Facilitación social: qué es, cómo nos influye, y teorías que la explican

La facilitación social es un fenómeno psicológico que puede ser usado para ayudarnos a rendir mejor.

Facilitación social

A muchos deportistas les pasa que tienen mejores marcas compitiendo o practicando en compañía que haciéndolo solos. El ser humano es un animal social y la presencia de otros influye en nuestra conducta, a veces haciendo que nuestro desempeño sea mejor.

Ya sea porque nos esforzamos más, porque estamos más motivados o simplemente para ganar a otras personas, la presencia de otros individuos hace que nuestro rendimiento crezca.

Este fenómeno es lo que se conoce como facilitación social. Veamos en qué consiste y qué otros fenómenos influyen en él.

¿Qué es la facilitación social?

La facilitación social es el fenómeno que se da cuando, estando rodeados o cerca de otras personas, tenemos un mejor desempeño en una tarea determinada. La mera presencia de otros hace que uno rinda mejor haciendo una actividad simple, ya sea porque compite contra ellos o porque se siente motivado y presionado para hacerlo mejor. Este fenómeno se lleva estudiando desde hace más de un siglo, siendo demostrado en múltiples estudios e investigaciones.

En 1898 el psicólogo Norman Triplett fue quien empezó a estudiar la facilitación social, aunque no sería hasta varias décadas más tarde que se llamaría así al fenómeno. Triplett era fanático del ciclismo y le dio la impresión de que aquellos ciclistas que se acompañaban entre ellos tenían un mejor rendimiento. Para comprobarlo, comparó las puntuaciones de los ciclistas de la Liga de Ciclismo Americana y, efectivamente, observó que estas mejoraban cuando los deportistas se acompañaban o competían entre ellos. Corrían hasta 5 segundos más rápido en compañía que estando a solas.

Triplett quiso saber si esto era un fenómeno exclusivo en atletas o si se daba también en otros ámbitos, así que decidió verlo con niños. El psicólogo pidió a unos chavales que enrollaran el hilo de un carrete lo más rápido que pudieran, comprobando que efectivamente aquí también se daba el tan curioso fenómeno que había observado con los ciclistas. Cuando estaban acompañados de otros niños, los chicos hacían la tarea más rápido.

Fue en 1920 cuando Floyd Henry Allport (hermano de Gordon Allport) acuñó el término de facilitación social para describir este fenómeno. En una de sus investigaciones, Allport estudió cómo eficazmente se hacía una determinada tarea en un grupo de participantes. La tarea que les encomendó fue la de escribir el mayor número de palabras posibles que estuvieran relacionadas con un concepto. Cuando los sujetos experimentales se encontraban acompañados, consiguieron producir muchas más palabras que cuando se les pedía la misma tarea estando solos.

Efecto de la facilitación social

Fenómenos implicados en la facilitación social

Son varios los fenómenos que se pueden dar en un caso de facilitación social. Entre los más destacables tenemos los tres siguientes:

1. Efecto de coacción

El efecto de coacción implica que, cuando estamos haciendo una tarea con otras personas que también la están realizando, nuestro desempeño es mayor porque nos esforzamos más. En este contexto, nuestro objetivo es demostrar que somos tan o más válidos que aquellos que nos rodean. En la coacción influyen factores como la competitividad y la presión de grupo.

Este fenómeno no solo se ha observado en seres humanos. En un estudio, bastante antiguo, llevado a cabo por el psicólogo S. C. Chen (1937) observó cómo las hormigas obreras, cuando excavaban en la arena, trabajaban hasta tres veces mejor en compañía que aquellas que lo hacían estando solas.

2. Efecto de audiencia

El efecto de la audiencia implica que, cuando nos sentimos observados por otras personas mientras estamos ejecutando una tarea de la que tenemos práctica y dominio, nuestro desempeño mejora. Esto es debido a la motivación de intentar agradar a los demás, demostrar nuestra valía y que sepan lo competentes que somos en una tarea.

Por ejemplo, imaginémonos a un pianista experto que tiene que tocar una complicada pieza delante de todo un teatro. En su soledad, ha practicado una y otra vez la pieza, llegando al punto de que se siente lo suficientemente seguro y siente, también, que la domina. Llega el día del concierto y no solo toca la pieza sin error alguno, sino que llega a hacerlo mejor que cuando practicaba a solas.

