Una relación de pareja implica experimentar todo tipo de emociones. Por un lado, puede ser un vínculo lleno de satisfacción y pasión, pero también podría representar un desafío plagado de incertidumbre, especialmente cuando se atraviesan momentos difíciles y conversaciones incómodas que te hacen reflexionar sobre lo que deseas y cómo lo deseas.
Tener dudas dentro de un vínculo afectivo es natural. Además, todos llevamos heridas a cuestas, así que no quiere decir que si no tienes un 100% de seguridad las cosas no vayan a funcionar. Sin embargo, ¡qué complicado es cuando esta falta de certeza se vuelve parte del día a día!
¿Qué se puede hacer en estos casos? Pues, un trabajo constante para volver a ti, acompañarte y comprenderte más. Así que en las siguientes líneas veremos cómo conectar con tus prioridades si dudas constantemente sobre tu relación de pareja.
Dudo de mi relación: ¿qué significa esto?
La duda es un pensamiento que puede se generar ante cualquier situación. Cuando dentro de una pareja hay dudas, estas suelen tener relación con algún aspecto de la vida en pareja o a asuntos propios de cada una de las partes.
Se puede dudar sobre lo que sentimos o lo que siente la otra persona, sobre la compatibilidad, sobre el nivel de compromiso, sobre el futuro y así sobre otros mil planteamientos más. Un aspecto a tener en cuenta es que las inquietudes no son una sentencia de fracaso para la relación, especialmente si se está iniciando o fortaleciendo el vínculo.
De hecho, muchas veces la duda es una señal de reflexión sobre nuestras necesidades dentro de la pareja. Sin embargo, es necesario comunicarlas de forma acertada, ya que, si lo hacemos de forma incorrecta, puede escalar a un conflicto con consecuencias irreversibles.
Según el psicólogo estadounidense, John Gottman, reconocido por sus investigaciones sobre la estabilidad de las relaciones, la forma en que las parejas abordan los problemas es más importante que el conflicto. Gottman afirma que, aunque los conflictos son inherentes a cualquier relación y pueden ser positivos, gestionarlos es distinto a resolverlos. Mientras algunos problemas tienen solución, muchos otros simplemente requieren ser manejados a lo largo del tiempo.
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¿Por qué se duda en una relación? Algunas causas
Las dudas no surgen de la nada. Por lo general, están asociadas a factores específicos que pueden variar según las circunstancias de cada pareja. Algunas problemáticas que pueden causar dudas son:
1. La comunicación ha sido poco eficiente
Recuerda esto: mientras menor sea la comunicación, más espacio habrá para la duda. Mantener una comunicación asertiva es tan o más importante como lo que sentimos por el otro. Se puede querer mucho a una persona, pero si no sabemos comunicarnos, esto puede generar malos entendidos de forma constante.
2. Diferencias en lo que se quiere a largo plazo
Las discrepancias en temas trascendentales dentro de una pareja, como el matrimonio, los hijos, la política o las finanzas pueden hacer que las personas reflexionen sobre el futuro de ese vínculo a largo plazo.
3. Cambios en la dinámica
Una cosa es la etapa del enamoramiento inicial y la atmósfera de magia que crea y otra la etapa de consolidación de una relación. Esta transición, en ocasiones, puede ser turbulenta y un camino lleno de interrogantes que determinarán si ese vínculo es lo suficientemente sólido.
Otro tipo de cambios en la dinámica pueden estar relacionados a si, por ejemplo, al inicio de la convivencia o, al contrario, al caso de que alguno de los dos debe mudarse a otro lugar y eso implica que estén separados por un tiempo. También podría ser que una de las partes no dedique suficiente tiempo a la relación por estar atravesando por una situación retadora de cualquier naturaleza (estrés, enfermedad, crisis vitales), y que esto afecte de una u otra forma su vínculo romántico.
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4. Inseguridades personales
La autoestima personal juega un rol importante a la hora de vincularnos. Cuando tenemos dudas sobre nosotros mismos, sobre nuestro valor y si somos suficientes para nuestra pareja, se vuelve común vinculamos desde la incertidumbre.
5. Experiencias pasadas
Relaciones pasadas que terminaron mal o traumas emocionales no resueltos pueden influir en cómo percibimos y enfrentamos las dudas en nuestra relación actual.
