En nuestra actualidad, los medios de comunicación, las redes sociales y el entretenimiento representan un papel fundamental en la formación de nuestras percepciones, valores y creencias. Ya no solo nos formamos en la escuela o en nuestros entornos familiares; las pantallas de nuestros móviles nos ponen al alcance de la mano una multitud de referencias y personas hacia las que mirar, buscando representación, información e incluso, educación.
A través de películas, series de televisión, música, y las referencias personales que de ellas pueden extraerse, formamos y alimentamos de cierta manera nuestra personalidad y forma de percibir el mundo. El problema viene cuando estos referentes culturales hacen uso de estéticas, mensajes o identidades que no les pertenecen con el único objetivo de generar expectativas, audiencias y, por qué no decirlo, dinero.
Este es el caso del queerbaiting, un término que se ha visto bastante popularizado entre las conversaciones sobre representación LGBTIQ+ en los medios. Se refiere a una práctica en la que, por ejemplo, en una serie se sugiere una relación romántica o sexual entre personajes del mismo sexo, pero nunca llega a concretarse; o cuando una celebridad heterosexual utiliza iconos y referencias queer con el único objetivo de generar duda y conversación sobre su orientación sexual y acceder a un mayor público.
El queerbaiting se ha convertido en todo un tema candente de discusión en la comunidad LGBTIQ+ y más allá, ya que plantea preguntas sobre la autenticidad de la representación, sus implicaciones culturales, y la forma en la que se explotan o capitalizan las vivencias queer. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el queerbaiting, entendiendo los motivos por los que es una práctica nociva y que debe ser criticada y cuestionada.
¿Qué es el queerbaiting?
En esencia, el término queerbaiting proviene de la combinación de dos palabras en inglés: “queer” (que hace referencia a las identidades disidentes y a la comunidad LGBTIQ+) y “baiting” (que podría significar algo parecido a “poner un cebo”). Básicamente, el queerbaiting puede definirse como utilizar las vivencias, historias, referencias e iconografía queer como una forma de atraer a estas personas, haciéndolo de una forma falsa e intencional. Entendiendo el queerbainting en los medios de representación, como películas o series, puede implicar gestos, miradas, comentarios o situaciones que sugieren una relación romántica o sexual entre dos personajes del mismo sexo, pero luego se dejan sin resolver o se desvían hacia otras tramas. El queerbaiting juega con las esperanzas y expectativas de la audiencia, a menudo dejándola insatisfecha y sintiéndose utilizada.
Pero el queerbaiting no queda aquí; se ha acusado a personas concretas de hacer uso del queerbaiting para acceder a un nuevo público y sacar rédito de ello. Es el caso, por ejemplo, de Harry Styles, el famoso cantante británico. Siempre se ha mostrado (¿intencionadamente?) con una orientación sexual no definida y utilizando toda la iconografía y referencias de estilo características de las personas queer, pero sin embargo todas sus relaciones públicas han sido con mujeres y no hay ninguna prueba de que represente de una forma de peso a las personas del colectivo LGTBIQ+. Las personas que son críticas con el queerbaiting lo hacen porque esto va más allá de dar visibilidad a corrientes o movimientos artísticos, o mostrar respeto y empatía por las vivencias queer; el único motivo que hay detrás es económico y jugar con los sentimientos y pensamientos de sus audiencias.
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Impacto en la comunidad LGBTQ+
El queerbaiting no es simplemente una estrategia narrativa o un truco en los medios de comunicación; tiene un impacto real y profundo en la comunidad LGBTQ+ y en sus aliados. Esta práctica afecta a nivel emocional, psicológico y social, y es esencial comprender sus repercusiones para apreciar por qué es un tema de preocupación.
1. Efectos emocionales y psicológicos
El queerbaiting puede ser emocionalmente agotador para la comunidad LGBTQ+. Cuando se presenta una representación aparentemente positiva de relaciones LGBTQ+ en los medios, solo para que luego se desestime o se evite, puede causar sentimientos de desilusión, frustración y aislamiento en la audiencia LGBTQ+. Esto puede dar lugar a la percepción de que sus historias y relaciones no son dignas de ser exploradas en profundidad o de que son menos importantes que las relaciones heterosexuales.
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2. Validación y autoestima
La representación adecuada en los medios de comunicación es crucial para la validación de la identidad de las personas LGBTQ+ y su autoestima. Cuando el queerbaiting se convierte en la norma, se corre el riesgo de que las personas LGBTQ+ se sientan invisibles o que sus experiencias sean trivializadas. Esto puede tener un impacto negativo en la percepción que tienen de sí mismas y en su sentido de pertenencia.
