¿El arte siempre ha sido trascendental?

Un repaso al significado del arte durante la historia.

¿El arte siempre ha sido trascendental?
"La joven de la perla", de Johannes Vermeer

¿El arte siempre ha sido trascendental? Puede que esta sea una pregunta que acuda a nuestra mente, especialmente a propósito de ciertas exposiciones de arte contemporáneo creadoras de polémica. Muchos las atacan con el argumento de que el arte es algo “superior” y “trascendente”, y que, en el momento en que desciende a lo común, pierde todo su significado.

¿Qué hay de cierto en este pensamiento? En verdad, y como todo, depende de cómo se mire. La idea del arte como trascendencia es muy propia de la primera mitad del siglo XIX, especialmente cuando el Romanticismo y lo Sublime hacían furor en la intelectualidad europea. Es en ese momento cuando entra en escena la figura del artista como genio atormentado e inspirado directamente por algo superior. Sin embargo, ¿ha sido siempre así? Acompáñanos hoy a través de este repaso al significado del arte durante la historia.

¿El arte siempre ha sido trascendental?

En realidad, la pregunta desde la que debemos partir no es esta, sino la siguiente: ¿qué es el arte? Lamentablemente, el concepto tiene casi tantas acepciones como personas que piensan acerca de él. La idea de qué y qué no es arte ha ido cambiando a lo largo de la historia, y a menudo ha tomado significados radicalmente opuestos entre sí. Por ejemplo, en la Edad Media, lo que en la actualidad consideramos arte era, en realidad, pura artesanía. Es decir, que un pintor era un artesano al mismo nivel que un zapatero, un herrero o un escultor, pues trabajaba con las manos y no con el intelecto, según el criterio de la época.

Este concepto de arte y de artista fue variando con el tiempo. En el Renacimiento, Alberti ya reivindicaba el papel intelectual del artista, pero un par de siglos más tarde, en la España barroca, Velázquez todavía tenía que luchar para que se le considerara como tal.

Sin embargo, y volviendo al concepto de arte y artistas en la Edad Media, cabe preguntarse: ¿acaso estos “artesanos” no estaban creando obras con un sentido trascendente? Las catedrales góticas buscaban la verticalidad, una ascensión directa hacia Dios. Las esculturas y las pinturas pretendían plasmar de forma plástica y tangible una serie de ideas espirituales, muy difíciles de explicar con palabras. Por tanto, podemos afirmar que, a pesar de que el artista era un “simple” trabajador, su obra sí tenía un significado trascendente.

La capacidad creativa: ¿exclusiva del ser humano?

La siguiente pregunta que podríamos plantearnos sería la siguiente: ¿es el arte y, por tanto, la capacidad creativa, algo exclusivo del ser humano? ¿Es eso precisamente lo que nos distingue como especie? Se han efectuado diversos estudios al respecto, especialmente con nuestros parientes más próximos, los primates. Existió un caso muy sonado de un chimpancé llamado Congo que era capaz de plasmar sobre lienzo garabatos de color, que dio la vuelta al mundo bajo titulares que decían que los animales también eran capaces de crear arte.

No es el objeto de este artículo analizar este aspecto, pero sí podemos preguntarnos si el chimpancé ejecutaba sus “obras” por un deseo trascendente, lo que es obvio que no. Sí es cierto que, según algunos testigos del proceso, cuando pintaba parecía extremadamente concentrado y se enfadaba muchísimo si no se le permitía terminar. ¿Qué movía a Congo a pintar?

Puede que los primeros seres humanos pintaran el primer arte rupestre con un sentido similar al de Congo. Puede que lo que se ha interpretado siempre como manifestaciones de religiones tempranas sea solo un entretenimiento. O puede que no. Nunca lo sabremos.

Los primeros testimonios

En todo caso, y tuvieran la intención que tuvieran, estas pinturas de las cuevas prehistóricas son consideradas arte; no solo eso, sino que se las denomina pintura abstracta, en el sentido de que no pretenden captar elementos de la realidad, sino ideas o conceptos, lo que les otorga, de nuevo, una intención trascendente.

La pintura de tipo figurativo también es abundante en la época prehistórica. No sabemos con qué fin se plasmaron (con un detalle sorprendente, por cierto), las figuras de animales que abundan en los yacimientos. Tampoco sabemos por qué, mientras que los animales están representados minuciosamente, las figuras antropomórficas son esquemáticas, más cercanas a un concepto de “ser humano” que a una representación real.

En todo caso, podemos preguntarnos lo siguiente: ¿son estas pinturas prehistóricas testimonio de una espiritualidad antigua, o solo se realizaban como mero entretenimiento, como quien pinta florecillas en una cerámica para pasar el rato? ¿Tenían alguna relación con la magia simpática? El enigma sigue abierto.

Pintura rupestre en Altamira

El arte como plasmación espiritual… pero también de estatus

Si nos trasladamos a las primeras civilizaciones (Mesopotamia, Egipto, Grecia, las culturas mesoamericanas…), nos encontramos con que el arte poseía una evidente intención trascendental, muy ligada a la religión y a sus ritos.

