El consumo de cannabis se ha popularizado en las últimas décadas, en parte debido a su creciente aceptación social y la percepción de que es una sustancia “segura”. Sin embargo, sus efectos sobre la salud, especialmente en áreas sensibles como la sexualidad, no siempre son bien comprendidos. Un reciente estudio revela que el consumo de cannabis y cannabinoides sintéticos puede debilitar significativamente la vida sexual de los hombres.
Los hallazgos muestran que estas sustancias afectan negativamente el deseo sexual, la función eréctil, la satisfacción durante las relaciones y el bienestar psicológico relacionado con la sexualidad.
Así es como los cannabinoides afectan al rendimiento sexual del hombre
El estudio, publicado en la revista Journal of Psychoactive Drugs, investigó cómo el consumo de cannabis y cannabinoides sintéticos afecta la función sexual masculina. Para ello, los investigadores analizaron a 90 hombres divididos en tres grupos: 30 con dependencia de cannabis, 30 con dependencia de cannabinoides sintéticos y 30 hombres sanos como grupo de control. Los participantes fueron reclutados en la clínica ambulatoria del Hospital Kasr Al Ainy, en Egipto.
Para evaluar los efectos en la salud sexual, se utilizaron herramientas reconocidas como el Índice Internacional de Función Eréctil (IIEF), que mide aspectos como el deseo sexual, la función eréctil, la satisfacción durante las relaciones sexuales y el orgasmo. Además, se empleó la Sexuality Scale, que analiza factores psicológicos relacionados con la sexualidad, como la autoestima sexual, la depresión sexual y la preocupación sexual.
Los resultados mostraron diferencias significativas entre los consumidores de cannabis y cannabinoides sintéticos en comparación con el grupo de control. En general, los hombres que consumían estas sustancias presentaron peores puntuaciones en casi todos los dominios evaluados por el IIEF. En particular, los usuarios de cannabinoides sintéticos tuvieron un impacto aún mayor en su salud sexual que los consumidores de cannabis.
Otro aspecto relevante fue que tanto la duración como la dosis del consumo estaban directamente relacionadas con el deterioro de las funciones sexuales. Es decir, a mayor tiempo y cantidad de consumo, peores eran las puntuaciones obtenidas en áreas clave como el deseo sexual, la función eréctil y la satisfacción general.
Este enfoque metódico permitió a los investigadores identificar patrones claros entre el consumo de estas sustancias y los problemas sexuales masculinos, destacando especialmente el impacto negativo más pronunciado de los cannabinoides sintéticos frente al cannabis tradicional.
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Los efectos del cannabis en la salud sexual masculina
El estudio reveló que tanto el consumo de cannabis como el de cannabinoides sintéticos (SC, por sus siglas en inglés) tienen un impacto significativo y negativo en la función sexual masculina. Los resultados mostraron que los hombres dependientes de estas sustancias presentaron una disminución notable en varios aspectos clave de su salud sexual, en comparación con el grupo de control.
1. Disfunción eréctil
Uno de los hallazgos más destacados fue la relación entre el consumo y la disfunción eréctil. Los consumidores de cannabis y SC obtuvieron puntuaciones significativamente más bajas en el Índice Internacional de Función Eréctil (IIEF), lo que indica una mayor dificultad para lograr y mantener una erección adecuada durante las relaciones sexuales. Este efecto fue aún más pronunciado en los usuarios de cannabinoides sintéticos, quienes mostraron un deterioro mayor en esta área en comparación con los consumidores de cannabis.
2. Deseo sexual
El deseo sexual también se vio afectado. Los participantes dependientes de cannabis reportaron una disminución considerable en su interés por las actividades sexuales, mientras que los consumidores de SC experimentaron una reducción aún más drástica. Esta falta de deseo sexual no solo impacta la calidad de vida del individuo, sino que también puede generar tensiones en las relaciones de pareja.
3. Satisfacción sexual
Otro aspecto importante evaluado fue la satisfacción sexual. Los consumidores de ambas sustancias informaron niveles más bajos de satisfacción durante las relaciones sexuales y con su vida sexual en general. En particular, los usuarios de SC reportaron una menor satisfacción orgásmica, lo que sugiere que estas sustancias pueden interferir con la capacidad para experimentar placer durante el orgasmo.
4. Consecuencias psicológicas
Además, el estudio abordó las consecuencias psicológicas relacionadas con la sexualidad. Tanto los consumidores de cannabis como los de SC presentaron niveles más altos de depresión sexual, caracterizada por sentimientos negativos hacia su desempeño o identidad sexual. Asimismo, ambos grupos mostraron una menor autoestima sexual y una reducción significativa en la preocupación por su vida sexual, lo que podría indicar un desinterés o apatía hacia este aspecto de su bienestar.
