Burnout amoroso: que es y cómo nos afecta

Veamos las características del burnout amoroso y qué impacto tiene en las relaciones de pareja.

Burnout amoroso

Aunque pueda sorprendernos, algunas relaciones de pareja pueden llegar a ser estresantes a la larga y, a pesar de eso, no llevar a una situación en la que alguien decide cortar y ponerle fin a ese vínculo. Hay quienes conviven durante años y, a la vez que ven cómo su salud mental se deteriora a causa del desgaste psicológico que les produce ese noviazgo o matrimonio, se quedan bloqueados, sin decidirse a volver a la soltería ni a adoptar medidas realmente eficaces para terminar con esa dinámica dañina.

El burnout amoroso es un fenómeno que afecta a muchas parejas en las que se normaliza el hecho de sufrir por mantenerse en esa relación. Y es que, sin las habilidades comunicativas y de gestión emocional adecuadas, ese enamoramiento inicial puede dar paso a un estancamiento generador de malestar, agotamiento y estrés feriados de los conflictos constantes y el sentimiento de soledad.

Dado que es importante conocer las características y las señales de alerta asociadas al burnout amoroso, en este artículo veremos en qué consiste, cómo identificarlo, y qué hacer ante él.

¿Qué es el burnout amoroso?

Las relaciones de pareja ocupan buena parte de las horas de la semana de quienes están en un matrimonio o en un noviazgo, y solo por este hecho, todo lo que pase en este ámbito de la ida tiene una gran capacidad para afectarnos psicológicamente, para bien o para mal. Pero, además de esto, no hay que perder de vista que también influye en nosotros por su importancia en términos cualitativos, y no solo por la cantidad de tiempo que le dedicamos: la vida en pareja está conectada a nuestra autoestima y sentimiento de identidad, a nuestros planes de futuro y valores, a nuestras prioridades a la hora de decidir cómo queremos vivir, etc.

Por todo esto, saber o no saber gestionar emocionalmente este tipo de vínculos amorosos es algo que marca la diferencia, y esto queda claro cuando estamos ante un caso de burnout amoroso, el cual, a pesar de no ser una psicopatología “oficial” descrita en los manuales diagnósticos por el momento, es algo que se ve con relativa frecuencia en las sesiones de terapia de pareja.

El síndrome del quemado en el amor, también llamado “burnout amoroso”, es un conjunto de formas de malestar emocional que aparece en relaciones de pareja en crisis; puede ser descrito como un cuadro ansioso-depresivo generado por meses o incluso años de problemas en la gestión de la convivencia en un matrimonio o noviazgo, el cual ha llevado a una sensación de estancamiento generador de estrés y desesperanza sobre el porvenir de ese vínculo amoroso.

Qué es el burnout amoroso

Por otro lado, el burnout amoroso comparte muchas de sus características con el burnout laboral, una situación extrema en la que la persona no es capaz de hacer frente a sus obligaciones profesionales por un exceso de trabajo o bien por una incapacidad a la hora de gestionar el tiempo de su jornada y las emociones vinculadas a dinámicas de comunicación y distracciones. A fin de cuentas, una relación de pareja también puede ser vista como un sistema de expectativas y necesidades que deben ser atendidas mediante la implicación en varias tareas cotidianas: responsabilidades de autocuidado, de cuidado del otro, y de cuidado de la relación en sí y de la comunicación que hay en ella. Si estos “tres frentes” de trabajo son dejados de lado y la situación se alarga durante varios meses, tiende a aparecer esta afectación.

