¿Te has preguntado alguna vez por qué ciertas personas te resultan irresistiblemente atractivas, incluso cuando sabes que no son buenas para ti? O quizás te ha pasado lo contrario: conocer a alguien que parece perfecto "sobre el papel", pero no sentir esa conexión.
Si te suena familiar, puede que lo que estás experimentando no sea solo una cuestión de "mala suerte", sino un reflejo de los patrones relacionales que tu sistema nervioso ha aprendido como "normales".
Este artículo no solo te ayudará a entender lo que está pasando, sino que también te mostrará cómo puedes empezar a construir relaciones más conscientes y satisfactorias.
¿Qué aprendemos sobre las relaciones desde pequeños?
Desde que somos niños, nuestras experiencias con los demás —especialmente con quienes nos cuidan— nos enseñan qué esperar de las relaciones. Si esas experiencias fueron sanas, es más probable que hoy veamos las relaciones como un lugar seguro donde podemos confiar, conectar y expresar nuestras necesidades sin miedo.
Pero, ¿y si esas primeras experiencias no fueron saludables? Tal vez aprendiste a asociar el afecto con la necesidad de esforzarte mucho para obtenerlo, o quizás con la distancia emocional o la imprevisibilidad. Estas dinámicas no solo quedan grabadas como recuerdos, sino que influyen en lo que tu cuerpo —tu sistema nervioso— interpreta como "familiar".
Lo familiar, aunque sea difícil de entender por el malestar que genera, suele sentirse "cómodo". Esto no es algo que busques conscientemente, sino una respuesta automática basada en aquello que tu cuerpo ha aprendido a interpretar como habitual.
- Artículo relacionado: "Cómo encontrar pareja estable: 5 consejos prácticos"
¿Por qué nos sentimos atraídos por lo que nos hace daño?
Nuestro sistema nervioso actúa como un radar emocional que tiende a buscar lo que le resulta conocido. Si tus primeras experiencias en las relaciones fueron inestables, conflictivas o emocionalmente distantes, es posible que, de forma inconsciente, encuentres familiaridad en dinámicas similares, incluso si no son las más saludables.
Esto puede llevarnos a elegir parejas inconscientemente que refuercen patrones de relación que conocemos bien, incluso si nos hacen daño. Por ejemplo:
- Te atraen personas emocionalmente distantes: Si aprendiste que el amor significa perseguir o esforzarte para obtener atención, es posible que alguien disponible y atento te descoloque. Esa cercanía emocional puede sentirse extraña, incluso incómoda, porque tu sistema no está acostumbrado a ella.
- Prefieres relaciones intensas o impredecibles: Si asocias el amor con altibajos emocionales, una relación tranquila y estable puede parecerte aburrida o poco interesante. Lo curioso es que a veces no somos conscientes de por qué nos sentimos atraídos por ciertas personas, ni sabemos cómo construir relaciones que realmente nos hagan bien. Aunque no todo en las relaciones depende de ti, sí puedes aprender a elegir desde un lugar más consciente y conectado con tus necesidades.
Cómo trabajamos estos patrones en terapia
La buena noticia es que estos patrones no son permanentes. Con el tiempo y el trabajo adecuado, es posible entenderlos, cuestionarlos y elegir relaciones más alineadas con lo que realmente necesitas. En terapia, exploramos varios aspectos para ayudarte a lograrlo:
1. Identificar tus patrones relacionales
Comenzamos explorando tus relaciones actuales y pasadas, observando qué dinámicas se repiten y cómo respondes emocionalmente a ellas. Por ejemplo, ¿te has sentido atraído/a hacia personas que te hacían sentir inseguro/a o que no estaban disponibles emocionalmente? Esto nos da claridad sobre qué está ocurriendo y cómo empezar a romper esas dinámicas que ya no te sirven.
2. Entender cómo tu cuerpo responde en las relaciones
Tu sistema nervioso nos da pistas importantes. ¿Cómo te sientes físicamente cuando estás cerca de alguien emocionalmente disponible? ¿Notas tensión o incomodidad en una relación más tranquila? Estas respuestas automáticas nos ayudan a comprender de dónde parten tus elecciones y cómo regularlas.
3. Reconectar con tus necesidades emocionales
Muchas veces no elegimos relaciones saludables porque no hemos aprendido a identificar nuestras propias necesidades o se nos han negado. En terapia, trabajamos para que reconozcas lo que realmente necesitas y cómo esas necesidades pueden guiarte hacia vínculos más satisfactorios. Este proceso te permite empezar a tomar decisiones que realmente te acerquen a relaciones más plenas.
4. Aprender a tolerar lo nuevo
Las relaciones saludables pueden sentirse incómodas al principio, simplemente porque son diferentes a lo que conoces. Trabajamos para que esas nuevas dinámicas, aunque inicialmente te descoloquen, se vuelvan tu nueva normalidad.
Elegir diferente, desde un lugar más sano
Si siempre has sentido que repites los mismos patrones en tus relaciones y no sabes cómo cambiarlo, no estás solo/a. Esas elecciones no son un "fallo" tuyo, sino respuestas aprendidas que podemos explorar y transformar juntos.
![Safe Psicología](https://pymstatic.com/145794/conversions/nuevafoto-medium.jpg)
Safe Psicología
Safe Psicología
Terapia EMDR, Pareja y Sexología Clínica
En SAFE Psicología, te ayudamos a entender tus patrones relacionales, identificar tus necesidades y construir una base emocional más sólida para elegir parejas que realmente estén en línea con lo que deseas y mereces. Cambiar esos patrones no es fácil, pero es posible. Al reconectar contigo mismo/a, puedes empezar a crear relaciones que no solo te resulten familiares, sino que te hagan crecer y sentirte en paz.
Recuerda, lo que tu sistema nervioso interpreta como familiar no tiene por qué ser tu destino. Si estás listo/a para comenzar este proceso, agenda una llamada informativa con nosotras. Estamos aquí para acompañarte en este camino hacia relaciones más conscientes y plenas.