5. Duración y dosis
Por último, los investigadores encontraron una correlación directa entre la duración y la dosis del consumo con el deterioro sexual: cuanto mayor era el tiempo y la cantidad consumida, peores eran las puntuaciones en todos los dominios evaluados. Esto subraya la importancia del consumo responsable y pone en evidencia los riesgos acumulativos asociados al abuso prolongado.
Diferencias clave: Cannabis vs. cannabinoides sintéticos
Aunque tanto el cannabis como los cannabinoides sintéticos (SC) tienen efectos negativos en la salud sexual masculina, el estudio destacó que los SC generan un impacto más severo en comparación con el cannabis tradicional. Estas diferencias son relevantes para entender cómo cada sustancia afecta las funciones sexuales y la psicopatología asociada.
En términos de función eréctil, los consumidores de SC obtuvieron puntuaciones significativamente más bajas en el Índice Internacional de Función Eréctil (IIEF) en comparación con los consumidores de cannabis y el grupo de control. Esto indica que los SC afectan más gravemente la capacidad para lograr y mantener una erección, lo que podría estar relacionado con su interacción más agresiva con los receptores cannabinoides CB1 y CB2 en el sistema nervioso central y periférico.
Además, los usuarios de SC reportaron niveles más altos de depresión sexual y menores niveles de autoestima sexual en comparación con los consumidores de cannabis. Este deterioro psicológico puede deberse a la mayor potencia y efectos impredecibles de los SC, que suelen ser diseñados químicamente para imitar al THC pero con una actividad mucho más intensa y peligrosa.
Otro hallazgo importante fue la menor satisfacción orgásmica en el grupo de SC. Mientras que los consumidores de cannabis mostraron puntuaciones ligeramente mejores en este aspecto, los usuarios de SC experimentaron una reducción significativa en su capacidad para disfrutar del orgasmo.
Finalmente, el estudio encontró que la duración y la dosis del consumo tienen una correlación directa con el deterioro sexual en ambos grupos, pero este efecto es más marcado en los consumidores de SC, lo que refuerza su mayor impacto negativo.
La perspectiva médica sobre el consumo de marihuana
El estudio aporta una perspectiva médica valiosa sobre los efectos del consumo de cannabis y cannabinoides sintéticos (SC) en la salud sexual masculina, destacando la importancia de abordar estos problemas desde un enfoque clínico y preventivo. Según la Dra. Shirin El Makawi, coautora del estudio, los hallazgos subrayan que “el consumo prolongado de estas sustancias no solo afecta el desempeño sexual, sino que también tiene implicaciones psicológicas significativas que pueden deteriorar la calidad de vida de los pacientes”.
Desde el punto de vista médico, los problemas sexuales asociados al consumo de cannabis y SC no deben ser subestimados. La disfunción eréctil, la disminución del deseo sexual y la insatisfacción general pueden ser indicadores tempranos de desequilibrios hormonales o alteraciones en el sistema endocannabinoide, que regula múltiples funciones corporales, incluida la respuesta sexual. Además, los altos niveles de depresión sexual y baja autoestima observados en los consumidores sugieren que estos problemas no son solo físicos, sino también psicológicos.
Los expertos destacan que los cannabinoides sintéticos tienen un impacto más agresivo debido a su mayor potencia y efectos impredecibles. Esto plantea un desafío adicional para los médicos, quienes deben estar atentos a los riesgos asociados con estas sustancias y considerar evaluaciones sexuales como parte integral del tratamiento para pacientes con dependencia a cannabis o SC. Este enfoque podría ayudar a prevenir complicaciones a largo plazo relacionadas con la salud reproductiva y emocional.
Recomendaciones
Ante los hallazgos del estudio, los expertos sugieren implementar estrategias preventivas y educativas para reducir el impacto del consumo de cannabis y cannabinoides sintéticos en la salud sexual masculina. Una recomendación clave es que los profesionales de la salud, especialmente urólogos y psicólogos, incluyan evaluaciones de la función sexual en las consultas de pacientes que consumen estas sustancias. Esto permitiría identificar problemas tempranos y ofrecer intervenciones oportunas.
Asimismo, es fundamental promover programas de reducción de daños enfocados en informar a los consumidores sobre los riesgos asociados al uso prolongado y en altas dosis. Estos programas podrían incluir talleres educativos sobre salud sexual y emocional, así como acceso a asesoramiento médico especializado.
Por otro lado, las campañas de sensibilización deben desmontar mitos populares que asocian el cannabis con beneficios sexuales. En su lugar, deben enfatizar las consecuencias negativas demostradas científicamente, fomentando un consumo más responsable o la abstinencia en casos de dependencia severa.


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