Las disfunciones sexuales se caracterizan por la existencia de algún tipo de alteración dada en alguna de las fases de la respuesta sexual; las cuáles explicaremos más adelante. Para tratar este tipo de disfunciones, existen diversos modelos de terapia, entre los que cabe destacar el que desarrollaron William Masters y Virginia Johnson.
En el modelo de terapia sexual de Masters y Johnson, que fue desarrollado en torno a la década de los años 70, se hizo una división de la respuesta sexual humana en 4 grandes fases: fase de excitación, fase de meseta, fase orgásmica y fase de resolución.
En este artículo veremos en qué consiste el modelo de terapia sexual de Masters y Johnson y también hablaremos acerca de cada una de las fases de las respuesta sexual.
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¿Qué es el modelo de terapia sexual de Masters y Johnson?
El modelo de terapia sexual de Masters y Johnson supuso en su día una revolución en el tratamiento de los problemas de índole sexual sin precedentes; cabe desatacar las 4 fases propuestas por estos sexólogos para distinguir los diferentes cambios fisiológicos que experimentan las personas.
A la hora de desarrollar este modelo de terapia sexual, tuvieron presentes una serie de consideraciones fundamentales entre las que cabe destacar las siguientes:
- La sexualidad humana es algo natural, ya que se encuentra controlada a través de una serie de respuestas reflejas.
- En la terapia sexual es importante tratar de facilitar que se den aquellas respuestas reflejas fundamentales.
- Rechazaron la hipótesis que consideraba que una disfunción sexual era el resultado de un trastorno mental.
- Se debe dejar claro a la pareja que la sexualidad no es lo único importante dentro de una relación.
- Nunca se debe culpar de la disfunción sexual a alguno de los miembros de una pareja.
- Consideraron las disfunciones sexuales como el resultado de unas conductas aprendidas por la experiencia.
Además, a la hora de llevar a cabo el modelo de terapia sexual de Masters y Johnson, estos sexólogos tuvieron en cuenta una serie requisitos fundamentales, siendo estos los que vamos a enumerar a continuación:
- Se debe comenzar la terapia con una evaluación de manera individualizada y exhaustiva a cada pareja.
- El tratamiento va enfocado hacia la relación de la pareja, teniendo en cuenta todos los factores relacionados.
- Este modelo de terapia sexual sigue un enfoque breve e intensivo de 15 días en régimen interno.
- Es un modelo de terapia integrador donde se tienen en cuenta factores sociales, biológicos y psicológicos.
- Para que el tratamiento funcione es necesaria la colaboración de ambos miembros de la pareja.
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Las fases del modelo de terapia sexual de Masters y Johnson
Ahora que ya hemos visto cuáles son las consideraciones y los requisitos fundamentales que se deben tener presentes a la hora de aplicar este modelo de terapia sexual, es conveniente que pasemos a explicar de manera breve las distintas fases entre las que se divide esta terapia enfocada en el tratamiento de diversas disfunciones sexuales.
1. Fase de evaluación y diagnóstico
La primera fase del modelo de terapia sexual de Masters y Johnson se lleva a cabo a lo largo de los 3 primeros días de tratamiento, durante los cuáles se llevan a cabo principalmente las siguientes tareas:
- Entrevista individual con cada uno de los miembros de la pareja por separado y también conjunta.
- Examen y exploración médica.
Es importante destacar que durante esta primera fase se debe aclarar a la pareja las bases de la terapia y también se abordarán aquellos aspectos formativos y educativos relacionados con el sexo que pudieran ser necesarios y se prohibirá que tengan relaciones sexuales más allá de las que hayan sido autorizadas por el terapeuta, ya que podrían interferir con el proceso terapéutico.
La fase de evaluación concluirá con el análisis, el diagnóstico y la discusión con ambos miembros de la pareja con respecto al diagnóstico del problema que les ha llevado a buscar ayuda profesional y también se dejarán claras las directrices de la terapia para futuras sesiones.
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2. Fase de focalización sensorial
La segunda fase de este modelo sería en la que se lleva a cabo la focalización sensorial, donde cada uno de los miembros de la pareja participante en la terapia deben tratar de conocer en mayor profundidad y de localizar de la manera más precisa posible aquellas zonas del cuerpo que a cada miembro le resulten más agradables al ser estimuladas con el fin de favorecer que se dé una respuesta sexual adecuada para que puedan lograr tener unas relaciones sexuales satisfactorias para ambos.
Además, dentro de esta fase se debe trabajar con la mejora o aumento, si fuera necesario, de la comunicación entre los miembros de la pareja para que desarrollen la costumbre de expresar con el otro deseo y afecto.
3. Fase específica
Por último, a la hora de aplicar el modelo de terapia sexual de Masters y Johnson, una vez se ha llevado a cabo correctamente la evaluación y diagnóstico, y también se ha trabajado correctamente la fase de focalización sensorial, logrando así que ambos miembros de la pareja tengan una comunicación más fluida y conozcan exhaustivamente cómo estimular al otro para lograr una mejor respuesta sexual, es aquí cuando se procederá a llevar a cabo un programa específico con una serie de técnicas concretas que vayan enfocadas a tratar la disfunción sexual de cada pareja concreta.
