Como ya sabemos, las drogas afectan a nuestro organismo de diferentes maneras y conllevan alteraciones diversas en nuestra salud tanto física como mental.
Cuando hay un abuso de alguna sustancia, podemos sufrir una intoxicación y el “famoso” síndrome de abstinencia, pero además hay algunos trastornos que van directamente relacionados con el consumo habitual de drogas. Este artículo se centra en estos últimos: los trastornos inducidos por sustancias.
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La complejidad de los efectos de las drogas
El abuso de cualquier droga afecta a nuestra actividad y rendimiento diario. Modifica nuestro comportamiento, nuestra percepción, nuestra sociabilidad, causa deterioros y cambios fisiológicos, sociales, afectivos, laborales, y afecta a la mayoría de los aspectos de vida importantes de la persona.
Sin embargo, ni los efectos nocivos inmediatos de las drogas ni las secuelas que pueden quedar tras su consumo no siempre se expresan del mismo modo. Eso sí: la huella que la droga deja en nuestro organismo tiene que ver tanto con la intoxicación como con la abstinencia.
Intoxicación y abstinencia
Cuando hablamos de trastornos inducidos por sustancias hacemos referencia a los efectos producidos tanto por la intoxicación como la abstinencia.
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La intoxicación es el efecto directo de la ingestión reciente a la sustancia. Produce cambios psicológicos o comportamientos desadaptativos debidos al efecto de la sustancia en el sistema nervioso central.
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Por abstinencia entendemos el síndrome concreto de la sustancia debido a su reducción o cese en el consumo prolongado o en grandes cantidades.
Tanto la intoxicación como la abstinencia causan malestar clínicamente significativo en el individuo, así como un deterioro en la actividad de las áreas importantes de su vida (social, laboral, etc.).
Los tipos de trastornos inducidos por sustancias
A continuación puedes ver algunos trastornos inducidos por drogas y sustancias tóxicas, y sus características.
1. Delirium
El delirium puede aparecer tanto por intoxicación como por abstinencia a la sustancia.
Provoca una alteración de la conciencia y de la percepción, así como cambios en las funciones cognitivas (memoria, orientación, lenguaje, etc.). Estas afectaciones habitualmente se presentan en un corto periodo de tiempo (horas o días).
Clásicamente, el delirium está producido por el consumo de alcohol, alucinógenos, anfetaminas, cannabis, cocaína, inhalantes, opiáceos, sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.
2. Demencia
Cuando hablamos de demencia inducida por sustancias, ésta se manifiesta a través de un claro deterioro cognoscitivo, es decir, la persona ve afectada su memoria, el lenguaje, la actividad motora, la ejecución de diversas tareas, etc. Mostrará dificultades en aprender nueva información o en recordar la aprendida, tendrá fallos en el reconocimiento de objetos o a la hora de planificar u organizar…
Todos estos déficits representan una reducción importante del nivel de actividad de la persona previa al trastorno, lo cual afectará a su vida cotidiana, en los diferentes ámbitos. (social, laboral...).
Las sustancias que la producen son el alcohol, los inhalantes, los sedantes, los hiptónicos y los ansiolíticos.
3. Trastornos psicóticos
En relación a los trastornos psicóticos, éstos pueden iniciarse durante la intoxicación o durante la abstinencia. Cuando se expresa este trastorno, la persona sufrirá alucinaciones o ideas delirantes, aparecerá un patrón de comportamiento catatónico y un uso desorganizado del lenguaje desorganizado. Estas afecciones pueden comportar un deterioro social y laboral. Los síntomas aparecen durante o en el mes siguiente de la intoxicación o abstinencia.
Las sustancias que inducen la aparición de este trastorno son el alcohol, los alucinógenos, las anfetaminas, el cannabis, la cocaína, los inhalantes, los opiáceos, los sedantes, los hipnóticos y los ansiolíticos.
4. Trastornos de ánimo
Si nos referimos a los trastornos de ánimo también se evidencian durante la intoxicación o bien durante la abstinencia.
Durante su expresión pueden aparecer síntomas depresivos y/o maníacos (estado de ánimo elevado, eufórico o irritable). Los síntomas provocan un malestar clínico significativo y un deterioro considerable en las áreas importantes de la actividad de la persona.
Las sustancias asociadas a los trastornos de ánimo son el alcohol, los alucinógenos, las anfetaminas, la cocaína, los inhalantes, los opiáceos, los sedantes, los hipnóticos y los ansiolíticos.
5. Trastornos de ansiedad
Por último, los trastornos de ansiedad pueden darse igualmente en las dos fases: intoxicación o abstinencia.
Este grupo de trastornos se diferenciarán según predomine la ansiedad, la angustia, las obsesiones y compulsiones, o las fobias. Los síntomas serán los característicos del trastorno concreto (palpitaciones, temblores, miedo, preocupación excesiva, pensamientos recurrentes, irritabilidad, etc.).
Están producidos por el consumo de alcohol, alucinógenos, anfetaminas, cannabis, cocaína, inhalantes, opiáceos, sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.
Matizando
Cabe destacar que es hasta cierto punto imposible el grado en el que un trastorno está más o menos producido por el consumo anterior de sustancias que afectan a nuestro sistema nervioso. Entran en juego tanto los hábitos ligados al consumo de drogas (o la cantidad de un único consumo) como las predisposiciones genéticas y la historia autobiográfica de cada uno, que deja huellas en nuestro encéfalo.
Sin embargo, algo sí es seguro: el mejor modo de evitar la aparición de estos trastornos es, simplemente, mantenerse lejos de las drogas.
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