La teoría del cerebro triuno de MacLean: qué es y qué propone

¿Es verdad que el ser humano tiene tres cerebros diferenciados por su grado de evolución?

Teoría del cerebro triuno de MacLean
Resumen de esta teoría propuesta por Paul MacLean.

La teoría del cerebro triuno de MacLean propone que la especie humana a lo largo de la evolución, ha ido cambiando en cuanto a su morfología cerebral, pero en lugar de verlo como un proceso de cambio global y unificado, lo describe como un proceso en el cual surgieron nuevas e independientes estructuras del cerebro que operan cada una con sus propias características individuales.

En este artículo revisaremos qué es exactamente la teoría del cerebro triuno de Paul MacLean, y veremos por qué no resulta válida para la comunidad científica.

¿Qué es la teoría del cerebro triuno de MacLean?

Según MacLean, en su libro The Triune Brain in Evolution, nuestro cerebro actual es la sumatoria de un proceso de superposición de capas, las cuales fueron apareciendo consecuentemente con el pasar de los milenios y se acomodaron una sobre la otra, pero sin que las anteriores dejasen de existir.

Así, la teoría del cerebro triuno de MacLean afirma que cada una de dichas estructuras posee una lógica de funcionamiento individual propia, y muy distinta a la de las otras capas, teniendo en cuenta que las capas superiores son las más evolucionadas.

Veamos a continuación cuales son estas capas según la teoría del cerebro triuno.

1. El cerebro reptiliano

Esta vendría siendo la primera de las tres capas que existen en nuestro cerebro, y representa los instintos más básicos de la especie humana; hambre, reproducción sexual, sueño, instinto de supervivencia y lucha.

Este cerebro estaría compuesto por las primeras estructuras en aparecer, las cuales son los ganglios basales, el tronco encefálico y el cerebelo. Todas estas estructuras están ubicadas en la parte inferior de nuestro encéfalo.

Los adeptos a esta teoría afirman que el cerebro reptiliano contiene una gran cantidad de información en su memoria individual; esta información estaría conformada por ritos ancestrales y creencias esotéricas sin ningún tipo de fundamentación científica.

2. El sistema límbico

Esta segunda estructura, o segundo cerebro, según la teoría, sería la encargada de todas las sensaciones que experimentamos cuando realizamos alguna actividad. Por ejemplo, cuando comemos algo que nos gusta mucho, cuando tenemos sexo con una persona que nos gusta, o cuando nos deleitamos con un paisaje hermoso.

Estas emociones están a cargo del sistema límbico, que supuestamente según la teoría del cerebro triuno viene siendo la siguiente estructura del sistema nervioso en evolucionar después de la aparición del cerebro reptiliano.

Esta capa está compuesta por la amígdala cerebral, el septo, el hipotálamo, la corteza del cíngulo, y el hipocampo.

3. La neocorteza

Esta capa es la más reciente en cuanto a evolución humana se refiere, también se la conoce como el cerebro moderno. Es exclusiva de los mamíferos.

La neocorteza se encarga de todo lo referente al pensamiento abstracto, el pensamiento lógico y racional, aparte de los procesos comunicativos complejos que empleamos para comunicarnos en la sociedad moderna.

Está compuesta por la corteza cerebral, la cual está formada de sustancia gris, donde hay un gran número de neuronas que están en constante proceso de conexión unas con otras.

Consideraciones acerca de la teoría

Teniendo en cuenta lo visto hasta ahora, se puede decir que la teoría del cerebro triuno de MacLean da por sentado que nuestro cerebro actual no es más que un proceso de suma entre capas individuales que aparecieron en nuestra especie haciéndonos cada vez más racionales.

Cada una de estas capas, como ya vimos, posee sus características propias; por más que las funciones de una tengan que ver con las funciones de otra estructura, estas operan de manera autónoma. Es decir, que ninguna capa posee un control sobre la otra, pero sí podrían, por ejemplo, hacer que el sujeto sea consciente de sus deseos y de esta manera hacer que los canalice adecuadamente.

Esta teoría no ha tenido una buena receptividad en el mundo de la comunidad científica, y la mayoría de los especialistas en el campo de las neurociencias han manifestado su desaprobación hacia dicho postulado. Veamos por qué.

¿Qué dice la ciencia?

Para los expertos en neurociencia, la teoría del cerebro triuno posee demasiadas incongruencias en sus planteamientos para ser considerada como válida.

Ahora se sabe que las funciones específicas que esateoría otorga a las estructuras mencionadas no son propiamente de los vertebrados más evolucionados, es decir, que en otras especies también se presentan comportamientos similares.

Por ejemplo, las aves, sin necesidad de poseer el sistema límbico, tienen un gran instinto de protección hacia su cría, lo cual es una característica que se le atribuye al segundo cerebro (sistema límbico) según la teoría de MacLean.

Además, existen moluscos inteligentes como los pulpos, cuyo cerebro no tiene nada que ver con el de los vertebrados, capaces de tener comportamientos sociales y ajustados a la racionalidad.

Descubrimientos más recientes también echan por tierra la teoría de que la neocorteza surgió como la última etapa en la evolución del mamífero moderno. Hoy día se conoce que los primeros indicios de materia gris en las zonas superiores del cerebro fueron hallados en mamíferos primitivos.

O sea, que estas estructuras no aparecieron en un orden ascendente como lo plantea el autor de la teoría del cerebro triuno, sino que ya venían existiendo todas en un mismo cerebro, el cual fue evolucionando de manera general, y no parte por parte.

Además, el modo en el que funciona la evolución no consiste en una acumulación de rasgos que no se influyen entre sí. Es decir, que los cambios ocurridos por mutaciones que se plasman en buevos rasgos en la estructura del cerebro no suceden de manera individual, sino en interacción con el resto, de modo que una parte que antes se especializaba en determinados procesos mentales puede pasar a encargarse de otros si aparece otro conjunto nuevo de células nerviosas.

  • Gardner, R.; Cory, G. A. (2002). The evolutionary neuroethology of Paul MacLean: convergences and frontiers. Nueva York: Praeger.
  • Lambert, K. G. (2003). The life and career of Paul MacLean: A journey toward neurobiological and social harmony. Physiology and Behavior. 79 (3). Elsevier: pp. 343 - 349.
  • Velásquez Burgos, B. M., Calle, M. G., & Remolina De Cleves, N. (2006). Teorías neurocientíficas del aprendizaje y su implicación en la contrucción de conocimiento de los estudiantes universitarios. Tabula Rasa, (5): pp. 229 - 245.

Graduado en Psicología por la Universidad Bicentenaria de Aragua, Venezuela. Diplomado en Psicología Criminal por la Universidad de Carabobo, Venezuela. Redactor en temas de psicología.

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