La cultura romana, sin embargo, ya supone un cambio. A pesar de estar fuertemente ligada a la religión oficial, en Roma encontramos una importancia capital al retrato como símbolo de estatus social (mostrar la antigüedad de la familia en cuestión), y, bastante a menudo, las representaciones de los dioses tienen un carácter más decorativo que espiritual.

Por otro lado, la arquitectura y la ingeniería, dos disciplinas en las que los romanos destacaron especialmente, no tenían por qué estar ligadas a ningún sentido de trascendencia. Algunas de estas obras magníficas, como los puentes, los acueductos, las termas y los anfiteatros poseían un carácter civil, práctico y lúdico, pero en ningún caso trascendental.

El arte como plasmación del poder y del estatus siempre ha existido en la historia de la humanidad. En este caso, la creación pierde cualquier vínculo con lo trascendente y se relaciona con lo más cercano y lo más práctico: la propaganda política (que siempre ha existido), el discurso de poder, la manipulación… los romanos, como excelentes políticos que eran, conocían muy bien el poder que la imagen tenía y supieron usarla perfectamente.

Lo que parece y lo que es

En algunas ocasiones, tras imágenes que, en apariencia, son cotidianas (como, por ejemplo, los bodegones), puede esconderse una idea de trascendencia. Esto es típico de las naturalezas muertas del XVI y el XVII, donde, tras la plasmación de un pedazo de realidad, se encuentra el concepto del paso del tiempo, el declive y la muerte inevitable (manifestados, por ejemplo, en una flor cortada en un vaso).

Parecido a lo que ocurre con las naturalezas muertas, que a menudo esconden un sinnúmero de símbolos trascendentes, encontramos la pintura de paisaje. A menudo considerado un género intrascendente, los paisajes pueden estar vinculados, especialmente en ciertas épocas, a toda una filosofía. Un ejemplo muy claro es el pintor Caspar David Friedrich (1774-1840), que en sus bellísimos y a menudo sombríos paisajes ocultaba mensajes de muerte, esperanza y resurrección.

El caminante sobre el mar de nubes
"El caminante sobre el mar de nubes", de Caspar David Friedrich

La “ruptura” de la contemporaneidad

A partir del siglo XVIII y, muy especialmente, en el XIX, el arte se convierte de forma definitiva en algo “trascendente”, un lenguaje que debe usarse para expresar lo más elevado. En realidad, y a pesar de la distancia, nosotros somos hijos de este concepto de arte, por eso a veces nos cuesta tanto “entender” el arte no trascendental.

Las primeras rupturas vinieron en la segunda mitad del siglo XIX; rupturas que luego se consolidaron en las vanguardias del XX, especialmente con movimientos como Dadá, que pretendía desembarazar al arte de todo peso trascendente. Conceptos como arte y artistas se volvieron a revisar, como ya se había hecho en el Renacimiento, cuando se cuestionó que el artista fuera un simple artesano.

El pop art de la segunda mitad del siglo XX es la explosión del arte comercial. En la actualidad, la creación artística está más ligada al capitalismo feroz, protagonista de la globalización, que a cualquier idea trascendental. El hecho de que las obras de ciertos autores se paguen con millones de dólares en subasta nos da una idea de la mercantilización del arte y su alejamiento de cualquier tipo de trascendencia.

Conclusiones

¿Vivimos, pues, en una era de falta de trascendencia artística? Sí y no. Es cierto que la nuestra es una época de comercialización del arte, pero esto, por otro lado, es algo que ha existido siempre. Los marchantes de arte no son creaciones del siglo XXI, ni mucho menos, y el atesoramiento de obras artísticas, no tanto por “trascendencia” sino más bien por estatus social, era algo característico de los siglos XVI y XVII.

En la Edad Media existían los artesanos que, agrupados en gremios, producían arte. No firmaban, pues su nombre no era importante; solo fabricaban esculturas y pinturas. Es cierto, sin embargo, que en última instancia el arte que creaban tenía un sentido trascendente, pues estaba ligado a la religión y al sentido final de la existencia.

Por otro lado, el arte se ha utilizado en numerosísimas ocasiones como propaganda y símbolo de poder. Esto no es nada nuevo tampoco. Desde todo el programa político de Augusto, plasmado en obras como el Augusto de Prima Porta, hasta el sentido de confirmación de poder y estatus que es todo el palacio de Versalles, por ejemplo. El arte también ha servido, pues, para ostentar.

Como conclusión, podemos decir que la idea de que el arte siempre ha sido trascendente es incorrecta. El arte, como creación humana, puede vincularse a muchas intenciones diversas, algunas más legítimas que otras.

  • GOMBRICH, E. (2008), La historia del arte, Phaidon Press Limited
  • SÁNCHEZ, E., El arte del mono pintor 'Congo' se expone en Londres, en https://es.euronews.com/, 9 de octubre de 2019
  • Colaboración especial de Hugo García, historiador del arte (proyecto Vitruvio Arte): https://www.vitruvioarte.com/

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Sonia Ruz Comas. (2024, agosto 13). ¿El arte siempre ha sido trascendental?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/cultura/el-arte-siempre-ha-sido-trascendental

Periodista

Licenciada en Humanidades y Periodismo por la Universitat Internacional de Catalunya y estudiante de especialización en Cultura e Historia Medieval. Autora de numerosos relatos cortos, artículos sobre historia y arte y de una novela histórica.

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