El proceso de adquisición del conocimiento es el modelo por el cual el ser humano aprende y desarrolla su inteligencia.
Un proceso de construcción del conocimiento necesario para desarrollarnos como personas y adquirir herramientas que nos permitan hacer frente a los desafíos de nuestra sociedad.
¿Para qué sirve la adquisición de conocimientos?
Cada vez que recibimos piezas de información estructuradas en conjuntos teóricos, organizados de algún modo, estamos adquiriendo conocimientos.
La información es poder, siempre que seamos capaces de organizarla y estructurarla correctamente de modo que nos sea útil a la hora de relacionarnos con nosotros mismos y con nuestro entorno.
Según el psicólogo Robert Gagné, las funciones principales de la adquisición de conocimientos son las siguientes:
Nos sirven como requisito previo para la adquisición de otros conocimientos. El aprendizaje de un determinado tema requiere que tengamos unos conocimientos previos que sirvan para asentar y afianzar los nuevos aprendizajes.
Son útiles para desenvolvernos en nuestra vida diaria de una forma práctica. Normalmente, las personas más instruidas y con un mayor nivel de conocimientos, suelen tener una mayor facilidad para resolver conflictos y salir airosos en el día a día.
Nos sirven como vehículo para que discurran nuestros pensamientos. Los individuos que poseen más conocimientos suelen ser asimismo más capaces de razonar y de interpretar la realidad de un modo más flexible y pragmático.
Fases en la adquisición del conocimiento
La adquisición de conocimientos no es una tarea fácil y es por ello que se han identificado varias etapas por las se transita antes de poder considerar que un conocimiento se ha consolidado como tal.
Se han descrito hasta 5 fases necesarias. Son las siguientes.
1. Identificación
En esta fase de la adquisición del conocimiento se ha de determinar, en primer lugar, si el problema que se nos presenta puede resolverse o no mediante sistemas basados en conocimientos; es decir, no debe ser un problema resoluble a partir de la aplicación de algoritmos.
Además, se ha de tener acceso a las fuentes de conocimiento suficientes para completar la tarea (expertos, bibliografía especializada, etc.). Y el problema ha de tener un tamaño adecuado, que no sea imposible de abordar por su complejidad.
2. Conceptualización
En esta fase se deben detallar los elementos básicos del problema y descubrir las relaciones entre ellos. Se trata asimismo de descomponer el problema en subproblemas para facilitar su comprensión y resolución.
Otro elemento necesario en esta fase es descubrir el flujo del razonamiento en la resolución del problema y especificar cuándo y cómo son necesarios los elementos de conocimiento. El objetivo final es comprender el problema y clasificar sus elementos.
3. Formalización
En esta fase de la adquisición del conocimiento, el objetivo es considerar distintos esquemas de razonamiento que se puedan emplear para modelizar las diferentes necesidades de resolución de problemas identificados.
Se ha de comprender la naturaleza del espacio de búsqueda y el tipo de búsqueda a realizar, mediante comparaciones con diferentes mecanismos prototípicos de resolución de problemas (clasificación, abstracción de datos, razonamiento temporal, etc.)
Debe analizarse la certidumbre y completitud de la información disponible, así como su fiabilidad o la coherencia de la información. El objetivo es desarrollar un modelo formal del problema con el que el sistema experto pueda razonar
4. Implementación
En la fase de implementación, hay que seleccionar o definir los algoritmos más adecuados para la resolución de problemas y las estructuras de datos para la representación del conocimiento. Se trata de descubrir problemas e incompletitudes que obligarán a revisar alguna de las fases anteriores.
5. Prueba
En esta última fase de prueba, se ha de elegir un conjunto de casos resueltos representativos y comprobar el funcionamiento del sistema. En esta fase se destapan los errores que permitirán corregir análisis anteriores.
Por lo general, aparecerán problemas por falta de reglas, incompletitud, falta de corrección, y posibles errores en el análisis de las reglas preestablecidas.
La teoría del aprendizaje de Piaget
Según Piaget, el organismo construye el conocimiento a partir de su interacción con el medio. El popular psicólogo negó la existencia de conocimientos innatos y defendió en su teoría del aprendizaje que las personas intentamos conocer la realidad a través de la selección, la interpretación y la organización de la información que recibimos.
