Los tests son unos instrumentos científicos muy utilizados en el ámbito de la psicología con el fin de medir una realizar una evaluación de aptitudes, conocimientos o funciones. Cuando un test mide lo que pretende es válido, mientras que si mide bien, podríamos decir que es fiable; siendo ambas características muy importantes para un test psicológico.
La teoría clásica de los test (TCT) es aquella teoría de los tests psicológicos que dio el origen a una rama muy importante de la psicología, la psicometría. Esta teoría pone especial atención al logro de la mayor exactitud de la medida posible o, en su lugar si no fuera posible, obtener la determinación precisa acerca del error de medición, siendo ese el motivo por el que también se conoce como “teoría del error de medición”.
En este artículo explicaremos con mayor detalle en qué consiste la teoría clásica de los test con el fin de comprender su importancia dentro del ámbito de la psicología, pero antes es conveniente que veamos cuál es el origen de esta teoría.
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¿Cuál es el origen de la Teoría Clásica de los Test?
La teoría clásica de los test (TCT) tiene sus orígenes a principios del siglo XX, de la mano del psicólogo y estadístico inglés Charles Edward Spearman y sus investigaciones, lo que supuso de alguna forma el comienzo de una nueva área dentro del ámbito de la psicología, la psicometría.
La psicometría es esa área de la psicología en la que los especialistas se encargan de investigar a partir de teorías, métodos y técnicas implicadas en medir y también cuantificar diversas variables psicológicas del conjunto de caracteres psíquicos del ser humano. Dentro de la psicometría los tests son una herramienta muy importante, así como en la psicología en general, siendo unas pruebas que se llevan a cabo con el fin de realizar una evaluación lo más exhaustiva posible de aptitudes, conocimientos o funciones.
Además, dentro los tests psicológicos podemos encontrarnos con aquellas pruebas comúnmente conocidas, de carácter psicotécnico o psicológico, que se utilizan con el objetivo fundamental de evaluar o estudiar una función, de manera que este tipo de tests han sido diseñados para poder hacer una medición o evaluación de diversas características psicológicas de las personas con diferentes fines (p. ej., en las pruebas de selección para un puesto de trabajo determinado).
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¿Qué es la Teoría Clásica de los Test?
La teoría clásica de los test (TCT) se centra especialmente en el logro de la mayor exactitud de la medida posible o, en su lugar si no fuera posible, obtener la determinación precisa acerca del error de medición, siendo ese el motivo por el que también se conoce como “teoría del error de medición”.
Además, la TCT es una teoría que se utiliza en en el campo de la psicometría con el fin de hacer una explicación lo más exhaustiva que sea posible en cada caso acerca de la forma en que partiendo de un valor de test medido de una persona se podría llegar a concluir el valor verdadero del rasgo de personalidad o de la manifestación característica de una persona o aptitud que se pretende medir.
Por otra parte, dentro de las teorías de los tests también se incide en el modo de evaluar la calidad de los test, así como también en la manera de depurarlo con el fin de reducir al mínimo el error. Por ello es importante tener muy presentes dos conceptos a la hora de estudiar la teoría clásica de los test, que son la fiabilidad y la validez.
La fiabilidad, de acuerdo con las teorías de los test, es la estabilidad o la consistencia de las medidas en el caso de que se repita el proceso de medición. En otras palabras, sería la exactitud o la confiabilidad, suponiendo que no hubiera errores de medición, con la que un test es capaz de determinar el valor verdadero. No obstante, la fiabilidad únicamente se puede estimar ya que no se conocen los valores verdaderos.
En cambio, la validez es el grado en que la teoría y la evidencia empírica secundan la interpretación de las puntuaciones de los test. Dicho de otro modo, diríamos que la validez es la capacidad que un instrumento posee para cuantificar de manera correcta o adecuada y significativa el rasgo medido para el que había sido diseñado.
Cabe destacar que en el ámbito de la psicometría podríamos encontrarnos con dos teorías principales que han sido desarrolladas con el objetivo fundamental de construir y hacer un análisis de los test. Una de ellas, la que supuso el inicio de todo esto, es la que conocemos como la teoría clásica de los tests (TCT); por otro lado, podemos encontrarnos con la segunda, la teoría de respuesta a los ítems (TRI).
