos, como si de alguna manera estuvieran encorsetados emocionalmente.
Algunos ejemplos de bloqueo emocional
Hay varios signos y señales que nos pueden advertir de que alguien padece un bloqueo emocional.
Por ejemplo, no querer actuar por miedo al fracaso, no participar en eventos, sentir miedo a quedar mal, pavor a ser rechazado o no ser aceptado, timidez o vergüenza, ausencia de motivación, pesimismo e incapacidad de vislumbrar soluciones ante un obstáculo, envidia, celos, juzgar superficialmente a los demás sin atreverse a profundizar y comprender cómo son.
Causas frecuentes
El miedo y la inseguridad, y también el sentirnos inferiores al resto, son las causas más frecuentes del bloqueo emocional. Actualmente, la coyuntura económica y social nos predispone en mayor medida a sufrir este tipo de bloqueos.
Esto se debe a que la percepción colectiva de la realidad negativa que nos envuelve influye sobre nosotros inconscientemente como individuos que formamos parte de un conjunto, de manera que podríamos estar hablando de que existe una atmósfera social negativa, en que priman ciertos valores como la competitividad y el pragmatismo. Estos valores pueden entrar en colisión con la necesidad que todos tenemos de sentirnos incluidos, queridos y apoyados en el grupo social. Dicho de otro modo, cuando no encontramos un grupo social donde sentirnos representados e identificados, tendemos a sufrir crisis de identidad que nos pueden conducir a sensaciones de baja autoconfianza.
¿Cómo podemos eliminar el bloqueo emocional?
Si nuestras emociones son positivas, surge la alegría, la creatividad, la motivación y la espontaneidad. Por ejemplo, supongamos que nos hallamos sin empleo desde hace bastante tiempo, que nos citan para entrevistas y que siempre obtenemos la misma respuesta negativa. Esto puede causar que creamos que ya no vale la pena el esfuerzo que supone ni siquiera desplazarse. Así, sin percatarnos, nosotros mismos nos predisponemos mentalmente a que los bloqueos emocionales nos impidan hallar una solución ante tal situación. Es un círculo vicioso del que es complicado escapar.
Del mismo modo, en nuestro día a día nos sobrevienen pensamientos de futilidad y desazón, como por ejemplo: “¿para qué voy a ir...?”, “sé que no van a contratarme”, “hay candidatos más cualificados”, “notarán que estoy nervioso”, “con el tiempo que llevo en paro y la edad que tengo”, ya no soy apto”, “fracasaré”.
Combatiendo el pensamiento negativo
Este tipo de pensamiento pesimista nos bloquea de tal manera que después, en el momento de la entrevista, lo que transmitimos de forma no verbal es percibido inconscientemente por el entrevistador. Y si lo que transmites es negatividad… no vamos a ser un candidato demasiado deseable.
Si no eres convincente contigo mismo, vacilas constantemente, crees que no tienes posibilidad alguna, etcétera, estás abocado a permanecer siempre en esta situación de inmovilidad. Para eliminar el bloqueo, debemos adquirir una perspectiva positiva de la realidad, de manera que si te encuentras bien emocionalmente no habrá bloqueos y podrás expresarte con mayor fluidez. Intenta pensar en cosas que hagan aflorar emociones positivas.
Aunque inicialmente te encuentres desasosegado, procura pensar en positivo, por ejemplo: “soy una persona muy válida”, “creo en mí mismo”, “si no me eligen habré aprendido de esta experiencia de cara a la próxima entrevista”... De esta manera estarás predisponiendo que en tu cerebro se creen estructuras nuevas que orienten de forma natural tus pensamientos, de forma que, lo que mentalmente creemos se transmita en la imagen que damos de nosotros mismos..
Desmontando la Ley de Murphy: la mala suerte no existe
La “Ley de Murphy” enuncia lo siguiente: “Si algo puede salir mal, saldrá mal”, de tal forma que, si la tostada siempre cae del lado de la mantequilla sobre el suelo, es porque sin duda tenemos mala suerte. Sucede lo mismo si lo extrapolamos con el bloqueo emocional, por ejemplo cuando pensamos: “nunca me cogen, seguro que en esta entrevista sucederá lo mismo”.
Pero nada más lejos de la realidad. La Ley de Murphy, lo único que simplemente viene a decir es que: “si algo puede suceder, sucederá”. Si realmente nos sentimos capacitados para hacer que algo suceda, las probabilidades de que suceda aumentarán asombrosamente.
Reflexionando sobre los bloqueos
Hay una teoría en física cuántica, denominada “el gato de Schrödinger”. Esta sugiere que, a nivel de la física de partículas, un gato dentro de una caja con una cápsula de veneno que en cualquier momento puede romperse, estará vivo y muerto al mismo tiempo. Esto también es aplicable al bloqueo emocional, si el miedo nos atenaza, nunca seremos capaces de averiguar si hubiéramos conseguido lo que teníamos en mente. Así que si no tenemos el valor de abrir la caja, permaneceremos bloqueados.
Cuando verdaderamente nos creemos capaces y estamos seguros de nosotros mismos, transmitimos un aura de confianza que los demás aún sin ser conscientes perciben intuitivamente. A menudo algo nos atrae de otra persona y es posible que sea esa seguridad en nosotros mismos, de tal modo que debes cuidar tus pensamientos y no dejar que los pensamientos negativos te impiden progresar.
Referencias bibliográficas:
- Cortés de Aragón, L. (1999). Autoestima. Comprensión y Práctica. San Pablo.
- Mc Clelland, D y Atkinson J. (1985). Motivación y Emoción. Mc Graw Hill.
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