Te lo cuenta Victor Torres, nutricionista deportivo en INDYA.
Normalmente asociamos ciertos TCA a personas que practican algún tipo de deporte, sin embargo la práctica deportiva nos aporta infinidad de beneficios a nivel físico y mental.
La aparición de trastornos de la conducta alimentaria es más común que se pueda dar en aquellos deportes donde el peso corporal cobre una especial importancia. Por ejemplo deportes de categorías de peso, deportes donde la estética y el físico se ven involucrados y deportes de resistencia donde los deportistas asocian menos grasa con más rendimiento.
Una alimentación desordenada se presenta como uno de los posibles factores de riesgo que podrían contribuir al desarrollo de un TCA. A nivel deportivo lo que buscamos los nutricionistas es poder llevar una nutrición óptima para sacar el máximo rendimiento del deportista, por eso es importante educar a nivel nutricional a los deportistas para que entiendan lo importante que es la nutrición y prevenir este tipo de trastornos, teniendo en cuenta la complejidad de los factores involucrados.
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¿Qué se conoce como un trastorno de la conducta alimentaria?
Un trastorno de la conducta alimentaria se refiere a una afección grave de la salud mental que afecta a la relación de una persona con la comida. Estos trastornos pueden manifestarse de diversas maneras, como la restricción extrema de la ingesta de alimentos, episodios recurrentes de ingesta excesiva, o patrones alimentarios selectivos y evitativos. En esencia, los trastornos de la conducta alimentaria no solo involucran la cantidad de alimentos consumidos, sino también las actitudes y pensamientos asociados con la comida, el peso corporal y la imagen corporal.
Los TCA están presentes de una forma considerable en la población mundial pero cuando hablamos de población deportista el porcentaje se dispara. Sobre todo en deportistas femeninas y en jóvenes adolescentes.
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¿Qué tipos de TCAs se conocen?
Los TCA más comunes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y trastorno de la conducta alimentaria no especificado.
La anorexia nerviosa se caracteriza por consumir menos energía de la necesaria además de tener una percepción distorsionada de tu cuerpo viéndose muy por encima del peso real. Esto causa graves problemas de desnutrición e incluso puede causar la muerte por inanición.
La bulimia nerviosa consiste en periodos de atracones de comida excesivos seguidos de vómitos u otras formas de compensar estos atracones (laxantes, ejercicio intenso…). No tiene porqué estar relacionado con un infrapeso o un sobrepeso. Puede causar problemas tanto físicos como a nivel mental.
El trastorno por atracón consiste en episodios de atracones incontrolados sin compensaciones como en la bulimia. Esto provoca una ingesta excesiva de calorías y se asocia con sobrepeso y obesidad.
El trastorno de la conducta alimentaria no especificado se clasifica cuando no se cumplen los criterios para cumplir con los anteriores TCA.
¿Qué TCAs están más relacionados con los deportes?
Los TCAs tiene una mayor prevalencia en población deportista que en población general, sin embargo los trastornos que implican bajar de peso como la anorexia y la bulimia, en ciertos casos, hace que se relacionen más con los deportes.
La prevalencia de TCAs en el deporte es más alta en atletas femeninas que en hombres y más en etapas de crecimiento como en la adolescencia debido a la importancia de la estética durante ese tiempo. Aún así también hay deportistas masculinos que sufren de TCAs.
Los deportes más propensos a sufrir TCAs se pueden agrupar en los siguientes grupos:
- Deportes donde un bajo peso puede ser una ventaja competitiva y además la estética es importante como el ballet clásico y la gimnasia.
- Deportes de resistencia donde un bajo peso puede mejorar el rendimiento como el ciclismo o correr.
- Deportes donde los deportistas tienen categorías de peso como boxeo, halterofilia, taekwondo, etc.
Sufrir un trastorno de la conducta alimentaria cuando se practica deporte se asocia fuertemente al síndrome de deficiencia energética relativa al deporte (RED-S de sus siglas en inglés). Esto puede provocar (además de todos los problemas relacionados con el propio TCA) un déficit energético prolongado en el tiempo que hará que disminuya la masa muscular, favorecerá la aparición de lesiones, osteoporosis, problemas a nivel menstrual y un sinfín de desbalances a nivel hormonal.
¿Cómo puede un nutricionista pautar la estrategia de un deportista con un trastorno de la conducta alimentaria?
Es importante que quede claro que los trastornos de la conducta alimentaria deben ser tratados de forma interdisciplinar entre un médico y un psicólogo. Desde la parte nutricional también podemos ayudar y poner nuestro granito de arena.
Este trabajo de las 3 partes hará que la evolución sea un éxito. Desde la parte del psicólogo será importante tratar la relación que tiene con la comida y cómo se siente cuando realiza las conductas. Por la parte del médico será adecuado determinar cómo está el deportista a nivel de salud interpretando analíticas, biomarcadores de salud, si hay una posible desnutrición, etc.
En cuanto a la parte nutricional, lo más importante será proporcionar a cada deportista la energía necesaria para la práctica deportiva haciendo entender al deportista lo importante que es para el rendimiento. Una vez que esto está claro podemos ir adaptando su nutrición conociendo sus hábitos alimentarios. Si es necesario hacer más o menos comidas, si es necesario aportar más energía para ciertos entrenamientos, si es adecuado añadir algún avituallamiento durante los entrenamientos…
¿Se puede seguir haciendo deporte?
Hay que recalcar que el trastorno de la conducta alimentaria tiene que ser diagnosticado por un médico y psicólogo. Por tanto, como nutricionistas no podemos saber si es seguro continuar haciendo deporte. Si por la parte médica dan el visto bueno y el psicólogo cree que es buen momento para introducir la práctica deportiva se podría continuar.
Una práctica de compensación por haber comido en exceso en deportistas con TCA suele ser realizar ejercicio físico intenso, en estos casos no sería adecuado.
