¿Qué son las lenguas pidgin?

Las lenguas pidgin son un ejemplo de cómo los idiomas pueden adaptarse a situaciones complicadas.

Lenguas pidgin
Las lenguas pidgin surgen normalmente en contextos de comercio.

A lo largo de la historia, las personas se han ido moviendo de sus lugares de nacimiento a otros. Con el viaje, se llevan su religión, sus costumbres y, como no, su lengua. Es posible que el idioma materno sea uno de los elementos identitarios, por no decir el principal, que más importancia adquiere para cualquier persona y que lo vincula a su cultura.

Sin embargo, suele pasar que, cuando se llega a un nuevo lugar, las gentes que han ido a parar allí no hablan la misma lengua. Esto es un problema, dado que si no hablan un idioma común ¿cómo se van a entender?

Afortunadamente, la flexibilidad cognitiva de las personas ayuda a su supervivencia, incluso en situaciones desfavorables, e intenta por todos los medios posibles poder comunicarse con los demás.

Las lenguas pidgin son el resultado de estos contactos entre personas que hablan idiomas diferentes pero, por motivos varios, necesitan comunicarse, aunque sea de una forma muy básica y simple. En este artículo vamos a abordar el fascinante mundo de estas lenguas y cómo surgen, además de hablar de algunos ejemplos.

¿Qué son las lenguas pidgin?

La palabra pidgin hace referencia a una lengua que es producto del contacto entre dos o más grupos étnicos con lenguas diferentes, quienes han establecido contacto conviviendo en un mismo lugar pero no comparten una misma lengua. Al no compartir la mismo idioma, ni tampoco aprender la del otro, estos grupos de personas se las acaban ingeniando para entenderse, mezclando palabras y estructuras gramaticales de varias lenguas.

A lo largo de la historia, los pidgin han surgido en varios contextos, siendo el más común los intercambios comerciales, en donde dos comerciantes, procedentes de regiones culturalmente muy diferentes, necesitan de alguna manera ponerse de acuerdo mientras hacen sus transacciones y, para facilitar este fin, ambos aprenden unas pocas palabras de la otra lengua que les sean útiles en tal situación.

Habitualmente, los pidgin son sistemas de comunicación muy simples, con un vocabulario y una fonología muy limitados. Además, no suelen evolucionar de la misma manera que lenguas naturales, como lo han hecho el castellano, el catalán, el inglés o el ruso.

Como estas lenguas son producto de aprenderse unas pocas palabras y expresiones de otra lengua y adaptarlas a la lengua propia no suelen ser socialmente bien vistas y están sometidas a una muy fuerte diglosia, actuando como lenguas dominadas.

¿De dónde viene la palabra?

El origen del término es oscuro, pero la mayoría de los lingüistas coinciden en que la palabra pidgin producto de una deformación china de la palabra inglesa business (negocio), y sus orígenes se remontan al siglo XIX. Los hablantes de chino y de inglés establecieron contacto en Cantón, China a lo largo del siglo XVII, formándose una lengua mezcla de ambos idiomas al que se le bautizó con el nombre de ‘pidgin’, dada que su función era la de permitir los negocios entre ingleses y asiáticos.

Con el paso del tiempo, la palabra pidgin, que originalmente hacía referencia a este idioma mitad chino mitad inglés, pasó a significar cualquier mezcla entre dos o más idiomas simplificado y con poca complejidad.

¿Cómo se forman estos idiomas?

Normalmente, para que se forme un pidgin, es necesario que se den ciertas condiciones. La principal es la de que personas pertenecientes a diferentes grupos lingüísticos mantengan contacto durante un largo período de tiempo.

La segunda condición es que los dos o más grupos lingüísticos tengan la necesidad de comunicarse, ya sea por negocios o por algún tipo de relación de poder.

Finalmente, la tercera condición necesaria para que se vaya formando un pidgin es que los grupos lingüísticos no dispongan de una lengua que les sirva de nexo para comunicarse entre ellos, o que los idiomas de las dos comunidades tengan un nivel de comprensión mutua relativamente bajo.

Aunque la mayor parte de la comunidad de filólogos coincide en que se deben dar estas tres condiciones, hay quienes dicen, como es el caso de Keith Whinnom, que para que se forme un pidgin son necesarias al menos tres lenguas, siendo dos las lenguas habladas por los dos grupos étnicos más una tercera lengua dominante que serviría como superestrato.

Lo que hacen los hablantes en estos casos es aprender, a muy grandes rasgos, la lengua dominante. Como no es su lengua materna ni tampoco disponen de los medios para aprenderla en buenas condiciones, las personas memorizan solo aquellas palabras y expresiones que les servirán para un determinado contexto, como términos relacionados con los negocios o con la situación en la que la lengua dominante resulta útil.

Por este motivo, los pidgin no se ven como lenguas completas, porque realmente se trata de versiones muy simplificadas de un idioma natural. Se simplifica la fonética, sobre todo porque no se tiene la intención de hablar como un nativo de la lengua dominante. La gramática no es demasiado compleja y el vocabulario apenas suele ser útil para un reducido abanico de situaciones.

