Existen diferentes tipos de fobias, una de las más documentadas, aunque no muy frecuente, es a ablutofobia.
La ablutofobia es el miedo irracional que siente una persona a bañarse o lavarse. Por tanto, puede traer serias consecuencias antihigiénicas para la persona que sufre esta patología. En este artículo profundizaremos en este trastorno mental y conoceremos cuáles son sus causas, sus síntomas y sus consecuencias.
Qué es la ablutofobia
La ablutofobia es un trastorno fóbico comúnmente conocido como miedo a bañarse o a lavarse. Las fobias son trastornos de ansiedad que provocan un gran malestar a la persona que las sufre. En un intento de reducir sus síntomas negativos, ésta hace un esfuerzo por evitar el estímulo que lo causa y, por tanto, algo tan cotidiano como ducharse o lavarse puede desencadenar un miedo severo y persistente en estos individuos.
Las consecuencias negativas de este temor van más allá, y pueden afectar a la vida de la personas, pues puede provocar mal olor, suciedad y una pobre higiene personal del afectado. Algo que, sin duda, tiene un efecto en su vida social, no sólo en cuanto a sus amistades o familia, sino también respecto a su empleo y vida laboral.
Las investigaciones sugieren que es más común en común en mujeres y niños, aunque a edades tempranas son muchos los niños que sienten cierto miedo a bañarse. Ahora bien, es más probable que este miedo sea debido a una extrema aversión por el baño y, de hecho, este problema generalmente no se considera una fobia a menos que dure más de seis meses o continúe la adolescencia y la edad adulta.
Como cualquier fobia, si no se trata, puede empeorar y causar otras enfermedades físicas debido a la mala higiene. El rechazo por parte de otras personas también puede producirse.
Causas de este trastorno
Los miedos irracionales suelen aprenderse y ocurren tras un hecho traumático. Por ejemplo, aunque muchos niños tengan miedo al agua, que generalmente desaparece cuando se dan cuenta de que nada terrible ocurre en la bañera, otros pueden desarrollar esta fobia si los padres obligan forzosamente a bañarse, porque éstos pueden asociar la bañera con la infelicidad y la agresividad de los padres.
El mecanismo por el que este miedo se desarrolla es lo que se conoce como condicionamiento clásico, que es un tipo de aprendizaje asociativo en el que la persona asocia un estímulo que originalmente era neutro a otro que provoca una respuesta de miedo. Esta asociación causa que la respuesta de miedo se produzca simplemente con la presencia del estímulo que antes era neutro.
En el siguiente vídeo se ilustra cómo aprendemos a tener miedos irracionales.
Las fobias, por tanto, suelen desarrollarse en la infancia; sin embargo, pueden aparecer en cualquier momento de la vida de una persona.
Otras posibles causas
Pero los hechos traumáticos vividos por la persona no son la única manera desarrollar los trastornos fóbicos. Puede ocurrir que las personas aprendan una fobia por observación, o más bien por condicionamiento vicario. Por ejemplo, cuando son niños, al observar a un adulto que entra en pánico a la hora de bañarse.
Los expertos afirman, además, que las personas estamos predispuestas a sufrir este tipo de miedos, puesto que esta emoción es adaptativa y ha sido muy útil para la supervivencia humana. Por tanto, las fobias tienen que ver con la parte primitiva del cerebro, lo que se conoce como el cerebro emocional, y por eso no suelen responder bien a argumentos lógicos. Dicho de otro modo, las fobias se desarrollan por asociaciones que no son cognitivas, sino primitivas.
Síntomas del miedo a bañarse
Las personas con ablutofobia pueden experimentar una variedad de síntomas cuando se encuentran en situaciones donde el estímulo fóbico se presenta. Pueden sentir algunos síntomas físicos y fisiológicos como náuseas, sudor, temor, temblores, dolor de cabeza o mareos. Algunos experimentan ataques de pánico, que pueden incluir falta de aliento, presión arterial alta y una frecuencia cardíaca acelerada.
Los síntomas psicológicos incluyen ansiedad y angustia, miedo irracional, pensamientos de muerte, falta de concentración. Asimismo, las personas con fobia a bañarse intentan evitar esta situación a toda costa, con la finalidad de reducir el malestar que sienten.
Los sentimientos de vergüenza son frecuentes, ya que muchas culturas la falta de limpieza crea rechazo o burla.
Tratamiento
Aunque algunas personas sufren esta fobia, no es motivo de vergüenza. En la mayoría de los casos tiene que ver con un evento del pasado y un psicólogo puede ayudar al paciente a lidiar con el problema.
Así pues, las personas con ablutofobia puede obtener ayuda de un profesional de la psicología, y los estudios muestran que la terapia psicológica es muy efectiva. Generalmente se emplea la terapia cognitivo conductual, que utiliza diferentes técnicas. Las más frecuentes y útiles en estos casos son las técnicas de relajación y las técnicas de exposición.
En realidad, la técnica más empleada incluye las dos anteriores y recibe el nombre de desensibilización sistemática, que consiste en exponer al paciente de manera gradual al estímulo fóbico, pero antes debe aprender una serie de recursos que le permitan afrontar las situaciones temidas.
En casos graves, algunos pacientes se benefician de medicamentos ansiolíticos y antidepresivos. pero siempre deben emplearse en combinación con la psicoterapia.
Otros posibles tratamientos
En la actualidad, también suelen emplearse otros métodos terapéuticos que han resultado ser efectivos, como la hipnosis, la terapia cognitiva basada en Mindfulness y la terapia de aceptación y compromiso que puedes conocer más en nuestros artículos.
Puedes saber más sobre ellos en nuestros artículos: