La apraxia ideomotora es una afección neurológica que provoca en la persona que la sufre una incapacidad para imitar gestos o movimientos, y para realizar movimientos de forma voluntaria y a petición de otra persona. Los pacientes con este trastorno terminan teniendo grandes dificultades para llevar a cabo actividades de la vida diaria, como cepillarse los dientes o coger correctamente los cubiertos en la mesa.
En este artículo te explicamos qué es la apraxia ideomotora, cuáles son las causas que la explican, los síntomas que provoca y el tratamiento adecuado para este trastorno.
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¿Qué es la apraxia ideomotora?
La apraxia ideomotora es un trastorno neurológico que implica la incapacidad para imitar gestos y realizar actos motores voluntarios, a petición o por una orden verbal, debida un error en la configuración, el patrón temporal y la organización espacial de los miembros del cuerpo en el contexto del movimiento en cuestión.
Las personas que padecen este tipo de apraxia pueden manipular herramientas y objetos de la vida cotidiana de forma espontánea, aunque en ocasiones esta capacidad también se pierde. Los déficits provocados por la apraxia ideomotora parecen ser el resultado de una interrupción o un fallo en el sistema que relaciona el conocimiento almacenado sobre el uso de objetos cotidianos y la información sobre los gestos, con el estado del cuerpo para producir la acción motora deseada o adecuada.
La apraxia ideomotora provoca en los pacientes dificultades para llevar a cabo actos motores y movimientos sencillos (saludar a alguien o cerrar un grifo, por ejemplo), en contraposición con otras secuencias motoras o movimientos más complejos (como limpiarse los dientes o vestirse). Sin embargo, a diferencia de otras apraxias, como la ideacional, estas personas pueden expresar verbalmente estas acciones.
Se cree que este sistema está relacionado con las áreas del cerebro que, con mayor frecuencia, suelen verse dañadas cuando se produce esta apraxia: el lóbulo parietal izquierdo y la corteza premotora del cerebro.
Causas
Normalmente, la causa más habitual de la apraxia ideomotora es un daño isquémico (por derrame o detención del flujo sanguíneo) en uno de los hemisferios del cerebro. Existen múltiples regiones del cerebro donde las lesiones han correlacionado con este tipo de apraxia.
Inicialmente, se sugirió que las lesiones en los tractos de la materia blanca subcortical, los axones que se extienden hacia abajo desde los cuerpos neuronales en la corteza cerebral, podrían ser una de las principales causas responsables de la aparición de la apraxia ideomotora.
También se ha apuntado a que las lesiones en los ganglios basales, una estructura cerebral encargada de la iniciación y la integración de los movimientos, podrían ser otra de las posibles causas, aunque existe el debate a día de hoy sobre si un daño producido únicamente en esta región del cerebro podría ser suficiente para inducir una ataxia ideomotora.
Con todo, no se ha demostrado que las lesiones en estas estructuras cerebrales subcorticales sean más prevalentes en pacientes apráxicos. Las investigaciones más recientes indican que las áreas del cerebro dañadas que más se han asociado a pacientes con este tipo de apraxia serían: la región parietal, la corteza premotora izquierda y el área motora suplementaria.
Lesiones en otro tipo de estructuras cerebrales, como el cuerpo calloso (el haz de fibras que comunica un hemisferio con otro), también podrían inducir síntomas apráxicos, con efectos variables en las dos manos. Además, la apraxia ideomotora también se presenta de forma comórbida en la enfermedad de Parkinson, la demencia de Alzheimer, la enfermedad de Huntington, la degeneración corticobasal y la parálisis supranuclear progresiva.
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Signos y síntomas
La apraxia ideomotora genera toda una serie de síntomas que impactan de forma variable en cada individuo. Normalmente, este trastorno afecta la capacidad de la persona para llevar a cabo movimientos y acciones cotidianas como saludar a alguien, por ejemplo.
Las personas afectadas suelen mostrar errores en la forma en que sostienen y mueven herramientas y objetos al intentar utilizarlos de la forma correcta. Uno de los síntomas más característicos de la apraxia ideomotora es la incapacidad para realizar actos motores bajo una orden verbal. Por ejemplo, si al paciente se le entrega un peine y se le dan instrucciones para que se cepille el pelo, éste ejecutará de forma incorrecta el movimiento, dando círculos alrededor de la cabeza o sosteniendo boca abajo el cepillo.
Los errores cometidos por los pacientes con apraxia ideomotora pueden ser de naturaleza espacial, como en el ejemplo del uso inadecuado del peine, y también de tipo temporal. Siguiendo con el ejemplo anterior, la persona ejecutaría el acto de peinarse de una forma excesivamente lenta o errática, dando muestras de estar cometiendo un acto motor con errores en la secuencia temporal.
Otro de los síntomas más característicos de la apraxia ideomotora es la incapacidad de imitar gestos con las manos, tengan o no un significado concreto. Los pacientes saben lo que tienen que hacer cuando alguien se lo pide, pero no pueden ejecutar correctamente el gesto. Este trastorno neurológico impide que las personas afectadas realicen cualquier acto voluntario y, en ocasiones, también pueden llegar a perder la capacidad de llevar a cabo acciones y movimientos espontáneos.
En los últimos años, varios estudios han podido comprobar que las personas con apraxia ideomotora parecen ser incapaces de tocar sus dedos tan rápido como un grupo control de sujetos sanos. Además, los pacientes apráxicos son más lentos para apuntar a una luz objetivo cuando no pueden ver su mano. Parece ser que estas personas dependen mucho más de la información visual cuando realizan movimientos que las personas sanas.
Tratamiento
El impacto que provoca una apraxia ideomotora en la autonomía y la capacidad funcional de la persona que la padece es variable y depende, generalmente, de qué otro tipo de trastornos haya asociados. Las repercusiones de este trastorno neurológico sobre las actividades de la vida diaria son variadas.
En lo que concierne a la higiene personal: la persona tendrá serias dificultades para orientar y situar correctamente utensilios de aseo, como el peine, el cepillo de dientes o la cuchilla de afeitar. Con relación a la alimentación, el paciente presentará dificultades para asir correctamente los cubiertos cuando come o para colocar los cubiertos en la mesa, en la forma y el espacio adecuados. También experimentará problemas a la hora de vestirse, al ponerse o quitarse los calcetines, por ejemplo.
Aunque se sabe que un reducido grupo de pacientes con apraxia ideomotora se recupera espontáneamente, este hecho no es demasiado frecuente. Lo que sí puede suceder es el fenómeno de la compensación hemisférica, por la que las funciones que normalmente realiza un hemisferio, podría realizarlos el otro, en caso de estar dañado.
La terapia ocupacional y la rehabilitación neuropsicológica son los tratamientos más habituales en los casos de apraxia, a efectos de que el paciente recupere su máxima capacidad funcional. Normalmente, se trabaja dividiendo las tareas cotidianas en componentes separados (por ejemplo, el acto de peinarse) y se enseña al paciente a realizar cada acto motor de forma individual para después completar la secuencia completa.
El procedimiento anterior se repite ampliamente, de modo que la persona pueda recuperar la habilidad en la ejecución de un movimiento determinado y, eventualmente, combinar otras secuencias para crear patrones de movimientos nuevos y únicos.
Referencias bibliográficas:
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- Sunderland, A.; Shinner, C. (Apr 2007). "Ideomotor apraxia and functional ability". Cortex. 43 (3): 359 - 367.
- Wheaton, L. A., & Hallett, M. (2007). Ideomotor apraxia: a review. Journal of the neurological sciences, 260(1-2), 1-10.