¿Qué tipos de megalitos existen? Con ejemplos y fotos

Realizamos un recorrido por la cultura megalítica y algunas de sus manifestaciones.

Tipos de megalitos

La denominada cultura megalítica abarcó un amplio periodo cronológico, que coincidió más o menos con el Neolítico y la Edad del Bronce (8.000 – 500 a.C.). A pesar de que tradicionalmente se ha venido considerando como tal solo la producción megalítica europea, debemos puntualizar que existen manifestaciones de este tipo de cultura en otros puntos del planeta tan alejados como Corea o la Isla de Pascua.

Pero ¿qué es, exactamente, la cultura megalítica? ¿Y qué son, por tanto, los llamados ‘megalitos’? En el artículo de hoy realizamos un recorrido por la cultura megalítica y por algunas de sus manifestaciones más representativas: los dólmenes, los menhires y los crómlech.

¿A qué llamamos megalitos?

Tanto la denominación de esta cultura (megalitismo) como sus manifestaciones (megalitos) provienen de las voces griegas mega (grande) y lithos (piedra). Es decir, se trata de construcciones realizadas con enormes bloques de piedra que, a menudo, tenían su origen a muchas millas de la localización del megalito, lo que no hace sino aumentar el misterio sobre su construcción.

Lo realmente interesante es que el megalitismo parece ser una de las primeras culturas ‘homogéneas’ (pongámoslo entre comillas, por supuesto) a nivel global, puesto que se han hallado restos de megalitos a lo largo y ancho del mundo: desde Irlanda hasta Japón, pasando por Oriente Próximo, Corea y latitudes tan apartadas como la enigmática Isla de Pascua, en pleno Océano Pacífico.

Para conseguir una mayor acotación geográfica, muchos especialistas consideran como ‘cultura megalítica’ solo la que encontramos en la zona mediterránea; así, las demás manifestaciones serían construcciones de tipo ‘ciclópeo’ (literalmente, construcciones con enormes piedras sin usar argamasa), propias de culturas como la polinesia, la micénica o la egipcia.

¿Por qué nuestros antepasados levantaron megalitos?

Dado que muchas de las culturas que practicaron el megalitismo carecían de escritura, todavía queda mucho por saber acerca de su función. Sí sabemos que las más antiguas se ubican en la Península Ibérica y datan aproximadamente del V milenio a.C. (como, por ejemplo, el mítico dolmen de Alberite, en Cádiz).

Estos megalitos peninsulares son casi contemporáneos de los megalitos irlandeses, levantados por grupos de cazadores-recolectores, pues son anteriores a la sedentarización de la región.

Los restos humanos hallados en estos megalitos dan fe de su función funeraria; un caso relevante es el conocido Dolmen de Menga, en Antequera (Málaga), uno de los monumentos mejor conservados. En muchos de estos megalitos se han percibido excarnaciones en los cadáveres, que atestiguarían prácticas caníbales, aunque queda aún por determinar si se trataba de meros rituales o de canibalismo gastronómico.

Así pues, una de las funciones principales de los megalitos era la funeraria; es decir, servían de tumbas colectivas, a modo de tholoi. Si volvemos al conjunto megalítico de Antequera, encontramos también un interesante simbolismo: en el dolmen de Viera, orientado a los equinoccios, cada 21 de marzo y 21 de septiembre el sol recorre el pasillo hasta la sala sepulcral, lo que demuestra que, además de entierro colectivo, los megalitos también tenían un profundo significado religioso y simbólico.

Tipos de megalitos (con ejemplos)

Existen tres principales tipos de megalitos, bajo los que se pueden clasificar prácticamente todas las manifestaciones de esta cultura neolítica: 1) los dólmenes 2) los menhires y 3) los crómlech, que analizamos a continuación.

1. Los dólmenes

La palabra dolmen proviene de la antigua voz bretona dol (mesa) y men o min (piedra). Es decir, ‘dolmen’ vendría a significar, literalmente, ‘mesa de piedra’.

Y es, efectivamente, a lo que nos recuerda su forma: sobre dos o más ortostatos (o piedras verticales) se apoya una piedra horizontal que hace las funciones de cubierta. Actualmente, solo podemos ver los restos pétreos, pero en época megalítica estos dólmenes estaban recubiertos por tierra y arena o por falsas cúpulas, que les daban el aspecto de ‘cueva’ por el que muchos han pasado a la historia.

A los primeros dólmenes, de factura sencilla, siguieron los más complejos, denominados de cámara o corredor. En este caso, un pasillo conduce hasta la cámara mortuoria.

En la península ibérica se conserva un número considerable de dólmenes; además de los ya citados dólmenes de Antequera, encontramos el famoso Dolmen de Los Millares, en Almería, el Dolmen de Laguardia, en Álava, o el de Dombate, en Galicia.

Dolmen

2. Los menhires

El menhir (palabra que en bretón quiere decir ‘piedra larga’) es una estructura mucho más simple que el dolmen. De hecho, es la manifestación megalítica más sencilla: consta de una piedra vertical (un monolito) hincada profundamente en el suelo.

La sencillez de este megalito ha despertado multitud de teorías sobre su función. ¿Tiene un uso funerario, como el dolmen? ¿O se trata más bien de un elemento diferenciador de grupos y territorios? Para mayor complejidad, el menhir puede aparecer agrupado, en hileras de monolitos que, sin embargo, no se tocan: son los alineamientos, de los que el de Carnac (Francia) es el ejemplo más famoso.

Menhires

3. Los crómlech

Por último, encontramos los crómlech, una complejísima construcción realizada a base de menhires cuya máxima expresión conocida es el crómlech de Stonhenge, en Inglaterra. En este caso, el vocablo proviene del galés crom-leach (‘piedra plana en curva’).

En general, este tipo de megalitos están constituidos por numerosos menhires debidamente hincados en el suelo que dibujan formas circulares. Desde antiguo, los crómlech han sido objeto de numerosas leyendas que los vinculan a seres mitológicos, hechizos y puertas del tiempo.

Crómlech

En la actualidad se desconocen sus funciones exactas, pero todo parece indicar que podrían ser delimitaciones de terreno alrededor de un dolmen, sin olvidarnos de su significado simbólico y religioso (hay quienes dicen que podrían ser templos al aire libre).

En cualquier caso, se trata del megalito menos abundante. Además del de Stonhenge, algunos crómlech famosos son el de Avebury, en el condado de Wiltshire (Inglaterra) y el de Er Lannic, en la actual Bretaña (Francia).

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  • GANTLEY, M.J, Stonhenge, los enigmas del círculo de piedra, en https://historia.nationalgeographic.com.es/, 27 de febrero de 2023
  • LÓPEZ GARCÍA, P. (2020), La Prehistoria en la Península Ibérica, ed. Akal
  • Sitio oficial de los dólmenes de Antequera: https://www.dolmenesdeantequera.com/

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Sonia Ruz Comas. (2025, abril 15). ¿Qué tipos de megalitos existen? Con ejemplos y fotos. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/cultura/que-tipos-de-megalitos-existen

Periodista

Licenciada en Humanidades y Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya y estudiante de especialización en Cultura e Historia Medieval. Autora de numerosos relatos cortos, artículos sobre historia y arte y de una novela histórica.

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