La asertividad no consiste en decir todo aquello que nos pase por la cabeza ni, por el contrario, relegarlo todo al hecho de si lo que queremos decir puede incomodar o no a nuestro interlocutor. Consiste, en todo caso, en un equilibrio entre esos dos polos: decir lo que debe ser comunicado, y hacerlo de una manera respetuosa y empática, intentando no generar un malestar innecesario.
Es por eso que el concepto clave a la hora de desarrollar la asertividad es “eficiencia”: debemos hacer que nuestras ideas y opiniones más relevantes sean transmitidas, pero sin malgastar tiempo o recursos de manera descontrolada o de un modo que pueda dar lugar a conflictos evitables. Por eso, en este artículo haremos un repaso a las reglas básicas de la comunicación eficiente.
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¿Cómo lograr una asertividad eficiente al comunicarnos con los demás?
Sigue estos consejos para que la asertividad te permita comunicarte de manera fluida.
1. Ten claras las ideas que quieres comunicar
Una de las primeras reglas que debemos tener en cuenta para mejorar nuestra asertividad es la de tener claras de antemano las ideas que queremos comunicar en la conversación que vamos a mantener.
Para conseguir tal fin podemos apuntar con antelación en una libreta o cuaderno las ideas o conceptos principales sobre los cuales se va a desarrollar nuestro discurso y memorizarlos o repasarlos previamente; aunque no deberíamos pretender memorizar frases exactas, únicamente las ideas a expresar.
Como saben los expertos en oratoria, lo importante para desarrollar cualquier discurso es tener claro el esquema de lo que vamos a decir y cómo se van a relacionar las ideas clave de lo que queremos comunicar a nuestro interlocutor.
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2. No critiques a las personas sino a sus acciones
Una señal característica de una buena asertividad se da en aquellas personas que, a la hora de criticar, se centran en las acciones o los argumentos de las personas que tienen enfrente y no en dichas personas específicamente.
Criticar personalmente a nuestro interlocutor cuando estamos en medio de una conversación es un signo de poca asertividad y una falta de flexibilidad argumentativa, por lo que siempre debemos recordar centrarnos en los argumentos y no en las personas que los profieren.
3. Al criticar, propón alternativas o soluciones
Siempre que tengas intención de criticar una idea o planteamiento debes ser capaz de proponer una alternativa o solución a los que estás criticando, ya que si no lo haces tu crítica puede perder legitimidad.
De nuevo, ser capaces de proponer otros argumentos alternativas o soluciones distintas a un mismo problema es uno de los signos elementales de las personas asertivas y una señal inequívoca de capacidad y flexibilidad en la oratoria y la contraargumentación respetando a quienes piensan diferente o consideramos que se han equivocado.
4. Pon fecha y hora límite para comunicar aquello que debe ser dicho
La asertividad tiene que ver con la resolución, la búsqueda de soluciones y la comunicación de aquello que queremos decir en un momento y un lugar determinados.
Es por eso que una regla útil que podemos seguir para ser más asertivos es la de establecer una fecha y hora límites para comunicar cualquier cosa que queramos comunicar a otra personas, acordándolo y comunicándolo previamente a dicha persona o personas.
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5. Evita alargarte
Una de las claves para lograr ser asertivos es la de comunicar un discurso breve, conciso y directo, con el cual atraigamos la atención de nuestra audiencia y sea fácil de seguir por las personas que nos escuchan.
La claridad es igual de importante, es decir, decir las cosas procurando que se entiendan y evitando formulaciones o palabras excesivamente complicadas o rebuscadas.
6. Reestructura los pensamientos negativos
En ocasiones nos pueden abordar pensamientos negativos sobre nosotros mismos o bien sobre nuestro discurso, ideas nocivas que nos hacen perder la confianza en nosotros mismos y en nuestros planteamientos, ideas o argumentos.
Para superar este tipo de pensamientos debemos aprender a desmentirlos mediante un análisis racional de los mismos y a reconvertirlos en pensamientos más positivos y adaptativos que nos permitan adquirir confianza en nuestras capacidades y nos motiven para seguir mejorando como oradores asertivos.
7. Mantener la calma
Las personas con mayor nivel de asertividad son aquellas capaces de comunicar sus discursos de manera calmada y sin perder el control ante los imprevistos.
Podemos lograr un estado de calma de muchas maneras, las más habituales consisten en poner en práctica técnicas de relajación como puede ser la meditación, el Mindfulness, la relajación muscular progresiva, el yoga o las técnicas de respiración consciente.
Tomas Santa Cecilia
Tomas Santa Cecilia
Psicologo Consultor: Master en Psicología Cognitivo Conductual
8. Potenciar el lenguaje no verbal
El lenguaje no verbal nos puede servir de gran ayuda para expresar todo aquello que debemos decir y constituye una gran herramienta para resaltar aquellas partes más importantes de nuestro discurso.
Poner en práctica un buen lenguaje no verbal consiste en saber mirar a los ojos del interlocutor, mantener una actitud de escucha y atención, mantenerse relajado con una postura correcta y erguida.