La timidez no es un factor negativo, sino una característica que describe un rasgo de la personalidad de un niño tímido. Por tanto, es positivo que el entorno familiar respete las necesidades del niño en su interacción con el entorno. Es decir, es importante comprender que él tiene su propio ritmo en aquellas situaciones que presentan un componente social.
Aunque la timidez no sea un factor negativo, sí puede llegar a condicionar el modo en el que una persona se relaciona con los demás. Especialmente, si siempre permanece en su zona de confort porque le aporta una mayor sensación de seguridad. El periodo de la infancia representa una etapa de evolución y aprendizaje esencial. Por ejemplo, es muy positivo que los niños practiquen las habilidades sociales en la vida cotidiana. ¿Y cómo dar apoyo a un niño tímido?
- Artículo relacionado: "Timidez extrema: qué es, causas, y cómo superarla"
Consejos para dar apoyo psicológico a un niño tímido
Ten en cuenta estas recomendaciones y pautas para saber qué hacer a la hora de dar soporte psicológico (no profesional) a un niño que sufre problemas de timidez.
1. No le recuerdes constantemente su timidez
Es importante no etiquetar un modo de ser a partir de un rasgo particular. La timidez no describe de forma absoluta la esencia personal. Como puedes observar, el niño posee otras cualidades y características. Si habitualmente le repites que es tímido o destacas esta información ante otras personas, dejas en un segundo plano otros factores que también son valiosos.
- Quizás te interese: "Terapia infantil: qué es y cuáles son sus beneficios"
2. Facilita el descubrimiento y la participación en nuevos espacios
El niño se siente especialmente cuidado y protegido en el entorno familiar. Es recomendable enriquecer la rutina cotidiana con el descubrimiento de nuevos espacios que pueden facilitar el encuentro con otros niños. Por ejemplo, el peque puede participar en una actividad extraescolar que le ilusiona.
También puede disfrutar de la lectura en la zona infantil de la biblioteca del barrio. Los juegos en el parque también son muy positivos. Es recomendable que el niño amplíe su zona de confort con nuevos espacios con los que se familiariza de una forma gradual.
3. Fomenta y cultiva el hábito de la lectura en el hogar
La lectura de libros, poemas y cuentos infantiles aporta mucho más que una fuente de entretenimiento cultural. El lector adquiere lecciones valiosas en torno a las relaciones personales a través de historias en las que intervienen varios personajes. Es decir, descubre que cada persona es realmente única.
4. Acompaña sus emociones
Aunque la timidez no es negativa, sí puede ocurrir que el niño experimente cierta incomodidad en algunos eventos sociales o en planes de grupo. Sin embargo, la perspectiva cambia cuando empieza a familiarizarse con ese tipo de experiencias. Es decir, cuando dejan de ser un hecho extraordinario en su rutina. Es muy importante que tengas empatía con él. No le des indicaciones sobre cómo tiene que actuar ante los demás. Respeta su ritmo y confía en que posee sus propios recursos y habilidades para afrontar el proceso.
Ten paciencia: acompaña sus emociones y sentimientos con cariño, cercanía, amor, escucha y respeto. No le sobreprotejas, pero recuérdale que siempre puede contar contigo. No deposites en él expectativas concretas sobre cómo crees que debe comportarse ante los demás: no existe una única forma de actuar que sea correcta. Dale su espacio para ser él mismo.
5. Es positivo que pueda invitar a un amigo para jugar en casa
El entorno familiar representa un espacio de seguridad y protección. La casa es un entorno de bienestar, creatividad y tiempo en familia. El niño conoce cada detalle del espacio que le rodea y tiene la posibilidad de jugar con sus juguetes. Por ello, el hogar ofrece el contexto ideal para desarrollar las habilidades sociales en un marco de confianza.
Habitualmente, un niño tímido prefiere jugar con pocas personas antes que estar en un grupo grande. Por este motivo, es recomendable que tenga la posibilidad de invitar a aquellos amigos con los que se siente más cómodo. El tiempo de juegos crea un punto de encuentro con los demás.
6. Descubre el valor de la planificación en momentos clave
Existen acciones muy sencillas que puedes llevar a cabo para ayudar a un niño tímido. Con frecuencia, la planificación puede marcar una diferencia positiva en una experiencia concreta. Por ejemplo, si el niño ha recibido una invitación para acudir a un evento infantil, es especialmente importante que esté en el lugar indicado en la hora prevista. De este modo, será uno de los primeros invitados que llegue a la fiesta.
La puntualidad puede ayudarle positivamente en eventos especiales pero también en la rutina cotidiana. Ten en cuenta que se siente especialmente incómodo cuando se convierte en el centro de atención tras llegar con varios minutos de retraso y ser recibido por muchas personas.
Dra. Iratxe López Psicología
Dra. Iratxe López Psicología
Psicóloga Clínica
¿Cómo ayudar a un niño con timidez? Observa su potencial, sus habilidades y su capacidad de aprendizaje. No utilices etiquetas que pueden limitarle de un modo negativo. ¿La timidez condiciona su calidad de vida en numerosos momentos? Entonces, habla con un experto en psicología y pide ayuda especializada.