La psicosis en la enfermedad de Parkinson: ¿cómo se trata?

Los delirios y alucinaciones pueden acompañar a otros síntomas típicos, como los temblores.

Psicosis en la enfermedad del Parkinson
Estos síntomas pueden ir acompañados o no por la demencia.Unsplash.

Las enfermedades mentales, sobre todo las que poseen una naturaleza neurodegenerativa, afectan a las funciones cerebrales de los pacientes de manera que todavía continúan sorprendiendo a la comunidad médica y científica. Este es el caso de la psicosis producida por la enfermedad de Parkinson.

Aunque no es lo más común, en algunas ocasiones la demencia que puede acompañar a la enfermedad de Parkinson se convierte en una psicosis, provocando todo tipo de síntomas propios de esta. En este artículo hablaremos de dichos síntomas y de los posibles tratamientos que existen para combatirlos.

Cuando el Parkinson precede a la psicosis

Por regla general, la enfermedad de Parkinson es considerada una afección neurodegenerativa que se distingue por provocar toda una serie de alteraciones del movimiento. Los síntomas más característicos de esta son aquellos que afectan a la función motora y se manifiestan mediante unos temblores muy característicos, dificultades con la marcha y problemas para iniciar el movimiento.

Sin embargo, además de los síntomas motores, esta enfermedad también se caracteriza por ocasionar síntomas relacionados con la cognición y el estado de ánimo. Por lo que no es extraño que en ciertos casos aparezcan síntomas psicóticos asociados a la enfermedad de Parkinson.

En algunos pacientes de Parkinson, aparece una demencia progresiva conocida como demencia de los cuerpos de Lewy. Estos cuerpos consisten en aglomeraciones anormales en el cerebro de una proteína conocida como sinucleína. Aunque este elemento es habitualmente encontrado en la región de la sustancia negra, la dispersión de los cuerpos de Lewy fuera de esta se ha asociado a síntomas no motores y al desarrollo de una demencia progresiva.

Se estima que entre un 20 y un 30% de los enfermos de Parkinson que desarrollan una demencia pueden llegar a presentar síntomas psicóticos. No obstante, también existen casos registrados de psicosis en ausencia de demencia. Finalmente, a medida que la enfermedad de Parkinson se agrava, también lo hace la gravedad de los síntomas psicóticos.

Habitualmente, la sintomatología psicótica suele aparecer tras el paso de los años de la enfermedad, sobre todo cuando esta se encuentra en sus etapas más graves. Sin embargo, existe la posibilidad de que estos aparezcan en cualquier momento, incluso al poco tiempo de haber emprendido el tratamiento para el Parkinson.

¿Cuáles son estos síntomas psicóticos asociados al Parkinson?

Tradicionalmente, se ha definido la psicosis como una alteración mental o psiquiátrica en la que el paciente experimenta algún tipo de delirios y/o alucinaciones de cualquier índole. Además, cuando esta sintomatología aparece dentro de la evolución de la enfermedad de Parkinson, la persona puede manifestar también estados de confusión.

Esta sintomatología psicótica es precedida por una serie de alteración y cambios en los patrones del sueño, tales como el trastorno de la conducta del sueño REM, el cual se distingue por ser una parasomnia en la que existe una falta de atonía muscular en fase REM. Asimismo, también se acompaña de movimientos fuertes y súbitos y por la experimentación de sueños violentos.

A continuación, pasamos a explicar de qué manera aparecen los síntomas psicóticos en los pacientes con enfermedad de Alzheimer.

1. Alucinaciones

Las alucinaciones son uno de los síntomas más característicos de las afecciones psicóticas. Estas provocan que la persona perciba estímulos que no se encuentran realmente ahí. En el caso concreto del Parkinson estas alucinaciones pueden ser visuales, auditivas o, incluso, táctiles.

Al inicio de la aparición de las alucinaciones, estas pueden llegar a ser muy terroríficas para el paciente, puesto suelen estar relacionadas con la percepción de personas ya fallecidas o elementos sumamentes extraños. Por desgracia, la gravedad de estas tiende a aumentar con el desarrollo de la enfermedad, provocando verdaderos estados de ansiedad y pánico en el paciente.

2. Delirios

En los pacientes de Parkinson con sintomatología psicótica, los delirios o ideas delirantes suelen ser de naturaleza paranoide. El contenido de estas suele estar relacionado con la idea que de lo vigilan, lo persiguen o de que una o varias personas intenta hacerle algún daño de cualquier tipo.

3. Estados de confusión

En los estados de confusión o síntomas confusionales, el paciente experimenta alteraciones en su estado de conciencia. Una de las señales de que el paciente está comenzando a manifestar síntomas psicóticos es que este tiende a experimentar fluctuaciones entre los estados de alerta y vigilia, problemas de concentración y una especie de desconexión de todo lo que le rodea.

Este tipo de pensamiento desorganizado tiende a favorecer las ideas paranoides anteriormente mencionadas. Además, si esto sucede en pacientes de edad avanzada o en los que existe comorbilidad con otras enfermedades, este puede llegar a alcanzar estados de delirium graves.

¿Existe algún tratamiento?

Antes de iniciar cualquier tipo de intervención para paliar los síntomas psicóticos del Parkinson, se debe definir concretamente cuáles son las causas que están ocasionando estos síntomas. Habitualmente, estos son provocados por la propia medicación antiparkinsoniana; sin embargo, pueden ser también consecuencia de una infección que desencadena el delirium o a la propia demencia que acompaña la enfermedad de Parkinson.

Una vez se haya determinado el origen, pueden comenzar a adoptarse las primeras medidas de tratamiento. Debido a que la propia medicación es la responsable de la aparición de delirios y alucinaciones, los primeros pasos a seguir consisten en ajustar la dosis de esta. No obstante, este es un proceso realmente complicado; puesto que si de rebaja demasiado la medicación los síntomas motores del Parkinson pueden aumentar drásticamente. Pero si no se realiza algún cambio se incrementará la sintomatología psicótica.

En el caso de no conseguir rebajar los síntomas psicóticos con un ajuste en la medicación para el Parkinson, el facultativo puede decidir recurrir a la medicación antipsicótica. Sin embargo, esta elección tampoco se encuentra libre de riesgos.

Los fármacos utilizados para el tratamiento de síntomas psicóticos suelen ser efectivos porque bloquean los receptores de dopamina en las zonas límbicas del cerebro. Sin embargo, también pueden bloquear la dopamina en las regiones cerebrales que gestionan las funciones motrices, como son el cuerpo estriado, lo que dará paso a la aparición de más movimientos anormales parecidos a los del Parkinson.

Aún así, se estos síntomas psicóticos son lo suficientemente graves como para requerir el uso de medicación, se desaconseja el uso de antipsicóticos típicos como el haloperidol, siendo mucho más efectivos y con menos efectos secundarios lo antipsicóticos atípicos como la clozapina o la quetiapina.

En los últimos años, se ha estado desarrollando un medicamento para el tratamiento de síntomas psicóticos en personas con enfermedad de Parkinson el cual ha sido aprobado por la FDA (Agencia americana de Administración de Alimentos y Medicamentos). Este fármaco disminuye los síntomas psicóticos asociados a esta enfermedad sin empeorar los síntomas motores. Conocido como pimavanserina, este medicamento influye en los síntomas psicóticos sin bloquear directamente el flujo de dopamina. No obstante, este medicamento es de muy reciente creación, por lo que el tiempo dirá como de efectivo y seguro puede llegar a ser.

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga

Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.

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