Al terminar la carrera de Psicología en forma de Licenciatura o Grado, desaparece esa sensación de que hay una ruta trazada y pre-establecida para convertirse en psicólogo. Y con ello, se esfuma también la experiencia de tener claro qué hacer para convertirse en un/a psicólogo/a con recursos para enfrentarse al mercado laboral.
Hasta ese momento, los 4 o 5 años de carrera ofrecían la idea de que tras invertir dinero, tiempo y esfuerzo en ella, al terminar estaríamos donde debemos estar para dedicarnos a la psicología, y tendríamos la clase de acreditación necesaria para ejercer. Pero a partir de ese momento, las vías para profesionalizarse se bifurcan, y para algunas personas resulta duro tener que afrontar esa incertidumbre.
Y es que no se trata solo de saber en qué especializarse, sino que también hay que resolver la duda de si ser especialistas en algo es algo que queremos o que nos convenga a corto o medio plazo. Por eso, en este artículo haremos un repaso a las ventajas e inconvenientes de cada opción: ser un psicólogo generalista o un psicólogo especializado.
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¿Es mejor especializarse o mantenerse con una visión general de la Psicología?
Por norma general, a largo plazo, optar por la opción de especializarse en uno o algunos ámbitos de la psicología suele ser la mejor opción, y solo en algunos tipos de situaciones concretas es recomendable mantener un perfil de psicólogo con una perspectiva generalista de esta ciencia, tal y como veremos.
Dicho esto, veamos cuáles son las ventajas y desventajas de cada opción.
Ventajas y desventajas de convertirse en un psicólogo especializado
Entre las ventajas de seguir estudiando mediante posgrados y Másters sobre ámbitos específicos de la Psicología para especializarse, destacan las siguientes.
- Da la posibilidad de estar actualizado/a: si so se aprende de la mano de profesionales de esa especialidad, es muy fácil dar por buenos contenidos educativos desfasados
- Permite aplicar los modelos, técnicas y estrategia más eficaces en cada caso: sin conocimientos especializados, no se puede tener la certeza de que nuestras herramientas para analizar e interpretar los patrones de conducta y/o los procesos mentales son los más adecuados en cada caso concreto
- Ayuda a encontrar clientes y empleo: desde el punto de vista del marketing en el mercado de trabajo, es mucho más fácil que los demás entiendan lo que hacemos y sepan qué esperar de nosotros si estamos especializados, y eso es algo muy importante en los procesos de selección y descarte.
- Permite descubrir nuevas áreas de conocimiento: entrar en contacto con conocimientos especializados nos permite disfrutar a un nuevo nivel de ir aprendiendo sobre un tema en profundidad, ya que nos plantea cada vez más incógnitas que despiertan nuestra curiosidad.
¿Y cuáles son las desventajas de esta opción? Principalmente, las que tienen que ver con la necesidad de estar preparados para elegir una vía de especialización y dedicarnos a ella durante un tiempo. Desde luego, el simple hecho de elegir un posgrado o Máster es un trabajo por el que no tienen por qué pasar quienes deciden no especializarse por el momento, o en todo caso estudiar sobre temas generales de manera autodidacta. Y además, implica tener que pagar por esos programas de formación y esforzarse por cumplir sus requerimientos para titularse.
Sin embargo, hoy en día, gracias a la formación online, seguir estudiando es una posibilidad mucho más accesible en términos de compatibilidad horaria, precio y capacidad de elección entre varias alternativas sin vernos limitados por dónde vivimos.
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Ventajas y desventajas de convertirse en un psicólogo generalista
Las principales desventajas de esta alternativa son el reverso de las ventajas de la anterior.
La clave es que en una disciplina tan amplia y con ámbitos de investigación e intervención tan amplios y complejos como la Psicología, cuando creemos que mantenemos una perspectiva generalista, en realidad sabemos poco de la mayoría de temáticas que han sido abordadas por la Psicología.
Y es que para explicar e intentar predecir en la medida de lo posible los procesos mentales y los patrones de comportamiento observable, primero hay que conocer los modelos y las teorías que hay que aplicar dependiendo del contexto en el que estos se producen y el ámbito de la vida al que afectan.
Del mismo modo en el que no es razonable creer que por conocer un experimento realizado en un laboratorio entendemos la mente humana, conocer las principales teorías, conceptos y metodologías de intervención e investigación suele dejarnos aún con muchas lagunas de conocimientos que resultan un problema a la hora de aplicar la psicología en la mayoría de problemas concretos a solucionar o a investigar
¿Y cuál es la ventaja de esta opción? Sobre todo, que poder disponer de mucha libertad sin comprometernos mínimamente con un posgrado o Máster es lo que nos conviene si no tenemos ni idea de qué seguir estudiando y necesitamos un tiempo para descubrir nuestras inquietudes, quizás dedicando unos meses a leer por nuestra cuenta papers científicos, libros de divulgación, etc.
Además, algunos roles profesionales indirectamente relacionados con la Psicología pueden nutrirse de nuestra experiencia como Graduados o Licenciados, sobre todo en el mundo de la creatividad y la expresión artística, o el apoyo a empresas como consultores: puede que como psicólogos con una perspectiva general de la disciplina no seamos capaces de saber qué conviene hacer en cada caso, pero sí somos capaces de detectar ciertos fallos y errores en las estrategias aplicadas por quienes no se han formado en Psicología (por ejemplo, organizaciones que centran todo su sistema de incentivos y bienestar de los empleados en la retribución económica, estrategias comunicativas incorrectas por basarse en bombardear a la audiencia con datos sin apelar a las emociones, etc.)
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