Sabe destacar que el programa que se llevará a cabo dentro de esta terapia sexual variará mucho en función de cada pareja y de la disfunción sexual que les haya llevado a terapia (p. ej., eyaculación precoz, trastorno de erección, trastorno del deseo sexual hipoactivo, trastorno orgánico, vaginismo, dispareunia, etc.).
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Fases de la respuesta sexual según Masters y Johnson
Después de haber visto cuáles son las diferentes fases por las que transcurre el modelo de terapia sexual de Masters y Johnson es el momento de ver en qué consisten las diferentes fases de la respuesta sexual humana según estos sexólogos.
1. La fase de excitación
La primera fase de la respuesta sexual humana siguiendo el modelo de terapia sexual de Masters y Johnson sería la fase de excitación, donde se dan una serie de cambios a nivel fisiológico en ambos miembros de la pareja que indican su respuesta ante la estimulación sexual, ya sea física y/o psicológica.
En esta fase, el órgano reproductor de la mujer comenzará a lubricar y además en la parte superior se producirá un aumento del tamaño de lo que se conoce como clítoris. Por otro lado, el tamaño de los senos de la mujer también incrementará debido a que se producirá una vasocongestión al recibir un mayor flujo a nivel sanguíneo.
En cambio, en el hombre comenzará a producirse una erección en su órgano reproductor al recibir también mayor flujo sanguíneo, al producirse una vasocongestión. Además, se producirá una elevación testicular y el recto sufrirá una serie de contracciones de forma irregular.
Por otra parte, cabe mencionar que tanto la mujer como el hombre, al comenzar esta primera fase sufrirán lo que se conoce como rubor sexual, a causa del aumento en la circulación sanguínea y de la temperatura de la piel, así como también un aumento de la presión arterial y de la tasa cardíaca.
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2. La fase de meseta o mantenimiento
La segunda fase sería la de mantenimiento o meseta, donde se producirá un aumento considerable de los niveles de tensión sexual y con ello también aumentará la vasocongestión.
En el hombre, es en esta segunda fase de la respuesta sexual cuando el pene logrará alcanzar un nivel máximo de erección. Los testículos sufrirán un aumento de tamaño y las contracciones del recto, que había comenzado en la fase anterior, continuarán dándose.
En la mujer, se dará una serie de contracciones dentro de las paredes vaginales y además el clítoris se retirará hacia adentro. Además, el útero en está fase sufrirá un incremento de su tamaño. También es característico de esta fase que en la mujer sea cuando comiencen a darse las contracciones de forma involuntaria en el recto.
Por otra parte, en ambos miembros de la pareja cabe mencionar que el rubor sexual continuará y además en esta fase se incrementarán la presión arterial y la frecuencia cardiaca, llegando a acelerarse la respiración de ambos.
3. La fase orgásmica
En tercer lugar, podemos encontrar la fase orgásmica, donde se producirá una descarga de manera explosiva e involuntaria de la tensión neuromuscular en el momento en que la estimulación sexual ha alzando su intensidad máxima, siendo este el momento que produce el mayor placer, considerándose como el momento del clímax.
En la mujer, el orgasmo se produce en el momento en el que la plataforma orgásmica comienza a contraerse entre 5 y hasta 12 veces en intervalos de unos 0,8 segundos. Asimismo, se producirán contracciones de forma involuntaria en otros grupos musculares, entre los que se encuentra el esfínter anal.
Por otro lado, en el hombre, el pene experimentará una serie de contracciones que provocarán que se produzca la eyaculación gracias a las contracciones de los músculos pélvicos y de la uretra, acompañándose también de las contracciones en el recto.
Cabe destacar que en ambos miembros de la pareja durante la fase orgásmica siguen sufriendo incrementos a nivel de presión arterial, de la tasa cardíaca y de la frecuencia respiratoria.
4. La fase de resolución
El cuarta fase de la respuesta sexual de acuerdo con el modelo de terapia sexual de Masters y Johnson sería la de resolución, donde se producirá de forma progresiva un pérdida de la tensión sexual, volviendo así ambos miembros al estado previo en el que se encontraban antes de que se produjera la fase de excitación.
En el hombre, tras producirse el orgasmo, es cuando ocurre el periodo refractario, durante el cuál no sería posible desarrollar de nuevo una respuesta sexual plena, cuya duración es variables en función de cada persona (normalmente dura entre 15 y 30 minutos, aumentando a medida que la persona tiene mayor edad).
En cambio, en la mujer, tras el orgasmo irán desapareciendo progresivamente aquellos signos de vasodilatación que mencionamos anteriormente, cabiendo destacar que en el caso de la mujer no hay un periodo refractario, de forma que tienen la capacidad de experimentar orgasmos múltiples o de forma repetida durante un periodo más corto de tiempo.