Las ansiadas vacaciones de verano son un período en el que en teoría podemos descansar durante todo el día, recobrar las energías y realizar todas aquellas actividades que no podemos practicar durante el resto del año. Pero en la práctica, hay quienes en esta época del año afrontan situaciones estresantes y generadoras de ansiedad que les cuesta gestionar emocionalmente.
Esta ansiedad puede estar generada por la creencia de que no se está aprovechando el tiempo lo suficiente, por la necesidad de tomar decisiones acerca de a qué dedicar esas horas de ocio, por la coordinación y planificación que supone viajar en familia, por la idea de que otras personas lo están pasando mejor que nosotros, etc. Así pues… ¿Cómo disfrutar del verano sin caer en estas dinámicas de ansiedad? Veamos varios consejos generales que te ayudarán a lograrlo.
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Claves psicológicas para disfrutar del verano sin ansiedad
Una vez nos hemos adentrado en ese conjunto de acciones y rutas mentales que producen ansiedad en nosotros, puede ser complicado salir de ese estado mental, ya que una de las características de sentirnos ansiosos es que ese malestar se refuerza a sí mismo a través de un círculo vicioso de expectativas, temor a no dar la talla ante los retos que debemos afrontar, la sensación de que somos vulnerables, etc. Por eso, ante las posibles desencadenantes de ansiedad durante las vacaciones de verano, lo recomendable es estar preparado y conocer de antemano qué hacer para no caer en esa espiral. En este sentido, los consejos que encontrarás aquí te pueden ayudar.
1. Dedicar tiempo a descansar de verdad
Lo primero que debemos hacer durante las vacaciones de verano para evitar estados de ansiedad excesiva es dedicar un tiempo para nosotros mismos, para descansar y realizar actividades que nos resulten placenteras y nos relajen, sin ceder a esa idea de que si desconectamos totalmente del trabajo estamos haciendo algo malo.
Las vacaciones de verano no son un capricho, sino uno de los recursos con los que contamos para mantener nuestra salud física y mental, y deben utilizarse aceptando todo lo que implican: tenemos derecho a no trabajar profesionalmente durante esos días. Debemos desconectar de verdad de esas obligaciones diarias que forman parte de nuestra rutina laboral y cargar energías con las que encarar el próximo bloque académico o laboral, desechando la absurda idea de que debemos ser productivos a cada momento durante el verano.
Dedicar tiempo para nosotros mismos y para cuidar nuestra salud mental resulta de gran importancia y nos permitirá regresar de las vacaciones con mayor optimismo y motivación para encarar de nuevo el período laboral.
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2. Evitar el uso excesivo de dispositivos tecnológicos
Es recomendable reducir el uso de móviles, tabletas u ordenadores durante las vacaciones, ya que muchas plataformas virtuales tienen un gran poder para mantenernos enganchados a la pantalla y hacernos perder la noción del tiempo, ofreciéndonos un entretenimiento que, visto en retrospectiva, es poco satisfactorio y nos puede exponer a contenidos que de hecho alimentan nuestra ansiedad y estrés aunque sea en pequeñas cantidades. Es mejor centrarnos en nuestro tiempo libre en realizar actividades que realmente sean significativas para nosotros.
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3. Evitar comparaciones
Una de las claves básicas para ser felices en la vida consiste en no compararse con nadie y este es precisamente uno de los consejos que podemos seguir también en las vacaciones de verano para ser más felices.
Comparar nuestras vacaciones con las de otras personas, ya sean amigos o familiares, o incluso influencers y famosos que viven de dar una imagen idílica de sus vidas, nos puede acabar generando emociones negativas si al compararlas entendemos que sus experiencias vacacionales son mejores que las nuestras.
En lugar de esto, debemos vivir al máximo nuestras vacaciones sin compararnos con nadie y centrarnos en lo que queremos nosotros, y procurar realizar actividades especiales que no hagamos durante el resto del año; no es necesario realizar grandes viajes por el mundo.
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4. Practicar hábitos de vida saludables
Aunque nos encontremos disfrutando de las vacaciones de verano, es importante no desterrar de nuestro día a día una serie de estrategias y hábitos de vida saludables que nos permiten alcanzar una buena salud física y mental.
Estos hábitos van desde dormir una cantidad de horas diarias suficiente para descansar hasta mantener una alimentación semanal equilibrada y sana y unos hábitos de higiene saludables para convivir en sociedad.
Además de eso, es importante no olvidarnos de practicar deporte unas dos o tres veces por semana para mantener nuestra salud física y de vez en cuando podemos realizar también actividades deportivas especiales al aire libre, tanto de manera individual como acompañados.
Algunas de estas actividades pueden ser el senderismo, el ciclismo, la escalada, la natación o la participación en todo tipo de competiciones deportivas.
5. Trabacacionar (de un modo muy limitado)
Durante el período vacacional, algunas personas pueden sentirse relativamente ansiosas pensando en proyectos laborales o trabajos pendientes que pueden estar descontrolándose mientras están de vacaciones; es por eso que una opción a tener en cuenta si eres autónomo/a es trabacacionar, pero limitando mucho esos momentos de atención a tu rol profesional: por ejemplo, un máximo de una hora cada dos o tres días de vacaciones para leer emails, resolver dudas de otros miembros el equipo, y otras tareas sencillas y de “mantenimiento” de una actividad mínima y de prevención de problemas.
Esta práctica no permitirá superar la ansiedad provocada por un exceso de trabajo, pero al menos hará que si ya tenemos un problema por sentirnos muy ansiosos, este no aumente y se descontrole.
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6. Dedicar tiempo a socializar
Además de dedicar un período de tiempo para nosotros mismos donde podemos descansar y realizar actividades que nos resulten placenteras, también es recomendable mantener activa nuestra vida social, viendo de vez en cuando a amigos íntimos y familiares queridos.
Los seres humanos somos animales sociales, lo cual significa que necesitamos de la compañía de otras personas para autorrealizarnos y alcanzar el bienestar y la felicidad tan ansiados en nuestro día a día.
Es por eso que debemos evitar pasar largas jornadas en soledad, descansando en la comodidad del sofá de casa, ya que nos conviene salir de casa e interaccionar con personas queridas que nos llenen de energía y con las que podamos reír y ser felices.
7. Acudir a terapia
Como en cualquier época del año, siempre que tengamos casos de ansiedad en nuestro día a día, es altamente recomendable acudir a un profesional de la psicología para resolver ese problema y muchas otras alteraciones psicológicas que podamos tener.
Un psicólogo especializado nos brindará estrategias y herramientas altamente útiles para controlar los estados de ansiedad que podamos sufrir en algún momento y también para aprender a gestionar todas nuestras emociones en general.
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