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Explicación proceso general de la elaboración de un test
Ahora que ya hemos visto brevemente en qué consiste la teoría clásica de los test (TCT) y cuáles son sus orígenes es el momento de proceder a explicar en qué consiste el proceso general acerca de cómo construir un test siguiendo las reglas de la TCT, cabiendo destacó que estos pasos son útiles para construir tests de rendimiento o de aptitud, así como también para elaborar inventarios, cuestionarios o incluso escalas para medir actitudes, intereses, sentimientos, etc.
1. La identificación de un objetivo
El primer paso a la hora de elaborar un test siguiendo la teoría clásica de los test sería la búsqueda de forma cuidadosa de los objetivos para los que se utilizarán las puntuaciones: la predicción, la clasificación, el diagnóstico, etc. Por ello es importante en este paso que se anticipen los procesos de decisión en los que esa información que vaya a ser aportada por el test se utilizará.
Las categorías generales más comunes para las que normalmente se utilizan los cuestionarios o los test serían 4: evaluación conductual o académica, medición de un constructo teórico, clasificación diagnóstico o la clasificación del personal.
Por otra parte, es muy importante tener presentes algunos elementos del contexto debido a su gran relevancia, siendo muy relevantes los siguientes: las restricciones temporales o el tiempo del que se disponga para aplicar el test, las características de la población a la que va dirigido el test o si la administración del test va a ser de manera individual o colectiva.
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2. La definición del constructo
Un constructo psicológico, también denominado como constructo hipotético o construcción psicológica, en psicometría es un término que comúnmente se utiliza para referirse a la descripción conceptual hipotética sobre algún rasgo psicológico o atributo que se pretende estudiar; siendo por tanto un recurso muy útil para facilitar la comprensión del comportamiento del ser humano. Podríamos decir que un constructo es una etiqueta que se utiliza en el ámbito de la psicología para referirse a un conjunto de comportamientos (p. ej., personalidad, creatividad, inteligencia, memoria, etc.).
Por lo tanto, el segundo paso a la hora de elaborar un test desde la teoría clásica de los test sería la definición del constructo que se quiere medir. Una vez definido el constructo sería el momento de comenzar a diseñar el test.
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3. El diseño del test
En este paso se debe hacer una planificación sobre el instrumento de evaluación antes de pasar a la redacción de los ítems del test. Esto es importante porque se debe garantizar que los ítems vayan a reflejar el objetivo y la definición del constructo que se había elaborado en el paso anterior.
4. La redacción de sus ítems
A la hora de redactar los temas se debe buscar que estos reflejen de la manera más exacta posible el comportamiento indicador del constructo definido previamente. A su vez, es importante que se eviten, o al menos que se minimicen, los potenciales errores que podrían contaminar las inferencias que se llevarían a cabo a partir de las puntuaciones obtenidas en el test hacia ese constructo psicológico que se trata de evaluar.
5. El análisis de los ítems
En el momento en que se han redactado los ítems del test es cuándo se debe analizar su calidad. En el análisis de calidad de los ítems se seleccionarán aquellos que se incluirán en la versión final del test. Para ello hay que fijarse en aquellos que sean adecuados como medida de la variable y también su contribución para formar internamente un test de manera consistente.
Existen dos propiedades estadísticas que normalmente son analizadas a la hora de valorar la calidad de los ítems: la discriminación de los ítems y la dificultad de los ítems.
6. El análisis de la fiabilidad y la validez
Cuando se hayan analizado correctamente los ítems y se tenga una selección final con aquellos que puedan formar un test que sea útil para medir lo que se pretendía inicialmente, hay que proceder a analizar la fiabilidad y la validez del test, y para ello se debe administrar el test a una muestra de personas.
7. Elaborar las normas de interpretación de las puntuaciones
El último paso a tener en cuenta a la hora de desarrollar un test siguiendo las normas de la teoría clásica de los test sería la elaboración de las normas de interpretación de las puntuaciones. Para ello podemos encontrarnos con dos perspectivas a seguir en el momento en que queramos interpretar la ejecución de una persona de un cuestionario o un test: la interpretación referida a criterios o la interpretación referida a normas.
Si elegimos la interpretación referida a normas debemos tener en cuenta que esto implicaría aportar previamente la información acerca del desempeño o la ejecución del test haciendo una comparación con la distribución de puntuaciones de un grupo de referencia o de una muestra normativa.
En cambio, si eligiéramos una interpretación referida al criterio, se analizaría la ejecución de una persona en relación con los criterios o los estándares que se hubieran establecido previamente en cuanto a la ejecución de ese test o cuestionario.