La creciente aceptación del paradigma de la neurodiversidad invita a replantear la contribución de la psicología al apoyo de las personas neurodivergentes.
Por eso, hoy día, los profesionales de la psicología nos adaptamos a esta nueva perspectiva mediante cuatro grandes ejes de intervención: la comprensión del marco neurodiverso, la adaptación terapéutica, el fortalecimiento de fortalezas y recursos personales, y la integración de herramientas científicas y contextuales. Veamos cómo aplicamos todo esto en nuestro trabajo.
Comprender la neurodivergencia desde un enfoque afirmativo
Tradicionalmente, muchas intervenciones se han centrado en reducir o “corregir” rasgos considerados atípicos, sin atender suficientemente al impacto psicológico de esa orientación. En cambio, la perspectiva de la neurodiversidad plantea que las variaciones neurológicas (como las presentes en el autismo, el TDAH, la dislexia o la dispraxia) se entienden como formas válidas de diferencias humanas, no únicamente como déficits.
Desde este marco, la labor psicológica consiste en favorecer el ajuste entre la persona y su entorno, promoviendo la aceptación, la autorregulación y el desarrollo de una identidad coherente. Es necesario abandonar como objetivo terapéutico la supresión de rasgos neurales, y priorizar en cambio la salud mental, el bienestar y la autoaceptación interviniendo no solo en el individuo, sino también en su contexto social.
Este cambio ético y conceptual implica que el profesional se oriente hacia prácticas que respeten la agencia del individuo, involucren su propia voz y promuevan entornos sensibles al ajuste sensorial, la previsibilidad y la comunicación adaptada.
Adaptar la intervención psicológica a la persona neurodivergente
Una vez adoptado el marco afirmativo, la psicología debe traducirlo en intervenciones concretas adaptadas. Por ejemplo, en la aplicación de enfoques como la terapia cognitivo-conductual, es fundamental reconocer las diferencias neurológicas subyacentes (ya no como barreras a eliminar, sino como puntos de apoyo para el diseño terapéutico).
De este modo, la intervención psicológica debe contemplar aspectos como la reestructuración cognitiva adaptada a estilos de procesamiento específicos, la creación de rutinas que minimicen la sobrecarga sensorial, el uso de entornos que ofrezcan predictibilidad, y la planificación de apoyos colaborativos con la persona, la familia y el entorno educativo o laboral.
En definitiva, la psicología personalizada, no un enfoque estándar para todos, se convierte en eje clave de intervención.
Potenciar las fortalezas personales y el desarrollo de recursos
Una de las áreas más importantes del apoyo de la neurodivergencia en psicología es el enfoque de psicología positiva aplicada a la neurodiversidad: reconocer que, junto a las dificultades funcionales, existen fortalezas específicas que pueden activarse.
En este sentido, una revisión conceptual reciente identifica dominios de fortaleza en personas autistas (perceptual, razonamiento, experticia, carácter) y mecanismos de cambio asociados que pueden mejorar el bienestar psicológico.
Desde esta perspectiva, la labor psicológica se orienta no solo a mitigar el sufrimiento, sino también a descubrir, cultivar y aplicar esas fortalezas en ámbitos de vida cotidianos: la creatividad, la atención al detalle, la perseverancia, el pensamiento lateral pueden convertirse en palancas de bienestar y realización personal.
Asimismo, se promueve la resiliencia en contextos de neurodivergencia, pues los factores protectores relacionados con identidad, afiliación, sentido de propósito y entornos sociales sensibles juegan un papel clave en la salud mental.
En terapia, pues, se integra la gestión de dificultades con la construcción de una narrativa personal que reconozca no solo lo que cuesta, sino también lo que puede potenciarse.
Integración de herramientas científicas, contextuales y de entorno
La psicología moderna dirigida a la neurodivergencia no se limita al diálogo terapéutico: incorpora también datos de la neurociencia, consideraciones contextuales y colaboraciones interprofesionales. Por ejemplo, trabajos recientes en neuroimagen y conectómica tienen como objetivo caracterizar los patrones de conectividad cerebral en distintas formas de neurodesarrollo, lo que sugiere trayectorias más individualizadas de apoyo a futuro.
Pero más allá de la técnica, la intervención ocupa una dimensión contextual: colaborar con centros educativos, entornos laborales, familias y comunidades para adaptar los apoyos, asegurar que el entorno minimice barreras sensoriales o sociales, y que los procesos de diagnóstico, acompañamiento y seguimiento sean sensibles al propio neurotipo de la persona.
La investigación subraya que sin implicar a la persona neurodivergente como agente de su cambio, y sin adaptar el entorno, muchas intervenciones pierden eficacia. Un marco de intervención afirmativa lo deja claro.
Así, la psicología asume un rol de coordinación: evaluar recursos personales, adaptar contexto, ajustar técnicas, trabajar en red.
Una psicología más abierta e inclusiva
La gestión de la neurodivergencia desde la psicología requiere un salto cualitativo: pasar de un enfoque dirigido a “arreglar” diferencias a uno que reconozca diferencias cualitativas en la manera de pensar y de percibir el mundo, y que respete y potencie estos rasgos como parte de la identidad de cada individuo. Para ello, es imprescindible adoptar modelos afirmativos, adaptar las intervenciones a perfiles únicos, activar fortalezas personales, y trabajar de forma integrada con el entorno y los avances científicos.

Tomas Santa Cecilia
Tomas Santa Cecilia
Psicologo Consultor: Master en Psicología Cognitivo Conductual
Al hacerlo, la psicología no solo supera dificultades, sino que contribuye a que las personas neurodivergentes construyan vidas más coherentes con su modo de ser, más satisfactorias y más conectadas con sus propios valores. En ese sentido, el profesional psicológico se convierte en facilitador de procesos de autorregulación, crecimiento y sentido vital, más que en gestor de síntomas.


Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad
