Teorías que explican el fenómeno de la facilitación

Aparte de la propia teoría de la facilitación social sugerida tanto por Allport como otros autores, tenemos otras teorías e hipótesis que explicarían el fenómeno. Entre ellas destacamos las tres siguientes.

1. Hipótesis de la aprehensión de la evaluación

Esta hipótesis sostiene que las personas, en realidad, nos sentimos presionadas por el miedo a ser evaluados por los demás. Como no queremos quedar mal ante otras personas, procuramos dar lo mejor de nosotros mismos.

2. Hipótesis de alerta

De acuerdo con esta hipótesis, cuando nos sentimos observados entramos en estado de alerta lo que nos impulsa a ser más competentes.

3. Teoría de la autopresentación

Parte de nuestro autoconcepto está basado en la imagen que creemos que mostramos a los demás. Relacionado con la facilitación social, la idea es que nos empeñamos a hacerlo siempre lo mejor posible cuando estamos delante de otras personas con el fin de gustarles. Consecuentemente, el refuerzo social que recibamos por haber hecho las cosas bien nos hará tener una visión más positiva de nosotros mismos.

La facilitación y la inhibición social

La presencia de otras personas no siempre hace que rindamos mejor. De la misma manera que la facilitación social implica que hagamos mejor las cosas cuando hay otras personas cerca, encontramos un efecto que es justo lo contrario: la inhibición social. Como su nombre sugiere, consiste en que hagamos una determinada tarea peor, normalmente de la que tenemos poca maña, estando en compañía de otros que a solas.

En 1933, J. Pessin realizó un estudio en donde intuyó el fenómeno de la inhibición social. Pidió a un grupo de participantes memorizar una lista de sílabas sin sentido estando ante un público. La tarea era sumamente complicada ya de por sí, algo que fue todavía más difícil estando en presencia de tan intimidante público. Los participantes mostraron un peor rendimiento siendo observados que estando a solas.

Más tarde, en 1956, Robert Zajonc estudió más a fondo este efecto negativo de ser observado por los demás, algo que aparentemente contradecía la teoría de la facilitación social de Floyd Allport. Zajonc observó cómo las personas hacían tareas simples y otras complejas en presencia de otras y analizó los resultados. Según la perspectiva de Zajonc, cuando estamos trabajando en grupo, emitimos lo que él denominó “respuesta dominante”. Esta se trataría de que, ante la estimulación de los demás por su mera presencia, aumenta la probabilidad de que un individuo sea más eficiente, porque es lo que se espera de él.

Zajonc llegó a la conclusión de que, cuando las tareas a realizar son simples, ya sea por su poca complejidad o porque se tiene gran experiencia con ellas, la presencia de otras personas hace que rindamos mejor que estando solos. En cambio, cuando las tareas eran más difíciles o no se disponía de experiencia de ellas, tener a un público observando perjudicaba su desempeño.

Este efecto inhibido fue incorporado a la teoría de la facilitación social por Zajonc en una nueva hipótesis generalizada en la que se tenía en cuenta los dos efectos. La teoría actual defiende que, cuando tenemos que hacer algo que sí dominamos estando en presencia de otras personas, lo haremos mejor que estando a solas. Por el lado contrario, si lo que tenemos que hacer es algo de lo que no somos demasiado mañosos o percibimos que lo haremos mal, estando en presencia de otros lo haremos todavía peor porque sentiremos que nos van a juzgar muy negativamente.

  • Baron, R. A. (1986). Distraction-conflict theory: Progress and problems. In L. Berkowitz (Ed.), Advances in Experimental Social Psychology (Vol. 19). Orlando, FL: Academic Press.
  • Chen, S. C. (1937). Social Modification of the Activity of Ants in Nest-Building. Physiological Zoology, 10(4), 420-436
  • Pessin, J. (1933). The comparative effects of social and mechanical stimulation on memorizing. The American Journal of Psychology, 45, 263–270. https://doi.org/10.2307/1414277
  • Travis, L. E. (1925). The effect of a small audience upon eye-hand coordination. The Journal of Abnormal and Social Psychology, 20(2), 142.
  • Triplett, N. (1898). The dynamogenic factors in pacemaking and competition. American Journal of Psychology, 9, 507-533.
  • Zajonc, R. B. (1965). Social facilitation. Science, 149, 269-274.

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Postgrado de Actualización de Psicopatología Clínica en la UB.

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