La adquisición del conocimiento, según Piaget, se realizaría mediante mecanismos de asimilación y acomodación. La información recibida se integraría en los esquemas de conocimiento ya construidos en el individuo y, a su vez, éstos se movilizarían, modificándose y experimentando un proceso de acomodación o reajuste.
Asimilación y acomodación
La asimilación y la acomodación son dos procesos complementarios de adaptación, postulados por Piaget, a través de los cuales el individuo interioriza el conocimiento del mundo exterior.
El proceso de asimilación se refiere al modo en que un organismo se enfrenta a un estímulo del entorno en términos de organización actual. La asimilación mental es el proceso mediante el cual la nueva información se amolda a esquemas cognitivos preexistentes.
El proceso de acomodación implica una modificación de la organización actual en respuesta a las demandas del medio. Es un proceso mediante el cual el individuo se ajusta a las condiciones externas, esto es, se modifican esquemas internos para acomodarse a la nueva información.
El aprendizaje significativo de Ausubel
David P. Ausubel fue un psicólogo estadounidense y uno de los principales impulsores del constructivismo. Ausubel rechazaba el supuesto piagetiano de que solo entendemos lo que descubrimos, ya que según él podemos aprender cualquier cosa siempre que dicho aprendizaje sea significativo.
El aprendizaje significativo es el proceso de adquisición del conocimiento según el cual se relaciona un nuevo conocimiento o información con la estructura cognitiva del que aprende de forma no arbitraria y sustantiva o no literal.
Esa interacción con la estructura cognitiva no se produce considerándola como un todo, sino con aspectos relevantes presentes en la misma, que reciben el nombre de subsumidores o ideas de anclaje.
La presencia de ideas, conceptos o proposiciones inclusivas, claras y disponibles en la mente del aprendiz es lo que dota de significado a ese nuevo contenido en interacción con el mismo.
Pero no se trata simplemente de una unión de conceptos, sino que en este proceso los nuevos contenidos adquieren significado para el aprendiz y se produce una transformación de los subsumidores de su estructura cognitiva, que resultan así progresivamente más diferenciados, elaborados y estables.
La teoría sociocultural de Vygotsky
La teoría sociocultural del psicólogo ruso Lev Vygotsky, uno de los teóricos más destacados de la psicología del desarrollo y precursor de la neuropsicología soviética, se centra en las contribuciones que la sociedad hace al desarrollo individual y la adquisición del conocimiento.
Esta teoría se enfoca no solo en cómo los adultos y compañeros influyen en el aprendizaje individual, sino también en cómo las creencias y las actitudes culturales impactan en el modo en que se instruye y se construyen los conocimientos.
Según Vygotski, cada cultura proporciona lo que él denominaba herramientas de adaptación intelectual, que permiten a los niños usar sus habilidades cognitivas básicas de manera sensible al ambiente cultural en el que crecen y se desarrollan.
Uno de los conceptos más importantes de su teoría es el de zona de desarrollo próximo. Este concepto alude a la distancia entre el nivel de desarrollo real determinado por la resolución de problemas independiente y el nivel de desarrollo potencial, determinado por la resolución de problemas bajo la guía y supervisión de un adulto o de compañeros más competentes.
¿Cómo aprende nuestro cerebro?
La neurociencia cognitiva nos advierte, una y otra vez, de que el aprendizaje a base de pura repetición y memorización no es la forma más adecuada para que nuestro cerebro adquiera y consolide conocimientos.
Parece ser que no aprendemos al memorizar, sino al experimentar, al involucrarnos y al participar con nuestras manos. Diversos estudios científicos han comprobado que factores como la sorpresa, la novedad, la motivación o el trabajo en equipo, son factores indispensables para favorecer y fomentar el aprendizaje y la adquisición de conocimientos.
Otro factor esencial a la hora de adquirir nuevos conocimientos es la emoción y la significación del material a aprender. El aprendizaje bajo la influencia de emociones positivas y sentimientos que impliquen apasionamiento, lucidez o curiosidad, supone incrementar las posibilidades de que la persona asimile dichos conocimientos.
Se trata, en definitiva, de hacer partícipe a la persona de su propio proceso de aprendizaje, de modo que aprender y adquirir nuevos conocimientos suponga un reto y no una obligación.
Referencias bibliográficas:
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Pozo, Juan Ignacio. 2006). “Teorías cognitivas del aprendizaje” Morata. Madrid.
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Triglia, Adrián; Regader, Bertrand; García-Allen, Jonathan (2016). Psicológicamente hablando. Paidós.