Desde hace muchos años la psicobiología ha intentado establecer las bases biológicas del comportamiento humano.
Hoy sabemos que el sistema nervioso de cualquier persona es un mecanismo de control e integración que regula y supervisa todas las actividades que realiza el organismo. Este se divide en dos: el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico.
A su vez, el SNC se divide en dos subestructuras más: el encéfalo y la médula espinal. Dentro del encéfalo encontramos tres subestructuras: cerebro, cerebelo y tronco encefálico. Hoy hablaremos de una de ellas, una estructura importantísima y que nos diferencia de otras especies: el cerebro humano.
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Cerebro humano y corteza cerebral
El cerebro humano es un órgano complejo formado por la corteza (lóbulos) y por diferentes estructuras subcorticales (sustancia blanca y núcleos grises). La corteza sería la superficie del cerebro, que se divide en dos: hemisferio izquierdo y hemisferio derecho.
Un cerebro adulto pesa 1.500 gramos aproximadamente. Aunque su peso representa únicamente el 2% del peso corporal, consume igual cantidad de energía que la musculatura esquelética en reposo.
En cuanto a los dos hemisferios que lo dividen, se sabe que el derecho está más relacionado con la visopercepción y con una percepción más global; el izquierdo estaría más relacionado con el lenguaje, y sería más analítico. Sin embargo, esta distinción es relativa, y por lo general, salvo excepciones, ambos hemisferios del cerebro humano hacen de todo.
La corteza cerebral es responsable del aprendizaje, el pensamiento y la toma de decisiones, y envía señales a otras partes del cerebro para permitir que nos movamos y nos comuniquemos. Además, utiliza la información proveniente de los sentidos y permite que interactuemos con el mundo y nos adaptemos a él.
La corteza está formada por seis capas celulares que permiten organizar las aferencias (recibir información) y eferencias (enviar información) de sus neuronas (aproximadamente, 60.000 millones).
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Su organización en lóbulos cerebrales
El cerebro humano está formado por 5 lóbulos (partes de la corteza cerebral con funciones determinadas):
- Lóbulo occipital: relacionado con la visión.
- Lóbulo parietal: relacionado con la interpretación somatoestésica.
- Lóbulo temporal: relacionado con la audición y la memoria.
- Lóbulo frontal: relacionado con los procesos mentales superiores, la comunicación verbal y el control motor voluntario.
- Ínsula: relacionado con la memoria y la integración sensorial (dolor) y visceral.
Lesiones y patologías asociadas
La lesión de los diferentes lóbulos cerebrales provoca consecuencias patológicas diversas, estudiadas por la neurología y la neuropsicología. Veamos las más importantes.
Lesión en el lóbulo occipital
Agnosias visuales (no reconocer los objetos o personas por la vista), Síndrome de Anton y Síndrome de Bálint.
Lesión en el lóbulo parietal
Apraxias constructivas, Síndrome de Gerstmann, asterognosia (incapacidad para reconocer los objetos por el tacto).
Lesión en el lóbulo temporal
Afectación de la audición y de la comprensión, Síndrome de Klüver-Bucy.
Lesión en el lóbulo frontal
Afectación de las funciones ejecutivas (síndrome disejecutivo), alteraciones del movimiento, pseudodepresión y pseudopsicopatía.
Desarrollo ontogenético: divisiones y estructuras
El cerebro humano se divide en diversas estructuras que surgen de tres divisiones principales durante la gestación y el desarrollo del sistema nervioso.
Prosencéfalo (encéfalo anterior, hacia el rostro)
Formado por el telencéfalo y el diencéfalo. A su vez, el telencéfalo está formado por la corteza cerebral, los ganglios basales y el sistema límbico (“el centro de las emociones”); y el diencéfalo está formado por el tálamo, el hipotálamo, el subtálamo, el epitálamo, la retina y los nervios ópticos.
Mesencéfalo (encéfalo medio)
Formado por una subdivisión con el mismo nombre, mesencéfalo. Éste a su vez está formado por el téctum, el tegméntum y la sustancia negra.
Rombencéfalo (encéfalo posterior, hasta atrás)
Formado por el metencéfalo y el mielencéfalo. El metencéfalo está formado por el cerebelo y la protuberancia, y el mielencéfalo por el bulbo raquídeo.
Diferencias y similitudes entre humanos y animales
La primera diferencia que encontramos entre el cerebro humano y el cerebro de los primates, por ejemplo, es su tamaño (más grande en los humanos). Se sabe que a mayor proximidad evolutiva de la especie (con respecto al ser humano), mayor tamaño tiene éste. Además, la corteza cerebral del cerebro humano es más grande y rugosa que la de otros animales del mismo tamaño.
Por otro lado, el cerebro humano tiene muchas más células que las del cerebro de otros primates, y además estas muestran más interconexiones, es decir, tienen mayor capacidad de procesamiento.
En cuanto a similitudes, tanto en animales como en humanos, se sabe que dentro del sistema límbico ya mencionado existe una estructura subcortical, la amígdala, que se ha relacionado de forma consistente con las emociones y las conductas agresivas.
Además, estudios recientes revelan que tanto en animales como en humanos la conducta agresiva se asocia frecuentemente a una disminución de la actividad de las neuronas serotoninérgicas.
Referencias bibliográficas:
- Netter, F. (1989). Sistema nervioso. Anatomía y fisiología. Barcelona: Salvat.
- Carlson, N.R. (2005). Fisiología de la conducta. Madrid: Pearson Educación.
- Parra, L., García, A.A., Ortiz, S., Pérez, D., Nájera, J., Basurto, N.E., Espinoza, V. y Rivas, I. (2009). Las diferencias anatómicas cerebrales que implican diferencias funcionales. Rev Fac Med UNAM, 52(4), 177-181.