La meditación es una práctica muy saludable tanto desde el punto de vista del bienestar físico como en lo relativo al equilibrio emocional y la capacidad para modular nuestro foco atencional. Por ello, muchas personas alrededor de todo el mundo la han convertido en una rutina más de su día a día, algo que nos permite conocernos mejor a nosotros mismos y entrar en estados de relajación y equilibrio que nos permiten centrarnos en el presente y dejar de alimentar miedos infundados, pensamientos obsesivos, etc.
Los beneficios de la meditación son tales que a partir de esta práctica milenaria se ha diseñado un conjunto de técnicas utilizadas habitualmente en psicoterapia. Lo que hoy en día se conoce como Mindfulness (o Atención Plena) se ha mostrado eficaz ante los problemas de ansiedad, para la prevención de recaídas en la depresión, y ante el dolor crónico, entre otras alteraciones.
Eso sí, la meditación no es una actividad puramente introspectiva: el entorno en el que estamos influye en su realización. Por ello, en este artículo haremos un repaso a los mejores lugares en los que puedes meditar con facilidad.
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Los lugares más recomendados para meditar
Aunque no tengamos un lugar específico para meditar bajo supervisión profesional, teniendo en cuenta una serie de ideas clave será relativamente sencillo encontrar un sitio en el que llevar a cabo esta actividad de manera más o menos “autodidacta”. En la actualidad podemos encontrar una gran variedad de localizaciones que están al alcance de la mayoría a la hora de llevar a cabo esta práctica con éxito.
1. Parques grandes
Los parques y jardines grandes de las ciudades suelen tener una superficie lo suficientemente amplia y despejada como para poder meditar con total comodidad, siempre que nos coloquemos lo suficientemente lejos de los coches.
Y es que, aunque nos encontremos en un entorno urbano, el contacto con la naturaleza que permiten los parques ofrecen el escenario ideal para relajarse y llevar a cabo actividades de meditación de manera satisfactoria. Recuerda que no solo influye el hecho de estar lejos de los ruidos típicos de la ciudad: la calidad del aire también es fundamental.
En definitiva, los parques suelen ser la mejor opción para meditar para las personas que viven en entornos urbanos; pueden funcionar como pequeños “retiros” transitorios para relajarse durante algunos minutos u horas y alejarnos de los elementos que nos recuerdan las tareas y responsabilidades del día a día.
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2. La montaña
Los destinos de montaña son también excelentes localizaciones para meditar, ya que se trata de un espacio donde estamos en contacto real con la naturaleza y con todos los elementos relajantes que ésta ofrece. Además, en esta clase de lugares suele reinar un ecosistema que nos aporta aire puro y sonidos de pájaros que puede ayudarnos a entrar en el estado de relajación adecuado.
El ambiente que encontramos en la montaña es muy beneficioso también porque para llegar a donde queremos suele ser necesario realizar un mínimo esfuerzo, lo cual nos lleva a segregar las llamadas “hormonas de la felicidad”, entre las que destaca la serotonina, y esto nos lo pone más fácil para entrar en el estado de ánimo que nos predispone a meditar creyendo en nuestras posibilidades de hacerlo bien.
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3. La playa
La playa es otro de los escenarios clásicos de meditación que pueden ayudar a muchas personas a lograr el necesario estado de relajación que requiere dicha actividad.
El sonido de las olas resulta muy relajante para la mayoría de la gente, así como también puede serlo el tacto de la arena y la sensación que produce el viento en el cuerpo.
Además de eso, la playa es uno de los lugares más recomendables para ver los amaneceres y atardeceres de cualquier lugar donde nos encontremos, momentos muy aptos para la meditación.
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4. Azoteas
Meditar en la azotea de nuestra casa también es otra de las opciones si queremos encontrar un lugar tranquilo, apartado del mundo y con buena vista.
Aunque es una actividad que no todo el mundo puede permitirse, en las azoteas de las grandes ciudades podemos disfrutar de un lugar privilegiado para meditar con tranquilidad y además aporta una característica a tener en cuenta: nos ofrece un punto de vista inusual sobre un entorno que en otras circunstancias nos parecería muy familiar, lo cual por un lado nos hace “sentirnos en casa” y, a la vez, no nos bombardea con los estímulos que asociamos al ir al trabajo, a nuestras obligaciones del hogar, etc.
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5. En casa
En casa también podemos encontrar algunos lugares muy adecuados para meditar, como puede ser nuestra habitación, la terraza o frente a la chimenea, con el sonido del fuego de fondo. Eso sí, es importante reservar un pequeño espacio que usemos solo para esta actividad, o al menos modificar ligeramente la apariencia de la habitación para auto-inducirnos a un estado de calma. Puede ser útil iniciar las sesiones con un pequeño ritual (por ejemplo, encender unas velas y apagar la luz) que a la vez marque el inicio de la meditación y, por otro lado, sirva para modificar el lugar en el que estamos acostumbrados a hacer otras cosas.
Además, si tenemos la suerte de vivir en una casa de campo también podemos disfrutar de espacios para meditar tranquilamente alejados del ruido y de la presencia de otras personas.
6. Miradores
Los miradores de pueblos y ciudades ofrecen también el escenario ideal para meditar de forma relajada y con una vista panorámica de toda la ciudad o de un paisaje natural.
Los sitios elevados y con grandes vistas nos permiten lograr un estado de relajación, bienestar y equilibrios óptimos para meditar con éxito.
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