6. Falta de responsabilidad afectiva o de compromiso
Si percibimos falta de sinceridad, lealtad o compromiso por parte de nuestra pareja, o incluso por parte de nosotros mismos, esto nos puede generar mayor inseguridad y duda sobre las prioridades de cada uno dentro de la relación.
¿Son las dudas un problema?
No necesariamente. Las dudas pueden ser una oportunidad para el crecimiento personal y de la relación. Reflexionar sobre nuestras dudas puede ayudarnos a identificar áreas que necesitan ser trabajadas. También nos pueden ayudar a tomar decisiones más conscientes.
Sin embargo, las dudas se convierten en un problema cuando no las comunicamos y dejamos que perduren en el tiempo. Las personas no están obligadas a adivinar nuestras necesidades. Es importante hacer preguntas.
Es válido preguntar “oye, ¿tienes alguna inquietud?”, “¿te gustaría comentarme algo sobre nuestra relación?” o simplemente un “quiero que hablemos sobre esto que me ha estado preocupando sobre nosotros(as) porque quiero que lo aclaremos”. Las conversaciones abiertas y honestas construyen relaciones sanas.
Las dudas también pueden ser un problema cuando nos generan sentimientos de ansiedad, celos o resentimiento, emociones que sabotean nuestra relación y que también derivan de la falta de comunicación. Muchas veces las dudas están basadas en suposiciones y, de nuevo, ante la duda, es mejor preguntar.
Recomendaciones para manejar las dudas en pareja
Si bien las dudas son normales, es esencial abordarlas de manera respetuosa y empática, esto para evitar que afecten de forma negativa la relación. A continuación, te dejamos algunas recomendaciones prácticas:
1. Hacerse preguntas claves
Antes de compartir nuestras inquietudes, es importante tomarse un tiempo para reflexionar y organizar las ideas. Hay que tener en cuenta que nuestros sentimientos son igual de válidos que los de la otra persona, al igual que las propias inquietudes. Sin embargo, antes podemos hacernos preguntas al respecto:
- ¿De dónde vienen mis dudas?
- ¿En qué están basadas?
- ¿Qué es lo que realmente quiero comunicar?
- ¿Qué quiero y siento?
- ¿Qué quiero para mí y para mi relación?
Escribir tus pensamientos en un diario puede ayudarte a organizarlos y a comprender mejor tus sentimientos, antes de hablar con tu pareja. Otra opción es hablarlo con tu terapeuta.
2. Escucha activa
Escuchar es tan importante como hablar. No solo es cuestión de expresar tus interrogantes, sino también tener disposición a escuchar la perspectiva de tu pareja. La escucha activa implica prestar atención sin interrumpir, validar los sentimientos del otro y mostrar empatía e interés por sus palabras.
3. Buscar soluciones en conjunto
Una pareja son dos individuos que forman un equipo. Para resolver los problemas es necesario hacerlo en equipo y no dejar la responsabilidad solo a una parte. Cuando se trata de dudas, estas pueden fortalecer la relación si se resuelven de forma correcta.
4. Trabajar en ti
Muchas dudas surgen de nuestras inseguridades. Fortalecer la autoestima y amor propio significa aprender a confiar en sí mismo. Esto puede ayudar a vincularnos desde un lugar de confianza y estabilidad emocional.
5. Considerar la terapia de pareja
Si las dudas persisten o son demasiado complejas para despejarlas por cuenta propia, asistir a terapia de pareja puede ser una opción. La terapia proporciona un espacio seguro para explorar los problemas, acompañados de herramientas profesionales que pueden mejorar la comunicación y la resolución de conflictos.

Paloma Rey Cardona
Paloma Rey Cardona
Psicóloga General Sanitaria
6. Evaluar tus prioridades
No todas las relaciones son compatibles a largo plazo, y aunque puede ser complejo de aceptar, hay que hacer las paces con eso. Si después de reflexionar y hablarlo, descubres que tu idea del amor o tus metas personales no coinciden o cambiaron, puede ser necesario tomar decisiones difíciles.
Y para llegar a esas conclusiones sobre el futuro de la relación (sea que decidas quedarte en ella y trabajar en conjunto o dejarla) es importante que puedas hacer ese viaje hacia dentro, practicar la honestidad primero contigo y después con la otra parte. Esto se logra con mucho autoconocimiento, y puedes hacerlo de la mano de un o una profesional de la salud mental.


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