La memoria es una parte integral de la identidad de cada ser humano. Nos percibimos como seres únicos e individuales porque llevamos a cuestas una autobiografía, una recolección de momentos y experiencias a la que solo tenemos acceso nosotros; los demás tan solo pueden conocer su contenido a partir de lo que les comunicamos.
Sin embargo, del mismo modo en el que los recuerdos son la materia prima con la que construimos nuestra propia identidad y nuestro autoconcepto, también pueden dar lugar a problemas psicológicos si no los interiorizamos de una manera adecuada en nuestro sistema de memoria. El ejemplo más claro de esto lo tenemos en los traumas, aunque también ocurre de un modo similar en muchos trastornos de ansiedad, en los trastornos alimenticios, y en todas aquellas psicopatologías que nos llevan a experimentar de una manera angustiante nuestro pasado y nuestra idea del “Yo”.
Ante este tipo de alteraciones, han surgido recursos que proponen una intervención en la manera en la que procesamos los recuerdos y las emociones vinculadas a ellos. Uno de los más útiles es la terapia EMDR; veamos cuáles son sus principales beneficios y en qué casos resulta de ayuda cuando un paciente acude al psicólogo debido a problemas relacionados con las emociones y la ansiedad.
¿En qué consiste la intervención mediante EMDR?
El término “EMDR” es en realidad un acrónimo del término inglés “Eye Movement Desensitization and Reprocessing”. Esta técnica de tratamiento en el ámbito de la salud mental propone un puente entre la psicoterapia y la intervención neuropsicológica no invasiva (es decir, sin cirugías ni consumo de medicamentos), ya que tiene como objetivo modificar las conexiones neuronales que sirven como fundamento biológico para la preservación de recuerdos que, debido a su fuerte carga emocional dolorosa o ansiógena, no han sido integrados adecuadamente en el sistema de memoria.
Es decir, que el principal objetivo de la terapia EMDR no es eliminar recuerdos, imágenes mentales o pensamientos intrusivos que nos hacen sentir mal, sino reformularlos para que al emerger en nuestra conciencia no tengan un efecto tan disruptivo en forma de estrés postraumático, ataques de pánico, autolesiones, etc.
¿Cómo se consigue esto? Mediante la estimulación pautada de redes neuronales que se asocian o se solapan con aquellas neuronas responsables de la reactivación de esos recuerdos o contenidos mentales problemáticos. Por ejemplo, haciendo que el paciente imagine o rememore esos contenidos mentales mientras mueve los ojos realizando unos patrones de movimientos predeterminados (de ahí el nombre de “Eye Movement Desensitization and Reprocessing”), o mediante la estimulación auditiva bilateral o el tapping en las rodillas.
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Los 5 principales beneficios de la terapia EMDR
Este es un breve resumen de los aspectos positivos de esta forma de psicoterapia.
1. Ayuda a dejar de ver esos contenidos mentales emocionalmente dolorosos como algo a evitar
El hecho de dejar de involucrarse en patrones de conducta destinados a evitar ciertos pensamientos o estímulos hace que el bienestar emocional de la persona mejore mucho. Por ejemplo, sirve para que el paciente deje de perder tiempo tratando de no pasar por ciertos lugares, para que pueda relacionarse con todo tipo de personas sin miedo a si estas activarán un recuerdo traumático, e incluso reduce las probabilidades de recurrir a comportamientos dañinos que eran usados como una forma de evasión, como el consumo de drogas o las autolesiones.
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2. Permite distanciarse y relativizar las creencias limitantes
A través de la terapia EMDR es más fácil dejar de experimentar las creencias que nos limitan siempre desde el mismo tipo de “rutas mentales”, viéndolas desde otras perspectivas y adoptando una visión más distanciada y crítica en general.
3. Puede ser aplicada fácilmente en niños y niñas de muy corta edad
Como esta forma de intervención terapéutica no se apoya mucho en el uso del lenguaje o la expresión de ideas abstractas, los niños pequeños tienen menos dificultades para involucrarse en ella.
4. Ayuda a superar los traumas psicológicos con relativa rapidez
En las personas cuyo principal problema es el trauma, el hecho de poder acceder a esos recuerdos sin sufrir crisis emocionales intensas y disruptivas supone una rapidísima mejora de su salud mental general.
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5. Es un recurso útil ante los trastornos de ansiedad en general
Aunque el EMDR fue desarrollado sobre todo como una terapia ante el trauma, también se ha demostrado eficaz ante los trastornos de ansiedad en general, como el TAG, el trastorno de pánico o las fobias, debido a que en la mayoría de casos se basan en los problemas para acceder a ciertos contenidos mentales ligados a una realidad o a un hecho imaginario.
¿Cuáles son las claves científicas en las que se basa EMDR?
Estos son los principales principios científicos en los que se basa la terapia EMDR.
1. La memoria emocional sigue sus propias lógicas
La memoria es, en realidad, un conjunto de sistemas de memoria que trabajan de manera coordinada pero que también presentan sistemas en paralelo. Por ello, puede hablarse de una memoria emocional que está relativamente desligada de los recuerdos que se basan en el lenguaje.
Por ejemplo, algunas personas con lesiones cerebrales o malformaciones alrededor del sistema límbico (la parte más vinculada a las emociones que hay en el encéfalo) pueden ser capaces de reconocer el rostro de sus seres queridos cuando los tienen enfrente, pero “sienten” que no son ellos, que están ante una persona que se hace pasar por su madre, su padre o su pareja.
La terapia EMDR interviene de lleno en la memoria emocional, bajo la premisa de que una cosa es poder describir un recuerdo y otra cosa es experimentarlo con normalidad.
2. La evitación de los pensamientos generadores de ansiedad nunca es la solución
Ninguna psicopatología asociada al trauma y a la ansiedad puede ser superada por la vía de la evitación. Sin embargo, romper esa dinámica de tratar de distanciarse totalmente de ciertos recuerdos o pensamientos puede ser muy complicado, ya que requiere esfuerzo y una cierta tolerancia al malestar. La terapia EMDR facilita las cosas sumergiendo a la persona en esos contenidos mentales de una manera muy gradual y a la vez que una parte de su atención está fijada en la estimulación que le llega desde el momento presente, de modo que no tenga que vivirlo todo a la vez. En este sentido, se parece a la desensibilización sistemática, un recurso terapéutico muy usado en el tratamiento de las fobias.
3. Saber afrontar los recuerdos dolorosos es aprender a reintegrarlos en la vivencia del presente
Tal y como demostró la psicóloga Elizabeth Loftus, los recuerdos nunca son elementos anclados en el pasado; son siempre fenómenos del presente, y por ello se transforman a medida que pasa el tiempo y vamos integrando nuevos elementos en nuestra manera de vivirlos y reinterpretarlos. La terapia EMDR hace que junto a esos recuerdos dolorosos surja un marco de reinterpretación más funcional y adaptativo.
4. Los procesos de gestión emocional menos basados en el lenguaje son más fáciles para los niños
Finalmente, no debemos olvidar que la terapia EMDR es muy fácil de aplicar en niños y niñas, e incluso se les puede plantear como un ejercicio a realizar mientras se les cuenta un cuento, ya que se basa en una experiencia vinculada a los estímulos del presente, y no únicamente en la introspección.
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Luisa Ramírez
Luisa Ramírez
Psicóloga, terapeuta, life coach
Mi nombre es Luisa Ramírez, soy psicóloga y coach, y atiendo a personas de todas las edades de manera online por videollamada o en sesiones presenciales en mi consulta ubicada en Sevilla.