El movimiento forma parte de la conducta humana, y acompaña las acciones que realizamos cuando expresamos deseos, necesidades, etc., así como cuando nos comunicamos o interactuamos con los demás. Cuando éste se ve alterado de alguna forma, aparecen los llamados trastornos psicomotores.
En este artículo conoceremos los principales trastornos psicomotores, así como sus síntomas más característicos. Además, hablaremos de lo que significa la psicomotricidad.
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Psicomotricidad
La psicomotricidad implica la actuación de la persona en interacción con experiencias cognitivas y afectivas, e incluye dos elementos: el tono muscular y la armonía cinética.
El tono muscular va evolucionando a lo largo de la vida, aunque es en los primeros meses de vida cuando tiene más importancia y cuando los cambios se producen más rápidamente. Por su parte, la armonía cinética es la que permite que encadenemos los movimientos gestuales o motores y que los ubiquemos en el tiempo y el espacio.
¿Qué son los trastornos psicomotores?
Los trastornos psicomotores implican la alteración o psicopatología de la psicomotricidad. En otras palabras, implican anomalías, déficits o alteraciones en el movimiento.
Estas alteraciones se traducen en dificultades en el neurodesarrollo, que afectan a la adaptación perceptivo-motora de la persona.
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Tipos
Los principales trastornos psicomotores (y sus síntomas) son los siguientes:
1. Agitación psicomotora
Se trata del trastorno psicomotor más frecuente. Es un tipo de hiperactividad motora, en el que la persona emite gestos, movimientos y conductas de forma rápida y sucesiva y sin un objetivo concreto.
2. Estupor
El estupor implica una inhibición o un retardo psicomotor, y se caracteriza por un estado de consciencia donde predomina una ausencia (acinesia) o reducción (hipocinesia) de movimiento y las reacciones.
La persona permanece indiferente, ajena o distante del medio que la envuelve. Además, existe una ausencia de las funciones de relación y una paralización absoluta del cuerpo. Suele estar asociado también mutismo (la persona no habla).
3. Temblores
Los temblores son movimientos musculares oscilatorios, en torno a un punto fijo del cuerpo, en forma de sacudidas involuntarias, rítmicas y rápidas. Las sacudidas que se producen son causadas por contracciones alternantes de grupos de músculos.
Aparecen principalmente en la cabeza, cara, lengua y extremidades (especialmente las superiores). Estos trastornos psicomotores son más infrecuentes en el tronco. Pueden ser de tres tipos: de reposo, posturales e intencionales.
4. Convulsiones
Se trata de movimientos musculares en forma de contracciones violentas e incontrolables de la musculatura voluntaria. Se manifiestan en uno o varios grupos musculares o bien de forma generalizada en todo el cuerpo.
Pueden aparecer asociadas a algunas enfermedades relacionadas con cuadros tóxico-infecciosos con afectación cerebral. También, y especialmente, en la epilepsia.
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5. Tics
Los tics son movimientos musculares locales, rápidos y espasmódicos, que se manifiestan de forma involuntaria, aislada, inesperada, repetitiva, frecuente, sin propósito y a intervalos irregulares. Se producen en una o más partes del cuerpo; raramente afectan a los músculos inferiores a los hombros.
Los tics más frecuentes son: guiños de ojos, estiramientos del cuello, movimientos de la cabeza hacia un lado, fruncimientos de las cejas, torsión de las comisuras de los labios y parpadeos.
Afectan más a hombres que a mujeres, y de forma frecuente aparecen por primera vez en la infancia (alrededor de los 7 años). Un trastorno psicomotor con tics muy conocido es el Trastorno Gilles de Tourette.
6. Espasmos
Se trata de contracciones musculares involuntarias, exageradas y persistentes que se localizan en la musculatura voluntaria y en las fibras musculares de los órganos internos. Un tipo de espasmo concreto y frecuente es el espasmo torticular, consistente en un movimiento de rotación de la cabeza hacia un lado.
Podemos diferenciar varios tipos de espasmos: profesionales, saltatorios de Bamberger y saltatorios de Salaam.
7. Catatonía
Se trata de un síndrome que engloba una serie de síntomas: la catalepsia, el negativismo, el estupor, el mutismo, la rigidez muscular, las estereotipias y los ecosíntomas.
La persona con catatonía manifiesta una actitud inmóvil y mantiene la musculatura rígida; así, es posible colocar al individuo en una posición forzada, incómoda o antigravitatoria y que éste permanezca en la misma postura sin intentar recuperar la posición original durante un tiempo indefinido (es la llamada flexibilidad cérea).
8. Estereotipias
Siguiendo con los trastornos psicomotores, el octavo son las estereotipias, eso es, la repetición continuada e innecesaria de movimientos o gestos que, a diferencia de los tics, son organizados y generalmente complejos.
Típicamente aparecen en la mímica facial o en la corporal general. Son típicas de trastornos como por ejemplo el autismo o la esquizofrenia. Pero debemos diferenciar dos tipos: las simples (aparecen en trastornos orgánicos cerebrales) y las complejas (se observan en trastornos psicóticos no orgánicos).
9. Manierismos
Los manierismos son movimientos denominados “parásitos”, es decir, lo que hacen es aumentar la expresividad de los gestos y la mímica. Aparecen sobre todo en cuadros psicopatológicos parecidos a los que generan las estereotipias (especialmente en trastornos psicóticos).
Ejemplos de manierismos son las sonrisas inmotivadas o carentes de significado, así como posturas forzadas.
10. Discinesias
Son movimientos involuntarios de la lengua, boca y cara. Se diferencian dos tipos: agudas y tardías. Las tardías son originadas como efectos secundarios de algunos antipsicóticos.
11. Apraxias
El último de los trastornos psicomotores, las apraxias, implican la dificultad para llevar a cabo actividades propositivas que exijan secuenciar y coordinar ordenadamente una serie de movimientos (como por ejemplo vestirse, enviar una carta, etc.)
Se traduce en una dificultad para realizar actividades que requieren cierto nivel de complejidad psicomotora. La apraxia en niños se denomina “dispraxia evolutiva”.
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