El abuso de consumo de alcohol está tan normalizado en España y en los países vecinos que el alcoholismo se ha convertido en un verdadero problema de salud pública para nuestras sociedades.
En la actualidad el alcoholismo es uno de los trastornos adictivos más comunes; conforma una patología que resulta dañina tanto para la persona que la padece como para su entorno familiar y social. Además de eso, se trata de un trastorno adictivo que afecta cada vez más a adolescentes y jóvenes.
Quienes desarrollan esta enfermedad experimentan una dinámica de autoengaño que les lleva a plantearse si realmente es “tan malo” depender del consumo frecuente de bebidas alcohólicas, e incluso las personas que llegan a la conclusión de que deben acudir a terapia suelen postergar constantemente el momento de pasar de los deseos a los hechos. Para contrarrestar esta tendencia, aquí daremos un repaso a los motivos por los que es importante acudir a terapia si sufres alcoholismo, y también resumiremos las señales de alerta que ayudan a detectar esta adicción.
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Motivos por los que acudir a terapia cuanto antes si sufres alcoholismo
El alcoholismo es un trastorno adictivo muy nocivo que causa la muerte anual de millones de personas. Es por eso por lo que cada caso de alcoholismo incipiente debe ser tratado por un profesional de la psicología y la salud mental cualificado.
Se trata de una adicción de tipo químico que afecta principalmente a los hombres y que a medida que avanza el tiempo de consumo adictivo, mayores son los efectos que tiene el alcohol sobre el organismo de la persona y su salud mental. Los principales efectos del alcoholismo en el organismo de las personas son las lagunas, los problemas digestivos y enfermedades gastrointestinales, y las afectaciones en las funciones ejecutivas del cerebro.
A medida que avanza el alcoholismo en una persona y aumenta el tiempo de dependencia al alcohol, se estrecha el margen de maniobra de la persona para intentar superar su caso, ya que el organismo es cada vez más dependiente al alcohol, como veremos a continuación.
Al igual que todas las otras adicciones, las personas adictas al alcohol acaban desarrollando una tolerancia a dicha sustancia, lo que significa que para obtener los mismos efectos y sensaciones necesitan mayor cantidad de alcohol.
Esto posibilita que la persona beba cada vez más y que su adicción sea cada vez mayor, algo que puede resultar en problemas graves de salud en la persona e incluso en la muerte. Este es el principal motivo por el que, ante el alcoholismo, es importante buscar ayuda profesional cuanto antes, ya que cuanto más se consolide la adicción, menos libertad tiene la persona para tratar de combatir la dependencia y para no destruir sus relaciones personales más importantes.
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Señales de alerta que ayudan a detectar el alcoholismo
Existen algunas señales o consejos que podemos tener en cuenta para detectar un posible caso de alcoholismo tanto en nosotros mismos como en otras personas.
Con el fin de proteger la salud de las personas con este problema, es importante identificar el alcoholismo y poner el caso en conocimiento de un profesional de la salud mental especializado en las adicciones cuanto antes.
1. Buscar motivos para consumir alcohol
Las personas con casos de alcoholismo, suelen aprovechar cualquier evento festivo tanto con amigos como con familiares para beber grandes cantidades de alcohol, incluso en momentos en los que no es habitual o normal hacerlo.
Beber antes de hora o hacerlo horas antes de las horas a las que lo hacen el resto de asistentes a la fiesta o la celebración en cuestión, es otra de las señales que debemos tener en cuenta para identificar a una persona con alcoholismo.
2. Engañarse a sí mismo
Son muchos los mecanismos que ponen en práctica las personas con alcoholismo para engañarse tanto a sí mismos como a las personas que les rodean, algo muy habitual en cualquier tipo de adicción, ya sea física o comportamental.
Algo habitual es el hecho de “restar” botellas ingeridas o unidades de alcohol de todo tipo para que la adicción que tiene la persona parezca un problema menor y con el objetivo de alarmar a cuantas menos personas mejor.
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3. Revisar las reservas de bebida
Asegurar que existen reservas de bebidas alcohólicas en el propio domicilio o bien en la casa en la que uno se encuentra es otra de las características que pueden ser usadas como señales para detectar un caso de alcoholismo.
Esta revisión es constante y se hace para asegurar que existen reservas suficientes para pasar determinada festividad, celebración o quedada, lo que incluye también revisar de manera obsesiva el minibar cuando estamos en un hotel.
4. Estar siempre con un vaso en la mano
La necesidad constante de beber en cualquier momento del día, hace que las personas con alcoholismo siempre tengan un vaso en la mano, incluso en momentos en que nadie bebe.
La persona con alcoholismo aprovecha cualquier momento en medio de una celebración para renovar el contenido de sus vasos, siempre de manera obsesiva y compulsiva.
5. Considerar como no alcohólicas ciertas bebidas
Como mecanismo de autoengaño y de relativización, las personas alcohólicas también acaban considerando como no alcohólicas ciertas bebidas de menor graduación como la cerveza, la sidra o los cocktails más suaves.
Esta sigue siendo una forma de desviar la atención del problema y de engañar a quienes nos rodean, haciéndoles creer que no existe tal adicción.
6. Beber rápido
Esta es una visión muy llamativa y consiste en que las personas con adicciones tienen tendencia a beber mucho más rápido que el resto, el contenido de sus copas o vasos.
Esto se manifiesta muchas veces en el comportamiento obsesivo que presentan estas personas con el contenido de sus vasos y en la necesidad imperiosa de beber constantemente.
7. Pérdida de control
La pérdida de control respecto al alcohol es un comportamiento que se relaciona con la necesidad de estar bebiendo en todo momento y llega al momento en que la persona puede acabar teniendo conflictos familiares o sociales con quienes están a su alrededor.
Cuando la persona lleva a estados elevados de embriaguez, pueden sucederse todo tipo de conflictos familiares y sociales, relacionados con la violencia, o con el uso de otras drogas.
8. Tendencia a pensar siempre en las bebidas alcohólicas
La obsesión con el alcohol es una característica propia del alcoholismo y en general de cualquier adicción, ya que la persona intenta beber alcohol en todo momento. Por ejemplo, las personas adictas suelen afrontar las situaciones estresantes imaginándose que saborean un vaso de vino, cerveza, etc. A su vez, este tipo de patrones de conducta predisponen a la persona a sentir la necesidad de consumir cuanto antes.
Esta obsesión llega al nivel de estar hablando todo el día de alcohol y de hacer todo lo posible para poder consumir alcohol a todas horas. Además de eso, la obsesión por el alcohol afecta gravemente a la salud mental de la persona.