3. Perpetuación de estereotipos
El queerbaiting a menudo se utiliza como un medio para explotar estereotipos sobre la comunidad LGBTQ+ en lugar de representar sus relaciones de manera auténtica y diversa. Esto perpetúa ideas equivocadas y prejuicios, lo que puede dificultar la aceptación y la igualdad en la sociedad.
4. Falta de modelos a seguir
La falta de representación LGBTQ+ auténtica en los medios de comunicación también afecta la capacidad de las personas jóvenes de la comunidad para encontrar modelos a seguir y referentes en su desarrollo. La ausencia de personajes con los que puedan identificarse y empatizar puede hacer que se sientan aisladas y solas en su experiencia.
5. Impacto en las relaciones sociales
El queerbaiting puede influir en la forma en que las personas LGBTQ+ son percibidas y tratadas en su entorno social. Si las relaciones LGBTQ+ se presentan de manera poco seria o como un simple elemento de entretenimiento, puede llevar a la invalidación de las relaciones y experiencias reales de las personas LGBTQ+ en la vida cotidiana.
¿Por qué el queerbaiting está mal?
Aunque ya han quedado claras las repercusiones negativas que el queerbaiting puede tener sobre las personas LGBTQ+, que son aquellas hacia las que está dirigido, es posible que aún tengas dudas sobre por qué el queerbaiting está mal. Es probable que las personas que lo llevan a cabo no lo estén haciendo de una forma tan consciente, sino más como una apropiación estética o subcultural.
Sin embargo, en esencia, el queerbaiting está mal porque es una falta de respeto apropiarse de vivencias, historias y culturas a las que ni perteneces ni tampoco te has esforzado en comprender. Aquí te dejamos algunas razones más para entender en profundidad por qué el queerbaiting está mal:
1. Fomenta la exploración sensacionalista
El queerbaiting a menudo explora relaciones LGBTQ+ de manera sensacionalista o voyeurista, utilizando la orientación sexual de los personajes como un gancho para atraer la atención sin realmente comprometerse a representar estas relaciones de manera auténtica. Esto trivializa las experiencias de las personas LGBTQ+ y reduce sus relaciones a un mero objeto de curiosidad o entretenimiento.
2. Minimiza la visibilidad
Cuando el queerbaiting se convierte en la norma en los medios de comunicación, se corre el riesgo de que las relaciones LGBTQ+ sean minimizadas o pasadas por alto. Esto contribuye a la invisibilidad de la comunidad y perpetúa la idea errónea de que las relaciones LGBTQ+ no son importantes o dignas de ser exploradas en profundidad.
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3. Contribuye a la discriminación y el estigma
El queerbaiting puede alimentar los estereotipos y prejuicios sobre la comunidad LGBTQ+, lo que a su vez puede contribuir a la discriminación y el estigma. Cuando las relaciones LGBTQ+ se presentan de manera superficial o se utilizan como mero entretenimiento, se dificulta la comprensión y aceptación de estas relaciones en la sociedad en general. Lo que también enfada a las personas LGBTQ+ es el hecho de que un famoso hombre cis-heterosexual puede vestirse como lo haría una persona queer y ser aplaudido por ello y considerado “valiente”; mientras que por el mismo motivo, una persona queer podría recibir una paliza.
4. Rompe promesas a la audiencia
Una de las razones fundamentales por las que el queerbaiting está mal es que rompe promesas a la audiencia. Cuando se insinúa una relación LGBTQ+ y luego se desestima o se evita, se crea una sensación de traición y engaño entre los espectadores. Esto puede llevar a la pérdida de confianza en los creadores de contenido y en la industria del entretenimiento en su conjunto.
5. Impide la representación auténtica
El queerbaiting actúa como un obstáculo para la representación auténtica de la diversidad de experiencias LGBTQ+. Al centrarse en la insinuación en lugar de en la representación real, se pierde la oportunidad de explorar relaciones y personajes LGBTQ+ de manera significativa y respetuosa.
6. Afecta a la salud mental de las personas LGBTQ+
El queerbaiting puede tener un impacto negativo en la salud mental de la audiencia LGBTQ+. La constante invalidación y falta de representación significativa en los medios pueden causar estrés emocional y psicológico, aumentando la sensación de aislamiento y alienación.
Conclusión
En definitiva, el queerbaiting no deja de ser una forma más de violencia simbólica hacia las personas LGBTIQ+. Una persona queer experimenta muchas dificultades a lo largo de su vida por el único motivo de ser queer que una persona heterosexual jamás se podrá ni imaginar. Por ello, explotar estas vivencias y sacar provecho de ello no solo está mal, sino que es una forma de violencia para con estas personas, quitando peso y valor a sus voces e historias.
Cada persona debe entender dónde está su sitio, y que querer comprender subculturas o a grupos minoritarios puede estar bien siempre que se haga desde el respeto, la comprensión y la aceptación; no la búsqueda de un rédito económico o un ensalzamiento por ello.
