Los 20 mejores poemas cortos para niños

Ejemplos de poesía infantil con la que se puede jugar, educar, transmitir valores y mucho más.

Poemas para niños
Poesía infantil para todos los gustos.Unsplash.

La poesía infantil es una expresión artística adaptada al lenguaje y comprensión de los niños. En términos generales la lectura de poemas permite a los pequeños adquirir conocimientos sobre sí mismos y sobre su entorno de manera entretenida.

No sólo eso, sino que les permite adquirir o reforzar muchas otras habilidades. Por ejemplo, ayuda a desarrollar imaginación y al mismo tiempo sensibilidad emocional y artística. Por otro lado, incrementa su vocabulario y refuerza el vínculo con el lector. Así mismo puede ayudar a desarrollar habilidades de expresión verbal, incluso algunas complejas como la oratoria.

En el siguiente texto encontrarás varios poemas cortos para niños escritos por distintos autores, que pueden ser muy útiles para aprovechar tiempos de ocio y al mismo tiempo reforzar varios aprendizajes.

Poemas cortos para niños (explicados)

Por lo general, los poemas para niños son de corta extensión. Es así ya que esto les permite mantener la atención durante periodos adecuados a su desarrollo, así como retener distintos conocimientos de manera sencilla.

Dicho de otro modo, esta actividad puede reforzar el aprendizaje sobre distintos contenidos, según el poema aborda temas relacionados con los valores, la naturaleza, los vínculos, etcétera. Veremos a continuación algunos ejemplos.

1. Caracola, de Federico García Lorca

Me han traído una caracola.

Dentro le canta

un mar de mapa.

Mi corazón

se llena de agua

con pececillos

de sombra y plata.

El sonido que se escucha dentro de las caracolas puede dar para mucha creatividad, y estos versos son un ejemplo de ello.

2. Una rosa blanca, de Amado Nervo

Cultivo una rosa blanca

en junio como enero

para el amigo sincero

que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca

el corazón con que vivo,

cardo ni ortiga cultivo;

cultivo la rosa blanca.

Una filosofía de vida basada en el perdón.

3. Todo es ronda, de Gabriela Mistral

Los astros son ronda de niños

Jugando a la tierra espiar

Los trigos son talles de niñas

Jugando a ondular… ondular

Los ríos son rondas de niños

Jugando a encontrarse en el mar

Las olas son rondas de niñas

Jugando la tierra a abrazar

Metáforas elegantes en las que los más pequeños son los protagonistas.

4. No, de Gloria Fuentes

No a la tristeza

No al dolor

No a la pereza

No a la usura

No a la envidia

No a la incultura

No a la violencia

No a la injusticia

No a la guerra

Sí a la paz

Sí a la alegría

Sí a la amistad

La transmisión de valores puede producirse también a través de estos sencillos poemas cortos para niños.

5. Abril, de Juan Ramón Ramírez

El chamariz en el chopo.

-¿Y qué más?

El chopo en el cielo azul.

- ¿Y qué más?

El cielo azul en el agua.

- ¿Y qué más?

El agua en la hojita nueva.

- ¿Y qué más?

La hojita nueva en la rosa.

- ¿Y qué más?

La rosa en mi corazón.

- ¿Y qué más?

¡Mi corazón en el tuyo!

Entrañable poema con el que crear un diálogo basado en versos.

6. Los juguetes son para jugar a jugar, Gloria Fuentes

No para Jugar a Matar (de mentira)

Las pistolas (ni de agua)

El revólver (ni de broma)

La escopeta (ni tocarla)

Los juguetes para todo

Y las armas para nada.

Una defensa de los juegos no violentos.

7. Pegasos, lindos pegasos, de Antonio Machado

Yo conocí siendo niño,

la alegría de dar vueltas

sobre un corcel colorado,

en una noche de fiesta.

En el aire polvoriento

chispeaban las candelas,

y la noche azul ardía

toda sembrada de estrellas.

¡Alegrías infantiles

que cuestan una moneda

de cobre, lindos pegasos,

caballitos de madera!

Versos acerca de la ilusión infantil con la que se va al tiovivo.