En el caso de que el pidgin haya surgido a partir de tres lenguas (las dos lenguas maternas de los grupos lingüísticos junto con la lengua dominante), el vocabulario suele tomarse de la lengua dominante, mientras que la fonética y la gramática son propios de las lenguas maternas.

¿Qué las diferencia de las lenguas criollas?

Una de las características más destacables de los idiomas pidgin es que no son la lengua materna de nadie, pero sí la segunda lengua de quienes la han ido elaborando. Es el resultado de que dos grupos lingüísticos o más hayan establecido contacto entre ellos y hayan necesitado comunicarse para poder realizar algún tipo de interacción.

Pero, a veces, especialmente cuando estos grupos étnicos se arraigan en el mismo territorio tras muchas décadas de convivencia, las nuevas generaciones que han nacido y crecido allí empiezan a hablar de forma natural y como lengua materna estos pidgin.

Así pues, los pidgin empiezan a tener sus primeros hablantes nativos, quienes no usaran la lengua sólo para las interacciones comerciales o para aquellas situaciones en las que en un principio se inventó. Como cualquier lengua natural, los hablantes de este idioma lo utilizarán para varias situaciones: el hogar, la escuela, entre amigos, con los del trabajo… con personas que serán de la misma generación y también hablarán ese mismo pidgin.

Aquí es cuando el pidgin ha adquirido un grado mayor de complejidad, porque sus propios hablantes han buscado las formas de rellenar los huecos de vocabulario y gramaticales que la lengua pidgin mostraba al principio.

Así pues, la principal diferencia entre pidgin y criollo es que esta segunda tiene un mayor nivel de complejidad, se puede usar en un amplio abanico de situaciones, además de ser la lengua materna de una comunidad lingüística, resultado del contacto entre dos o más lenguas.

Algunos ejemplos

Los movimientos de grupos humanos han dado lugar a muchos pidgin. Aunque esta palabra procede del siglo XIX, se tiene constancia de este tipo de lenguas ya desde tiempos muy antiguos.

Uno de los pidgin más antiguos fue la conocida lingua franca, usada en tiempos de las cruzadas. Los cruzados y comerciantes destinados a lugares para luchar contra el islam procedían de muchos lugares de Europa, siendo los francos quienes predominaban entre ellos. Es por ello que muchas palabras del idioma franco fueron aprendidas por estas gentes y así se las ingeniaban para entenderse.

Cabe decir que este famoso pidgin adquirió tal importancia que hoy en día la expresión lingua franca hace referencia a la lengua utilizada por dos personas cuyas lenguas maternas no son la misma pero que saben hablar una que les permite comunicarse entre ellas. Por ejemplo, el inglés entre un alemán y un japonés o el español entre un catalán y un vasco.

Y, aprovechado que hemos mencionado el vasco, hablemos de un muy curioso pidgin medieval, mezcla del idioma euskera y del lejano islandés. El pidgin vasco-islandés surgió durante el siglo XVII, mezcla de palabras vascas, islandesas y, en menor medida, románicas. Este pidgin surgió a raíz de que los balleneros vascos se fueran a cazar cetáceos en las costas de Islandia y precisaran hablar de forma muy básica con los habitantes de la isla. A día de hoy, apenas se saben unas pocas palabras de este pidgin.

El spanglish, mitad inglés y mitad español, es un caso particular, dado que no se trata de un pidgin concreto, sino un conjunto de dialectos, pidgins y lenguas criollas cuyo origen se remonta al contacto entre anglohablantes e hispanohablantes. Dada la cantidad de hablantes que tienen estas dos lenguas naturales y la facilidad por encontrar recursos para aprenderlas, a día de hoy este spanglish ha ido progresivamente desapareciendo para ser sustituido por bilingüismo real entre ambas lenguas.

Los pidgins han existido en prácticamente todos los países, y si habláramos de los casos más interesantes no llegaríamos al final del presente artículo, dado que toda lengua imaginable ha tenido en algún momento de su historia su versión pidgin: ruso-noruego, vasco-algonquiano, broken slavey, alemán negro de Namibia…

Como se puede ver, el mundo de los pidgin es fascinante y, debido a sus características, existen muchísimos conlangers o creadores de lenguas artificiales que se han aventurado a crear sus propios idiomas de este tipo.

Referencias bibliográficas:

  • Bakker, P. (1994), "Pidgins", in Arends, Jacques; Muijsken, Pieter; Smith, Norval (eds.), Pidgins and Creoles: An Introduction, John Benjamins, 26–39
  • Hymes, D. (1971), Pidginization and Creolization of Languages, Cambridge University Press,
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  • Thomason, S. G.; Kaufman, T. (1988), Language contact, creolization, and genetic linguistics, Berkeley: University of California Press,
  • Todd, Loreto (1990), Pidgins and Creoles, Routledge,

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