La experiencia de irse a estudiar mediante un programa de Erasmus suele ser vista como un privilegio. Una de esas vivencias que dan forma a los años más felices del estudiante universitario europeo. Tiene sentido que esto ocurra: es una muy buena manera de conocer mundo y, de paso, establecer contacto con gente interesante de otras culturas.
Sin embargo, la realidad es que no son pocas las personas que sufren problemas de estrés al irse de Erasmus; veamos cuáles son sus variantes más comunes y cómo afrontarlas.
Los problemas de estrés durante los Erasmus
Cada año, más de 50.000 estudiantes españoles se embarcan en la aventura de llevar a cabo un Erasmus. El programa Erasmus facilita la movilidad académica de estudiantes dentro de la Unión Europea, pudiendo estudiar entre tres y doce meses en otro país y otra universidad, con opción de solicitar una beca económica por el coste que vivir en el extranjero puede suponer.
Ahora bien, lo que para algunas personas puede ser una experiencia muy divertida puede resultar demasiado estimulante e incluso sobrepasada para otras. Si este es tu caso, ¡no te preocupes! Aquí encontrarás consejos generales para saber qué hacer ante los problemas de estrés durante un Erasmus.
- Artículo relacionado: "Tipos de estrés y sus desencadenantes"
Estrés pre-Erasmus
Algunas personas hablan del estrés anticipatorio al Erasmus refiriéndose a las emociones experimentadas unas semanas o meses previos al inicio de esta experiencia. En estos momentos, aparecen sensaciones de nerviosismo o miedo, dudando si la decisión tomada ha sido correcta o si podrán arrepentirse en el futuro una vez dé comienzo el curso escolar.
Además, en las semanas previas a un Erasmus, tienes que organizarte para poder despedirte de tus amigos y familiares, junto con preparar tu equipaje y asegurarte de que tienes toda tu documentación en regla para tu llegada y comienzo de curso.
Estas son varias claves para gestionar tu montaña rusa de emociones al prepararte para tu nueva aventura:
1. Controla el papeleo
La cantidad de papeles relacionados con la universidad, el alquiler de una habitación o los billetes de avión puede llegar a sobrepasarte. Por ello, es recomendable que los tengas todos bajo control, los organices y te asegures de que están bien. Una vez hecho esto, ya te puedes olvidar de esta parte del proceso hasta que te dirijas al aeropuerto para coger tu avión. Pequeñas cosas como estas son las que nos agobian de forma inconsciente, así que es buena idea quitárnoslas de encimas cuanto antes para avanzar sin pánicos.
- Quizás te interese: "Gestión del tiempo: 13 consejos aprovechar las horas del día"
2. Pregunta a otras personas por su experiencia
Si no se te pasa del todo el miedo de enfrentarte a una experiencia como esta, recurre a personas amigas o conocidas que hayan hecho un Erasmus antes. Preguntar por su experiencia y comentar tus miedos te puede venir muy bien para conocer vivencias que se puedan parecer un poco a las tuyas ahora mismo.
3. Hasta que no lo hagas, no lo sabrás
Es normal pensar que algo puede salir mal, siendo que un Erasmus engloba muchos aspectos diferentes de tu vida. Pero de la misma forma que puede salir mal, también puede salir bien. Hasta que no te expongas a las situaciones reales, no lo descubrirás, y la evitación no es una buena técnica de afrontamiento a las cosas que te dan miedo.
A tu llegada al nuevo país
Una vez llegues a tu nuevo destino, todo va a resultar muy estimulante. Aquí encontrarás diferentes situaciones que pueden generarte estrés, para que las tengas en consideración y prepares formas de afrontarlas en caso de experimentarlas.
1. Adaptación
Es normal que te puedan agobiar tus primeros días en este destino y tu adaptación a tus nuevos entornos. El estrés siempre te va a acompañar en situaciones que sean inciertas, pudiendo hacerte sentir intranquilidad e inseguridad.
Para solucionarlo, lo mejor es mentalizarte de tu nueva situación y darte el tiempo que necesites para amoldarte a ella. Utilizar mecanismos o técnicas de relajación puede servirte de ayuda para los momentos que te puedan sobrepasar, para ayudarte a pensar de forma más objetiva y conectarte con tus emociones de forma sincera.
- Artículo relacionado: "Síndrome de Ulises: el estrés crónico en personas inmigrantes"
2. Soledad
Muchas veces, el Erasmus se presenta como una experiencia basada en la sociabilidad, y es normal que te dé miedo pensar en la posibilidad de no hacer amigos, no encajar, o que, por otra parte, eches de menos a tus seres queridos y te sientas solo/a. No te preocupes, en los Erasmus se organizan muchísimas actividades muy fáciles de acceder para poder conocer a otras personas y el entorno que nos rodea. Además, las redes sociales y plataformas online nos ofrecen alternativas para conocer a gente con la que puedas compartir gustos o aficiones.
3. Finanzas
Puede ser que irte de Erasmus sea tu primera experiencia gestionando tus finanzas personales. La gestión de gastos, como abrirse una cuenta bancaria en el extranjero o comprender las comisiones de las monedas extranjeras, puede suponer un reto estresante. Es mejor que te lo tomes con tiempo y, lo más importante, que busques asesoramiento. No vas a ser la primera persona que hace un Erasmus en el destino en el que estás, estarás rodeado/a de personas en tu misma situación, y un problema compartido siempre será menor. Busca ayuda por parte de tu universidad de acogida y los grupos de acogida a Erasmus siempre te resultarán de gran ayuda.
Disfruta conociéndote en este nuevo contexto
Lo más importante es que te dejes llevar y disfrutar por la experiencia. Un Erasmus es una experiencia nueva muy estimulante, y es lo más normal que tengas momentos complicados o que eches de menos a los tuyos. Pero lo positivo de las experiencias novedosas es que son las que más nos hacen aprender, y seguro que, sea como sea, aprenderás cosas nuevas de una experiencia como esta.