8. Versos de la tierra, Javier Luis Taboada

La Tierra es una peonza

que no para de girar.

Aunque parezca redonda,

no te dejes engañar.

Está un poquito achatada

por arriba y por abajo.

Es como una mandarina

pelada marcando gajos.

La Tierra cuando se mueve,

a vueltas sobre sí misma

y alrededor de su sol,

sin destrozarse la crisma.

Poema para niños que además de resultar divertido sirve para aprender acerca de nuestro planeta.

9. Naranja dulce (Anónimo)

Naranja dulce,

limón partido,

dame un abrazo

que yo te pido.

Si fueran falsos

mis juramentos

pronto, muy pronto

se olvidarán.

Un poema infantil basado en las sensaciones.

10. Canción de cuna de elefante, de Adriano del Valle

El elefante lloraba

porque no quería dormir

Duerme elefantito mío

que la luna te va a oír

Papá elefante está cerca

se oye en el Manglar su mugir

Duerme elefantito mío

que la luna te va a oír

El elefante lloraba

y alzaba su trompa al viento

parecía que en la luna se limpiaba la nariz.

Sencilla narración centrada en la historia de un elefante.

11. Los ratones, de Lope de Vega

Juntáronse los ratones

para librarse del gato;

y después de largo rato

de disputas y opiniones,

dijeron que acertarían

en ponerle un cascabel,

que andando el gato con él,

librarse mejor podrían.

Salió un ratón barbicano,

colilargo, hociquirromo

y encrespando el grueso lomo,

dijo al senado romano,

después de hablar culto un rato:

- ¿Quién de todos ha de ser

el que se atreva a poner

ese cascabel al gato?

Un simpático poema infantil lleno de humo, sobre la diferencia entre la teoría y la práctica.

12. Las Hadas, de Rubén Darío

Las hadas, las bellas hadas,

existen, mi dulce niña,

Juana de Arco las vio aladas,

en la campiña.

Las vio al dejar el mirab,

ha largo tiempo, Mahoma.

Más chica que una paloma,

Shakespeare vio a la Reina Mab.

Las hadas decían cosas

en la cuna

de las princesas antiguas:

que si iban a ser dichosas

o bellas como la luna;

o frases raras y ambiguas.

Con sus diademas y alas,

pequeñas como azucenas,

había hadas que eran buenas

y había hadas que eran malas.

Y había una jorobada,

la de profecía odiosa:

la llamada

Carabosa.

Si ésta llegaba a la cuna

de las suaves princesitas,

no se libraba ninguna

de sus palabras malditas.

Y esa hada era muy fea,

como son

feos toda mala idea

y todo mal corazón.

Cuando naciste, preciosa,

no tuviste hadas paganas,

ni la horrible Carabosa

ni sus graciosas hermanas.

Ni Mab, que en los sueños anda,

ni las que celebran fiesta

en la mágica floresta

de Brocelianda.

Y, ¿sabes tú, niña mía,

por qué ningún hada había?

Porque allí

estaba cerca de ti

quien tu nacer bendecía:

Reina más que todas ellas:

la Reina de las Estrellas,

la dulce Virgen María.

Que ella tu senda bendiga,

como tu Madre y tu amiga;

con sus divinos consuelos

no temas infernal guerra;

que perfume tus anhelos

su nombre que el mal destierra,

pues ella aroma los cielos

y la tierra.

Este poema para niños algo más crecidos anima a pensar en un mundo de fantasía.

13. Nana de la tortuga, de Rafael Alberti

Verde, lenta, la tortuga.

¡Ya se comió el perejil,

la hojita de la lechuga!

¡Al agua, que el baño está rebosando!

¡Al agua, pato!

Y sí que nos gusta a mí

y al niño ver la tortuga,

tontita, sola y nadando.

Un sencillo y corto poema infantil para los más pequeños de la casa.

14. La perla, de Manuel Felipe Rugeles

En caja de nacar

la perla ha nacido

y en caja de nácar

mis ojos la vieron.

Que es gris dicen unos

Otros, que es azulada.