El burnout amoroso es similar al síndrome del trabajador quemado o burnout laboral en el hecho de que se produce un desgaste progresivo y cada vez más nocivo en un contexto en el que se espera que una o varias personas atiendan varias responsabilidades pero esto no ocurre, lo cual produce un sentimiento de “responsabilidades pendientes y problemas sin atender” que se van acumulando y no dejan tener una visión panorámica del problema debido al sentimiento de urgencia. Como consecuencia, aparece un sentimiento ambivalente: las personas sienten que deberían estar invirtiendo su tiempo y esfuerzo en resolver esos problemas acumulados en relación a “lo que se le debe” a ese noviazgo o matrimonio, pero la ansiedad y estrés que ello produce hace que prefieran mantenerse en un estado pasivo en el que la desmotivación y la desilusión predominan. Se asume que esa relación es una fuente de malestar con la que hay que cargar con tal de no tener que afrontar grandes cambios en forma de una ruptura o de romper con ese bloqueo hablando de lo que pasa y tratando de ponerle solución.

Señales de alerta: ¿Cómo nos afecta el burnout amoroso?

La característica principal del burnout amoroso es que ambos miembros de la pareja tienen dificultades de convivencia y problemas constantes que no son capaces de arreglar, aunque pese a dicha atmósfera conflictiva son incapaces de romper la relación sentimental.

Las parejas “quemadas” siguen unidas por varios elementos cohesivos (amor, pasión, sexo, etc.) pero en su vida diaria viven en constantes situaciones de estrés, conflictos, peleas o emociones negativas que les generan un gran malestar a ambos miembros de la misma.

Puesto que ninguna persona es igual a otra, las parejas que presentan un síndrome de burnout amoroso sufren algunos problemas tanto a nivel físico como psicológico que han sido estudiados en el ámbito de la psicología y que pueden clasificarse en categorías determinadas que afectan de manera similar a todo el mundo.

Aquí puedes ver un resumen de las principales afectaciones que tiene el síndrome de burnout en las parejas y sus principales manifestaciones.

1. Discusiones constantes

El burnout amoroso se basa en una espiral permanente de conflictos y discusiones constantes en el seno de la pareja, que acaban minando la salud mental de ambas personas y contribuyen a generar un clima de crispación, rencor y malestar cada vez más acalorado.

Las constantes discrepancias en la pareja, las peleas, los conflictos y las discusiones se van sucediendo de manera alterna con períodos de reconciliación amorosa, una dinámica circular que acaba afectando a la salud mental de las personas implicadas en el burnout.

Estas discusiones se originan por una falta de comunicación en la pareja, así como en una falta de compromiso, de sueños y aspiraciones comunes o de habilidades para solucionar problemas de convivencia.

2. Dependencia afectiva

La aparición de estados emocionales cada vez más intensos acaba provocando que la persona o personas de la relación desarrollen una dependencia afectiva hacia su pareja en la que necesitan diariamente y cada vez más de su afecto, amor y reconocimiento.

Las personas dependientes emocionalmente acostumbran a desarrollar su dependencia frente a estados de burnout, ya que para reparar el malestar de las discusiones frecuentes necesitan afecto de sus parejas constante y en dosis cada vez más elevadas.

3. Demandas inalcanzables de afecto

Esta demanda cada vez más elevada de afecto es inasumible en ambos miembros de la pareja, lo que contribuye a generar cada vez más malestar y un ambiente más desagradable, estresante y agotador.

Como en cualquier dependencia, la persona adicta al afecto necesita cada vez dosis más elevadas de cariño, atención y reconocimiento, algo que si no recibe su salud se deteriora enormemente.

4. Inseguridad y sentimiento de soledad

La inseguridad y la falta de creencia en las propias posibilidades, a menudo acaba generando que la persona se responsabilice excesivamente de los fracasos de la relación.

Esto contribuye a que se genere una situación de burnout amoroso erosionante en el seno de la pareja. De igual manera, también es habitual en este tipo de casos que las personas no confíen en sus parejas, tengan celos o consideren que su pareja solamente les apoya cuando quieren algo a cambio.

La búsqueda constante de amor, afecto, cariño o atención contribuye a que la persona se sienta cada vez más sola, al considerar que su pareja no le quiere o no le atiende como es debido.

