La autoestima suele variar a lo largo del tiempo, ya que no es estática, está sujeta a cambios que se basan en experiencias, relaciones, logros, entre otros. Cuando en una persona hay una autoestima saludable, significa que ésta tiene una actitud positiva hacia ella misma y es capaz de aceptarse tal y como es con sus virtudes e imperfecciones.
Pero además, esta influye y es influida por las rutinas del día a día. Y cuando algo tan importante como superar o no unas oposiciones es lo que está en juego al poner en práctica esta rutina, resulta fundamental saber gestionar emocionalmente nuestra visión el "Yo". Por eso, en este artículo veremos cómo es la baja autoestima en los estudiantes de oposiciones, y qué implica al prepararse para estos exámenes.
Comprendiendo la baja autoestima en los opositores
La autoestima consiste en la percepción y evaluación que tiene una persona de sí misma; es la valoración subjetiva de su propia valía, competencia y valor. Influye en cómo una persona se ve a sí misma, como enfrenta los obstáculos de la vida y como confía en sus habilidades.
La baja autoestima en estudiantes de oposición puede afectar de manera significativa al rendimiento y bienestar de ellos durante el proceso de estudio para exámenes. Hay diferentes maneras en las que la autoestima baja puede manifestarse, no en todas las personas se da de la misma forma.
Quienes presentan baja autoestima suelen ser muy críticos consigo mismos. Al tener esa autocrítica excesiva, puede darse una percepción distorsionada de que no van a ser buenos nunca y no verán avances significativos en el proceso. Una estrategia para trabajarlo sería fomentar la celebración de pequeños objetivos que se vayan alcanzando, además de reconocer los esfuerzo y no ser duros con uno mismo en momentos difíciles.
En cuanto a la comparación con los demás, los opositores con baja autoestima lo utilizan de manera negativa con otros candidatos, lo que puede acarrear sentimientos de desánimo y desmotivación. Como estrategia se puede evitar comparaciones poco realistas, recordar que cada uno tiene sus propias metas y ritmo.
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El miedo a fracasar en las oposiciones
Por otro lado, ésta suele estar vinculada al miedo al fracaso ya que los opositores temen no cumplir con las expectativas, generando así ansiedad y el desempeño se verá afectado. Para cambiar la percepción del fracaso por una oportunidad para aprender hay que reconocer los obstáculos como parte del proceso y no todos los resultados negativos indican que no se es válido.
Los estudiantes que presentan baja autoestima suelen buscar constantemente el perfeccionismo aunque nunca están satisfechos con aquello que consiguen. Cambiar el enfoque hacia el crecimiento personal puede reducir ese perfeccionismo que les genera cierta ansiedad además de aceptar que es normal cometer errores y aprender de ellos.
Además de ser perfeccionistas buscan validación externa, es decir, su autoestima puede depender de la aprobación de los demás para así sentirse valorados. Cultivar la autoaceptación y trabajar en crear una base sólida de autoconfianza es efectivo para una buena autoestima.
Finalmente, también puede asociarse a la falta de entendimiento de fortalezas, debilidades y valores. Reflexionar sobre propias habilidades y conocimientos, además de desarrollar un sentido más claro de la identidad y centrarse en fortalezas individuales.
El entrenamiento de la autoestima es un proceso que requiere esfuerzos para cambiar aquellos patrones de comportamiento y pensamiento que afectan negativamente al individuo. Trabajarla puede ser un proceso progresivo y en algunos casos buscar apoyo de un profesional es lo más recomendable.
Optimo Nivel | Psicología Y Coaching Online
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Especialistas en Opositores, Desarrollo Personal, Ansiedad y Gestión Emocional
Componentes clave de la autoestima
La autoestima tiene varios componentes claves que participan en la percepción que se tiene de uno mismo y en la forma en que la persona se relaciona tanto con el mundo cómo consigo misma. Algunos componentes importantes:
- Autoconfianza: confianza en habilidades, implica creer en que se es capaz de enfrentar dificultades y conseguir objetivos, además de levantarse de los fracasos.
- Autoaceptación: capacidad de aceptarse a uno mismo con sus virtudes y debilidades sin hacer un juicio excesivo, reconociendo quien se es en ese momento.
- Autenticidad: implica ser fiel a uno mismo y actuar acorde a los propios valores en lugar de como otros quieren o esperan que se sea.
- Autoconciencia: conocerse a uno mismo es imprescindible, saber de las emociones propias, valores, pensamientos, etc. La autoconciencia es un aspecto importante para saber las necesidades de uno mismo.
- Respeto: tratarse con respeto incluye establecer límites sanos, cuidar del bienestar de uno y tomar decisiones que reflejen respeto.
- **Afrontamiento: desarrollar habilidades para manejar el estrés y la adversidad, la capacidad de afrontamiento es importante para adaptarse a las situaciones difíciles.
- Optimismo: ser optimista ante las situaciones y adversidades que se presenten, además de ver los desafíos como una oportunidad de crecimiento.
- Responsabilidad personal: saber que se tiene el control sobre aspectos de la vida y que se puede tomar medidas para el crecimiento y la mejora personal.
- Autovaloración: reconocer y valorarse a uno mismo en lugar de solo tener en cuenta la valoración externa.
- Habilidades para crear metas: las metas que se establezcan tienen que ser realistas para obtener sensación de satisfacción personal.
- Habilidades para soportar el fracaso: en lugar de ver el fracaso como un aspecto negativo, es conveniente tenerlo en cuenta para crecer. Contribuye a la resiliencia.
Estos componentes se relacionan entre sí y trabajar para fortalecerlos puede ser útil para desarrollar una autoestima saludable.
¿Cómo se manifiesta una buena autoestima?
Una buena autoestima se manifiesta mediante comportamientos, pensamientos y actitudes que muestran una valoración positiva de uno mismo.
Cuando una persona tiene una buena autoestima, muestra confianza en sus competencias y es segura para afrontar las dificultades que la vida le presenta. Normalmente se acepta de manera positiva y no se critica por los errores cometidos.
Por otro lado, la resiliencia es una señal clara de una buena autoestima, ya que es la capacidad para recuperarse de los desafíos sin que afecte en gran medida. Una autoestima saludable permite establecer límites sanos en las relaciones tanto con amigos, parejas y familiares. No se sienten obligados a complacer a los demás continuamente y no dependen de la aprobación del resto para sentirse válidos.
Del mismo modo, cuando la capacidad de expresar las propias necesidades, pensamientos y sentimientos es clara y respetuosa es señal de buena autoestima. También la capacidad de ser empático con uno mismo incluso en momentos difíciles es clave.
Por último, quienes buscan el crecimiento y desarrollo personal muestran que su autoestima es buena ya que continuamente están intentando aprender y mejorar en su vida. Cabe destacar que tener una óptima autoestima no es sinónimo de ser perfecto, sino más bien de ser realista y positivo con uno mismo.