Los traumas son una muestra de cómo la memoria está lejos de ser un simple archivo de información que puede ser expresada en palabras; también interiorizamos en forma de recuerdos otros contenidos mentales que no tienen nada que ver con la racionalidad o con las palabras, y que son básicamente sentimientos y emociones ligados a experiencia por las que pasamos con anterioridad.
Y es que el estrés postraumático nos enseña lo que ocurre cuando esa “memoria emocional” se ve afectada por psicopatologías, interfiriendo en nuestra calidad de vida incluso cuando no estamos pensando en nuestro pasado.
Sin embargo, nadie está condenado a resignarse a sufrir las consecuencias de estas alteraciones psicológicas; aquí veremos de qué manera trabajamos los psicólogos para ayudar a las personas con estrés postraumático.
¿Qué es el trauma y el estrés postraumático?
En primer lugar, es importante comprender los aspectos básicos de dos fenómenos que, aunque relacionados, no son exactamente lo mismo: el trauma psicológico, por un lado, y el estrés postraumático. Veamos en qué consisten.
El trauma psicológico es una alteración psicopatológica que aparece en algunos casos en los que las personas se ven obligadas a afrontar experiencias generadoras de altos niveles de ansiedad y que en la mayoría de los casos son de naturaleza abrupta y disruptiva: accidentes de coche, abusos sexuales, la muerte repentina de un ser querido, etc. Aunque muchas veces estas vivencias están relacionadas con la violencia, puede ocurrir que las personas se traumaticen al pasar por situaciones en las que sufren alguna forma de malestar más abstracta que no se limita a un momento puntual, sino a periodos más o menos largos (por ejemplo, convivir con un familiar que sufre una enfermedad grave).
En cualquier caso, lo que caracteriza al trauma psicológico es que produce un fuerte impacto emocional en quien lo sufre, y esta huella queda impresa en el funcionamiento de su sistema nervioso, haciendo que alteraciones en su memoria emocional causen problemas en el resto de procesos psicológicos. Por ejemplo, esto lleva a situaciones en las que una vivencia cotidiana active el recuerdo de la experiencia generadora del trauma, haciendo que en ese momento la persona reviva buena parte del dolor emocional que sintió.
Por otro lado, si “trauma” (en el contexto de la psicología) es el concepto que hace referencia a esta alteración general en su estado latente, llamamos estrés postraumático a la manifestación más clara del trauma psicológico, que se plasma en una combinación de síntomas ligados al estrés, la ansiedad y la disociación. Su síntoma más característico es el flashback, en el cual la persona rememora de una manera muy vívida la situación traumática o una versión exagerada y aún más perturbadora de esta, hasta el punto de que la experiencia de recordar e imaginar se solapan hasta el punto de que no puede prestar atención a otra cosa y pierde el control de lo que hace.
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¿Cómo interviene un psicólogo para ayudar a quien sufre estrés postraumático?
Estas son las principales claves de la intervención psicológica para pacientes que presentan este tipo de alteración:
1. Análisis de la causa del trauma y los desencadenantes del estrés postraumático
En primer lugar, los psicólogos realizamos un proceso de observación y análisis del problema que ha llevado al paciente a buscar ayuda en terapia, para realizar hipótesis sobre las posibles soluciones de un modo personalizado.
2. Psicoeducación
La psicoeducación se basa en informar a la persona acerca de la alteración que sufre, para que así tenga un mayor conocimiento acerca de sus experiencias y deseche mitos que le podrían haber estado perjudicando.
3. Desensibilización sistemática
Como su nombre indica, la desensibilización sistemática implica ayudar al paciente a dejar de ser tan sensible a los contenidos mentales que constituyen el recuerdo traumático. Para ello, se le asiste en sesiones en las que rememora parte de esos contenidos (siguiendo una curva de dificultad ascendente) y a la vez se expone a estímulos relajantes, de modo que esos recuerdos dejen de estar vinculados únicamente al estrés y a la angustia.
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4. Entrenamiento en técnicas de relajación
Las técnicas de relajación son una buena ayuda para mantener los niveles de ansiedad más bajos y prevenir la aparición de crisis de estrés postraumático sin caer en la trampa de intentar no pensar en esos recuerdos.
5. Reestructuración cognitiva
Mediante la reestructuración cognitiva se ayuda a la persona a identificar los sistemas de creencias vinculados a la psicopatología (en este caso, el trauma) y a cambiarlos por otros conjuntos de creencias desde los cuales interpretar la realidad de un modo más realista.
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Ignacio García Vicente
Ignacio García Vicente
Psicólogo especializado en adultos
Mi nombre es Ignacio García Vicente y soy psicólogo especializado en la atención a adultos. Puedes contar con mi ayuda en sesiones presenciales u online por videollamada.