Las personas emocionalmente dependendientes a menudo se acaban sintiendo muy solas, ya que llega un punto que necesitan a la otra persona hasta niveles que no pueden darse en las circunstancias presentes, y se pueden llegar a culpar y a sufrir mucho cuando no tienen acceso a ella.

5. Aparece una sensación de agotamiento rápidamente tras intercambiar unas pocas palabras

En este contexto privado de malestar y sufrimiento, el agotamiento tanto físico como intelectual es otra de las características básicas del burnout amoroso.

Este agotamiento se produce generalmente por un exceso de esfuerzo para que la pareja siga adelante y también por las discusiones constantes que se producen en la misma.

Además de eso, los estados de estrés y malestar excesivo también generan un agotamiento que afecta enormemente a la salud mental de las personas.

6. Ansiedad

La ansiedad y el estrés son alteraciones psicológicas muy comunes que pueden acabar desarrollando las personas con un estado de burnout. El hecho de exponerse constantemente a altos niveles de estrés y angustia, además, puede producir afectaciones físicas, sobre todo en el sistema digestivo (dolores de barriga) y en la piel.

Causas de este problema en las relaciones amorosas

Generalmente, el burnout amoroso aparece en la pareja, en parte, por una falta de autoestima y confianza en uno mismo, en uno o ambos miembros de la misma. La creencia de que “no se es suficiente” para satisfacer plenamente a la otra y para atajar esa crisis de pareja poniéndole solución lleva a la persona a adoptar una actitud pasivo-agresiva y de no afrontamiento del problema.

Por otro lado, otra de las causas habituales del burnout amoroso es la inexperiencia en la gestión de las dinámicas de comunicación: hay quienes dan por sentado que la otra persona sabe qué necesitamos de ella y qué hay que hacer en cada momento, porque no se detienen a pensar en lo que sabe o no sabe; como si el simple hecho de convivir y quererse ya significara que esas dos personas pueden leerse la mente. No reparar en estos bloqueos comunicativos da lugar a malentendidos y a una sensación de estancamiento y soledad.

Además de eso, esta situación también puede estar originada por una falta de compromiso, una incapacidad para resolver los conflictos internos, o una evolución distinta de las personas, que se acaban encontrando en estadios vitales distintos con valores y prioridades poco compatibles.

¿Qué hacer para solucionarlo?

Estos son algunos consejos a tener en cuenta para superar una crisis de pareja causada por el burnout amoroso:

  • Fijad una echa y una hora para hablar sobre cómo percibís el problema (dar ese paso ayuda a no aplazarlo indefinidamente).
  • Coordinad vuestros horarios para tener bastantes horas de calidad juntos semanalmente.
  • No dejéis que aparezcan temas tabú de los que evitáis hablar (sexo, planes de futuro, relaciones con la familia extendida, etc.)
  • Evitad discutir sobre temas importantes cuando estéis muy enfadados; acordad otro momento para hablarlo.
  • Acudid a terapia de pareja para disponer de un espacio en el que hablar sin miedo a las interrupciones y a ser criticados, y en el que buscar soluciones con la mediación de un profesional.

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Blanca Ruiz Múzquiz

Blanca Ruiz Múzquiz

Psicoterapeuta de Familia y Pareja

Profesional verificado
Madrid
Terapia online

Mi nombre es Blanca Ruiz y dispongo de más de una década de experiencia ayudando a personas con problemas emocionales y de comunicación.

  • Atkinson, B.; Atkinson, L.; Kutz P.; et al. (2005). Rewiring Neural States in Couples Therapy: Advances from Affective Neuroscience. Journal of Systemic Therapies. 24 (3): 3–16.
  • Chapman & Compton: (2003). From Traditional Behavioral Couple Therapy to Integrative Behavioral Couple Therapy: New Research Directions The Behavior Analyst Today, 4 (1): pp. 17 - 25.

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