Hablar de emociones parece un asunto de niños en preescolar, pero en realidad la falta de manejo en la expresión de sentimientos supone un problema enorme que continuamente se ve en consulta. Los conflictos surgen en la realidad de la vida y no podemos evitarlos por más que quisiéramos, así que debemos optar por cubrir aquellas cosas que sí están a nuestro alcance para ofrecer a los demás y a nosotros mismos ambientes saludables y enriquecedores.
Parte importante de los problemas en el manejo emocional tiene que ver precisamente en cómo nos enseñaron sobre nuestras propias emociones, la verdad es que la mayoría fuimos muy buenos aprendiendo a leer símbolos lo cual quiere decir que, si te muestro esta imagen, sabrás que es una carita feliz, pero tal vez no nos enseñaron en profundidad lo que podemos hacer con esa felicidad, dónde ponerla, de dónde viene o por qué está bien que la expresemos de la forma que mejor nos venga…
El poder de la gestión emocional
Como seres humanos tenemos la capacidad de experimentar diversas emociones, algunas pueden agobiarnos y otras confundirnos, más porque vivimos en un mundo intolerante al dolor lo cual hace que desplacemos las emociones displacenteras porque según nosotros preferimos no sentirlas…como si fuera posible. Quiero que hablemos de este ejemplo, porque en realidad así es como inicio una sesión con un paciente que tiene dificultades gestionando cómo se siente. Quiero mostrarte cuatro emociones básicas, por la simbología de estas ya tienes sospechas de cuáles son, son la alegría, la tristeza, el enojo y el miedo.
Piensa si de niño tuviste que aprender a esconder tu alegría porque tus padres te decían que te reías muy duro o que debías controlarte un poco más, tal vez no es un recuerdo que tengas tan claro, pero a veces basta con un solo comentario por parte de los adultos para oprimir y guardar bajo llave nuestras emociones, de esta forma la alegría es anulada. Con la tristeza pasa algo similar, como ver a alguien llorar puede resultar tan incómodo para otros, prefieren decirle “no llores más”, “no me gusta verte así”, y otros comentarios por el estilo, pero la realidad es que si esa lágrima vino a ti es porque necesitaba salir, en ese momento necesitabas experimentar el llanto que es natural en los seres humanos para darte cuenta de que hay algo que te está lastimando y consideras negativo en tu vida. En todo caso, como a las personas no les gusta vernos tristes, entonces también anulamos esa emoción, nos escondemos para llorar o le decimos a todos que estamos bien cuando a veces nuestra vida se viene abajo.
Sigamos con la próxima emoción, el enojo...esta emoción es una de las más complejas debido a que las personas no saben cómo lidiar con ella y confunden la rabia con agresividad, hay que reconocer que en algunos casos esta emoción puede vivirse de formas muy profundas e intensas con lo cual la persona puede llegar a explotar haciendo daño a quien está a su alrededor, sin embargo, la experiencia de estar enojado por si misma no es nociva para nadie, de hecho, la función que cumple el enojo es la de ayudarte a establecer límites, cuando te enojas es porque tu cuerpo manda una señal al cerebro diciéndole, oye, esto que está pasando no está bien, debes reaccionar. Te puedes enojar si alguien te empuja, te grita, o pone tu integridad en riesgo…así que es evolutivo y saludable que puedas enojarte según la situación que se presente, eso obviamente en la teoría, porque en la cotidianidad el enojo está muy mal visto, así que es otra emoción anulada.
Miremos qué pasa con el miedo, yo creo que hay mucha impaciencia alrededor de esta emoción, si estás haciendo la fila para subirte a la montaña rusa más alta del mundo y justo antes de subirte dudas, las personas que están atrás pueden irritarse por tu indecisión, en general, los seres humanos le tienen miedo a lo que no conocen pero al ver a otra persona en una situación de estas parece que no pueden entenderlo, se invalida mucho la experiencia del temor solo porque se mide desde el lugar de otros, entonces si tu le tienes miedo a los pájaros y yo no, puedo hacer comentarios como, qué tontería, son animales chiquitos y además muy lindos…y sí, pero para mí, ahí también estaríamos invalidando esta emoción.
