Técnica de observación participante: tipos y características

Un concepto muy utilizado en psicología social y antropología para estudiar grupos y sujetos.

Técnica de observación participante
Un recurso de investigación usado en ciencias sociales.

Los psicólogos siempre hemos intentado estudiar la realidad, ya sea desde dentro o desde fuera, con objetivo de analizarla y comprenderla. Así nació la evaluación psicológica, que incluye entre ellas un grupo de técnicas denominadas técnicas de observación. Hoy conoceremos con detalle un tipo en concreto, la técnica de observación participante.

Mediante la observación adquirimos la información de nuestro entorno de forma activa, empleando el sentido de la vista (u otros medios técnicos como las cámaras).

A veces el fenómeno que pretendemos observar requiere que una persona o un profesional se adentre en la realidad del sujeto o sujetos a observar, para conocer mejor dicha realidad. Vamos a conocer con detalle en qué consiste todo ello.

Técnicas de observación

Las técnicas de observación son un conjunto de técnicas y herramientas orientadas a evaluar un fenómeno, un individuo o un grupo de personas. Implican una manera de acercarse a la realidad del sujeto para conocerla. Generalmente se estudian conductas y comportamientos observables.

Son realizadas por un observador experto o entrenado mediante protocolos preparados para tal fin, que permiten una anotación sistemática.

La situación a observar es natural o análoga (por ejemplo role-playing, tareas cognitivas, tests situacionales,...).

En las técnicas de observación no se provocan o elicitan respuestas en los sujetos observados, simplemente los fenómenos se dan de forma natural y el experto u observador lo observa y estudia.

Formas de observar

Existen diversas formas de observación según el objetivo o tipo de investigación, es decir, diversos métodos y técnicas. Algunos de ellos son:

  • Observación propiamente dicha.
  • Técnicas objetivas.
  • Autoinformes
  • Entrevista.
  • Técnicas subjetivas.
  • Técnicas proyectivas.

Tipos de observador

En cuanto al tipo de observador, existen dos modalidades de observación según el tipo de observador: observación no participante (por ejemplo mediante el uso de una cámara, o cuando el sujeto no se adentra a la realidad observada del sujeto o grupo), y observación participante.

Características de la observación participante

La técnica de observación participante es la investigación que involucra la interacción social entre el investigador y los sujetos observados; todos ellos se influyen mutuamente. En ella se recogen datos de manera sistemática y no intrusiva.

Sus orígenes se sitúan en la Antropología Social, una disciplina científica que estudia la cultura y las instituciones sociales en diversos grupos humanos. Bronislaw Malinowski, antropólogo polaco, es considerado el padre de la técnica de observación participante.

La observación participante es una forma de acercamiento a la realidad social y cultural de una sociedad o grupo, pero también de un individuo. En ella el investigador se adentra en la realidad a estudiar junto al individuo o colectivo objeto de estudio.

Además de ser un tipo de técnica, es la base de la investigación etnográfica, es decir, del estudio sistemático de personas y culturas, además de un método muy relevante usado en la investigación cualitativa.

Así, la investigación etnográfica, junto con la observación participante, están constituidas por dos elementos ya mencionados: el investigador (“el yo”) y el grupo (“el otro”). Se tiene en cuenta la perspectiva del sujeto observado junto al observador, para llegar a conocer la realidad objetiva de la forma más fiable posible.

¿Cuándo se aplica?

La técnica de observación participante se emplea cuando se quiere estudiar la realidad social en su conjunto, de forma holística, pero con el fin de concretar un problema que por el momento desconocemos.

Es decir, muchas veces se utiliza esta técnica cuando aún no existe el problema definido, precisamente para identificarlo y concretar sus dimensiones. Puede ser que se tenga una idea previa del ámbito o problema pero que se deba concretar con más precisión.

También se emplea cuando se trata de problemas donde otras técnicas de investigación no se pueden practicar (por ejemplo se ha usado en cárceles, sociedades primitivas, zonas marginales, etc.)

Por otro lado, se emplea en casos donde se quiere estudiar con detalle, de forma directa y “en vivo” el sujeto o sujetos a observar (por ejemplo el comportamiento de un niño con trastorno de conducta en casa o en el aula).

¿Cómo se usa?

En las técnicas de observación participante el instrumento de recogida de datos es el propio investigador.

El empleo de este tipo de técnicas debe ser flexible y adaptado a la situación. Así, el investigador seleccionará un conjunto de informantes, que deberá observar y con los que deberá interactuar. El investigador también podrá aplicar técnicas como las entrevistas, encuestas, revisión de documentos, etc.

En el diario de campo el investigador irá anotando las impresiones de lo que va viviendo y observando para posteriormente organizarlo y analizarlo.

El diseño de la investigación se va elaborando a medida que avanza la investigación; primero se entrará en el campo de estudio para saber poco a poco qué preguntas hacemos y cómo las hacemos.

Tipos de observación participante

La técnica de observación participante puede ser de dos tipos según el tipo de observador:

1. Observador ajeno y técnico

En este tipo la objetividad y exactitud son más altas, pero también aumenta la reactividad del sujeto. Tiene poca validez ecológica, es decir, es difícil generalizar los resultados al contexto natural (más allá de en condiciones de laboratorio).

Por ejemplo es la observación que hace un psicólogo en consulta

2. Observador allegado

La reactividad es más baja porque el observador es alguien cercano al sujeto observado, alguien de su entorno, por ejemplo los padres. Por otro lado, aquí los sesgos de observación (errores) son mayores que en el anterior.

  • Amezcua, M. (2000). El Trabajo de Campo Etnográfico en Salud. Una aproximación a la observación participante, 30, 30-35.
  • Fernández-Ballesteros, R. (2011) Evaluación Psicológica. Conceptos, métodos y estudio de casos. Ed. Pirámide. Madrid.

Graduada en Psicología por la Universitat de Barcelona, con Máster en Psicopatología Clínica Infantojuvenil por la Universitat Autònoma de Barcelona. Especializada en Trastornos del Neurodesarrollo. Actualmente trabaja como Psicóloga infantil en la Associació Catalana del Síndrome X Frágil. Autora del libro "Vivir de memoria" (Editorial Círculo Rojo, 2018). Aficionada del deporte y la lectura.

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