Si observamos una fotografía de un cerebro humano, probablemente lo primero que veamos sea la capa más externa, una masa arrugada de color grisáceo. Esta parte más externa y superficial es la corteza cerebral, y los citados pliegues sus circunvoluciones o giros y sus surcos.
Estos pliegues van surgiendo durante el desarrollo cerebral del feto poco a poco, participando la materia neuronal de la que están formados en diferentes funciones cerebrales de gran importancia para nuestro día a día. Uno de ellos fácilmente identificable es el giro precentral, del cual vamos a hablar a lo largo de este artículo.
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El giro precentral: descripción y localización neuroanatómica
El giro precentral es uno de los diversos giros cerebrales o circunvoluciones presentes en la corteza cerebral, siendo la parte que a nivel observacional sobresale hacia el exterior de dichos pliegues. Este giro forma parte del área motora primaria, de modo que resulta relevante su vinculación con la capacidad de generar el movimiento.
Esta región cerebral puede localizarse en el lóbulo frontal, justo por delante de la cisura de Rolando o surco central que separa frontal de parietal. Por este motivo otro de los nombres del giro precentral es el de giro o circunvolución prerrolándica.
El giro precentral está presente en ambos hemisferios, colindando con la cisura de Silvio por la parte inferior. Justo después de la cisura encontraríamos el giro postcentral, mientras que de manera más rostral encontraríamos la cisura o surco precentral.
Funcionalmente hablando estaría profundamente comunicado con la corteza motora secundaria y la corteza motora suplementaria, que permiten planificar y programar el movimiento, y del área de Broca, que permite programar movimientos vinculados al lenguaje. Además también tiene conexiones con otras áreas cerebrales tales como el cíngulo o el hipotálamo.
En el giro precentral y parte del surco central o de Rolando podemos ver representado el homúnculo de Penfield, siendo ambas áreas imprescindibles para la realización del movimiento voluntario. Concretamente, se considera que las áreas inferiores del giro precentral controlan o inervan las regiones de la cabeza y cara, mientras que las partes superiores se encargarían de inervan las piernas.
Otro aspecto a destacar de este giro es que en él podemos encontrar algunas de las células piramidales más grandes de todo el cuerpo, las células de Betz, llegando sus axones hasta la médula espinal.
Funciones asociadas
El giro precentral es una región del cerebro con una gran importancia a la hora de permitir la funcionalidad normativa y la conducta humana, estando implicada en diversas funciones. De entre ellas destacamos las siguientes.
1. Movimiento voluntario
Se considera que en el giro precentral, identificado con la corteza motora primaria, existe la representación motora y las primeras conexiones encargadas de permitir el movimiento de diferentes regiones corporales. A esta región cerebral se debe en gran parte el impulso y la capacidad de movimiento, tanto simples como complejos.
2. Capacidad de desplazamiento
La capacidad de desplazarnos o simplemente la de interactuar con el entorno físicamente es, debido a la necesidad de movimiento para realizarse, una de las diferentes funciones en que existe una participación del giro precentral.
3. Lenguaje y comunicación
Nuestra capacidad de comunicarnos con los demás depende en gran medida de la posibilidad de mover nuestra musculatura voluntaria, con lo que se depende en gran medida de la acción de la corteza motora de la que forma parte el giro precentral de cara a poder hablar (algo que requiere entre otras cosas del movimiento de labios y lengua) o comunicarse mediante gestos (musculatura de la cara y de las extremidades).
4. Respuesta ante estimulación
Si bien el sistema somatosensorial se corresponde más bien con el giro postcentral, lo cierto es que durante experimentos con monos se ha observado que en el giro precentral también podemos encontrar regiones encargadas de dar respuesta motora a la estimulación, concretamente de cara a buscar la protección o defensa ante posibles amenazas. Se ha observado este efecto con estímulos no familiares, siendo la respuesta cerebral menor o inexistente ante estímulos a los que ya se está habituado.
Problemas generados por su lesión
La presencia de lesiones en el giro precentral puede generar, como puede imaginarse en base a la importancia de sus funciones, graves repercusiones en la vida de quien las padezca. Un ejemplo de ello es la presencia de parálisis en forma de monoplejia, hemiplejia, paraplejia o tetraplejia, pudiendo perder la capacidad de mover diferentes partes del cuerpo.
También se ha observado que tiene influencia en las praxias o realización de movimientos complejos, provocando la lesión de este giro la aparición de apraxias. Asimismo, también se ha asociado la lesión del giro precentral a la presencia de afasia de Broca, imposibilitando o complicando la producción de los movimientos necesarios para expresarse de forma fluida.