Un espacio para crecer como personas
Entonces, como te decía al principio del artículo, es probable que creas que las emociones son un tema solo para niños, pero la gestión emocional debería ser algo que nos compete a todos, dar manejo de forma asertiva a las emociones tiene que ser primordial en el crecimiento personal y con esto no te invito a mantener un estado zen, todo lo contrario, te digo que puedes experimentar todas y cada una de tus emociones regulándolas y aumentando tu inteligencia emocional.
En los últimos años me ha llamado mucho la atención el afán de algunas personas por anular las emociones, se envía un mensaje continuo de contrólate, si estas triste, contrólate, si estás enojado, Y eso me ha llevado a sospechar que detrás de ese contrólate solo hay una pereza mental por parte de ese otro para también ayudarnos a gestionar lo que estamos viviendo, esto puede ser controversial porque somos responsables de nuestras respuestas emocionales pero también podemos reconocer que si hay un ambiente propicio, podría ser más fácil llegar a ese equilibrio emocional.
¿Qué puedes hacer para mejorar en este tema?, lo primero que te propongo es que le des nombre a la experiencia, a veces nos sentimos de determinadas formas, pero no sabemos o no queremos aceptar que esa emoción está presente en nosotros, admitir que estoy enojado solo significa que debo aceptar la razón de mi enojo y esa es una de las partes que más puede costarles a las personas, debes entender de dónde viene esa sensación. Validar tu enojo, tristeza, alegría o miedo te hará sentir contenido y más seguro, pruébalo a consciencia y me cuentas cómo te va.
La idea es que mentalmente generes un discurso parecido a…”me estoy sintiendo triste porque siento que la relación con mi mejor amigo está cambiando”, de esta forma organizas tus pensamientos y entiendes por qué vienes experimentando estas sensaciones, hablo de sensaciones porque las emociones toman parte de nuestra corporalidad, esto quiere decir que cada persona siente la emoción en una parte determinada del cuerpo, por ejemplo yo, cuando estoy muy nerviosa siento que me pesan las manos, o si me da rabia siento calor en la cabeza. Anímate a conocer y entender más sobre ti, el autoconocimiento es gratificante y trae mucha tranquilidad a nuestra vida.
¿De qué forma la gestión emocional aporta a tu crecimiento personal?, tener un flujo adecuado de emociones genera calma, la cual a su vez mantiene los circuitos cerebrales funcionando apropiadamente, se liberan sustancias que aportan bienestar y esto por supuesto impacta positivamente muchos aspectos de tu vida, incluyendo la autoestima. Cuando sientes que tienes más control sobre ti te sientes más seguro, pero no hablo del control rígido anticipatorio que te hace mantener todo en un orden estricto, hablo de una sensación de certidumbre, de que pase lo que pase en el entorno estarás en la capacidad de recibirlo y gestionarlo.
La gestión emocional aporta enormes beneficios en la resolución de conflictos, por tal motivo también tendrás relaciones interpersonales más saludables y duraderas, se incluyen en este sentido, las relaciones familiares, laborales y afectivas. En este momento creo que también estás listo para saber qué pasa contigo cuando no trabajas sobre el reconocimiento y expresión de sentimientos, y es que puedes mantener relaciones conflictivas y desarrollar trastornos mentales como la ansiedad, porque al dejar conversaciones pendientes, cosas en el aire, diálogos que nunca se tuvieron, todo eso se va acumulando hasta que eventualmente explota.
Te recomiendo darle nombre a lo que sientes y posteriormente buscar la forma de expresarlo, a veces el diálogo no es posible por diversas situaciones, ahí lo que puedes hacer es escribirlo, dado que la escritura también promueve la regulación emocional, permite que haya un período de pausa donde se reevalúa lo ocurrido y se generan nuevas soluciones o perspectivas.
Quiero despedirme con este último comentario, la gestión emocional aplica tanto para ti como para los demás, esto quiere decir que está muy bien que seas comprensivo contigo, pero también debes desarrollar aquellas herramientas que te permitan empatizar con los demás, ser bondadoso también activa circuitos cerebrales que generan calma. Coloca en práctica las herramientas acá descritas y seguro te sentirás mejor. Contáctame para conocer más información.