La Inteligencia Emocional en el aula

La inteligencia emocional tiene importantes repercusiones en el mundo educativo.

La Inteligencia Emocional en el aula

Actualmente, la inteligencia emocional cada vez es más importante en nuestro día a día. Estar sano ya no solo es debido al bienestar físico, sino también al mental.

Por ello, desde muy temprana edad es crucial trabajar esta capacidad del ser humano. Te recomendamos que realices algún curso de inteligencia emocional para aprender propuestas y objetivos para desarrollarla. A continuación profundizaremos sobre qué es la inteligencia emocional y algunos tips sobre cómo trabajarla en el aula.

¿Qué es la inteligencia emocional?

Hace unas décadas, investigadores detectaron que no solo existe la inteligencia intelectual, sino que destacan muchas más habilidades que también se consideran inteligencias, y la emocional es una de ellas. La inteligencia emocional se puede definir como la capacidad del ser humano de reconocer, comprender y manejar los sentimientos propios y ajenos. Se reconocen cinco componentes fundamentales:

  • Autoconocimiento. Se trata de la capacidad de reconocer tanto nuestras emociones como nuestras fortalezas y debilidades.
  • Autorregulación. Como indica su nombre, se refiere al control de las emociones, es decir, seguir el famoso lema de pensar antes de actuar.
  • Automotivación. Al tener objetivos, es muy importante contar con la propia motivación. Con ella somos capaces de mejorar día a día.
  • Empatía. Se define como la capacidad para comprender las emociones y sentimientos de las personas. Para ello, hay que saber escucharlas.
  • Habilidades sociales. Este tipo de habilidades, se define como los buenos comportamientos que se observan en una interacción social. Es decir, actuar de la mejor manera teniendo en cuenta las emociones de las demás personas con las que estás interactuando.

La inteligencia emocional y la educación

A día de hoy, la inteligencia emocional está cogiendo cada vez más fuerza dentro de las aulas. Se ha comprobado que a la hora de facilitar el aprendizaje, es fundamental tanto el desarrollo de la parte intelectual como de la emocional.

Con el aumento de la inteligencia emocional, se consiguen efectos muy positivos en factores académicos, como el aumento de las ganas de aprender, la consolidación de la memoria y el incremento de la intuición y percepción, entre otros efectos positivos.

Por tanto, el papel de los profesores en el desarrollo de esta competencia es crucial, ya que, también son responsables del nivel de la autoestima académico de sus alumnos. Para ello, deben de llevar a cabo las siguientes funciones:

  • Ser buenos oyentes con sus alumnos.
  • Tener un elevado grado de paciencia y positivismo.
  • Comprender las necesidades, intereses y motivaciones de los alumnos.
  • No mostrar indiferencia hacia los sentimientos y emociones de los niños.
  • Ayudar en el establecimiento de objetivos personales.
  • Aumentar la autoconfianza de los alumnos estableciendo un buen clima emocional.
  • Crear un ambiente de libertad y reflexión en el aula.
  • Modelar sentimientos teniendo en cuenta situaciones reales.

Juegos para desarrollar la inteligencia emocional en el aula

Existe una gran variedad de juegos que ayudan a desarrollar la inteligencia emocional, con los que pueden reconocer emociones, entre otros beneficios.

Destacamos el juego de slow art o arte lento, el cual se basa en que los alumnos contemplen una obra de arte, de la que no conocen ni su movimiento artístico ni pintor, y expresen lo que le transmite a nivel emocional.

Lo más importante es que cada estudiante tenga la oportunidad de hablar y contarle al resto las emociones que le sugiere la obra de arte.

Los pasos a seguir son los siguientes:

  • Se muestra la obra de arte y el profesor les pide a sus alumnos que reflexionen sobre las emociones que les genera.
  • Una vez reflexionado, los estudiantes pueden comenzar a exponer sus emociones, pero antes, se les pide a todos que no juzguen, ni opinen, ni interrumpan a sus compañeros.
  • Por último, todos deben de responder a la pregunta de, ¿ha cambiado vuestra percepción de la obra de arte?, y que describan con una única palabra la experiencia vivida.

Además, existen más propuestas para trabajar la inteligencia emocional en el aula, como puede ser creando debates de emociones, mapa mentales o leyendo libros que traten sobre la inteligencia emocional.

Como vemos, este tipo de inteligencia es crucial en el desarrollo de los más pequeños, por tanto, ahora que conoces algo más sobre esta habilidad, profundiza en ella y descubre los muchísimos beneficios que conlleva en la educación.

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