Que tiene un ariente

de rosa, lejano.

Del mar de las perlas

de luz del Caribe.

La perla que he visto

la quiero en tus manos.

Nieve de tu cuello

Luz de tu garganta

¡Niña de la isla

mi perla más blanca!

Un poema basado en sensaciones y lleno de imágenes agradables.

15. Con tal que te duermas, de Gabriela Mistral

La rosa colorada

cogida ayer;

el fuego y la canela

que llaman clavel;

el pan horneado

de anís con miel,

y el pez de la redoma

que la hace arder:

todito tuyo

hijito de mujer,

con tal que quieras

dormirte de una vez.

La rosa, digo:

digo el clavel.

La fruta, digo,

y digo que la miel;

y el pez de luces

y más y más también,

¡con tal que duermas

hasta el amanecer!

Uno de esos poemas infantiles para antes de irse a dormir, que ayudan a relajar a los pequeños.

16. El dentista en la selva, de Gloria Fuertes

Por la mañana

El dentista de la selva

Trabajó intensamente

Con un feroche cliente.

Era el rey de la jungla,

Era un león imponente,

Con colmillos careados

Y que le faltaba un diente.

Por la tarde

Y dijo el doctor dentista

A su enfermera reciente:

-pon el cartel en la choza,

no recibo más pacientes,

ha venido un cocodrilo

que tiene más de cien dientes.

Uno de esos poemas para niños que ponen el foco en el humor a través del ingenio.

17. Agua, ¿Dónde vas?, de Federico García Lorca

Agua, ¿dónde vas?

Riendo voy por el río

a las orillas del mar.

Mar, ¿adónde vas?

Río arriba voy buscando

fuente donde descansar.

Chopo, y tú ¿qué harás?

No quiero decirte nada.

Yo..., ¡temblar!

¿Qué deseo, qué no deseo,

por el río y por la mar?

Cuatro pájaros sin rumbo

en el alto chopo están.

Muchos poemas para todos los públicos o específicamente para niños optan por humanizar elementos sin vida para plasmar mejor sus propiedades y su naturaleza.

18. La Tarara, de Federico García Lorca

La Tarara, sí;

la Tarara, no;

la Tarara, niña,

que la he visto yo.

Lleva la Tarara

un vestido verde

lleno de volantes

y de cascabeles.

La Tarara, sí;

la tarara, no;

la Tarara, niña,

que la he visto yo.

Luce mi Tarara

su cola de seda

sobre las retamas

y la hierbabuena.

Ay, Tarara loca.

Mueve la cintura

para los muchachos

de las aceitunas.

Este poema goza de cualidades rítmicas que lo hacen perfecto para cantar juntos.

19. Mi cara, de Gloria Fuertes

En mi cara redondita

tengo ojos y nariz,

y también una boquita

para hablar y para reír.

Con mis ojos veo todo,

con la nariz hago achís,

con mi boca como como

palomitas de maíz.

Este poema es perfecto para los niños y las niñas de más corta edad, ya que les ayuda a identificar las partes de la cara.

20. La mariposa, de Federico García Lorca

Mariposa del aire

¡que hermosa eres!

Mariposa del aire

dorada y verde.

Luz de candil…

Mariposa del aire,

quédate ahí, ahí, ahí.

No te quieres parar,

pararte no quieres…

Mariposa del aire,

dorada y verde.

Luz de candil…

Mariposa del aire,

quédate ahí, ahí, ahí.

quédate ahí.

Mariposa ¿estás ahí?

Bonito poema para niños que trata el tema de la belleza.

Psicóloga | Redactora especializada en Psicología Social

Licenciada en Psicología por la Universidad de las Américas Puebla (México). Máster en Investigación e Intervención Psicosocial por la Universitat Autònoma de Barcelona, con experiencia profesional en inclusión social y educativa así como docencia en psicopedagogía. Cuenta con estudios en política pública y derechos humanos y actualmente es doctoranda en Psicología Social en la Universitat Autònoma de Barcelona, donde trabaja temas relacionados con metodologías cualitativas, salud pública, salud mental, diversidad funcional y perspectiva de género.

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