Una de las técnicas proyectivas más populares es el test de la casa, ideal para los más pequeños aunque aplicable en adultos. Esta prueba consiste básicamente en pedirle al evaluado que dibuje una casa e interpretar su dibujo.
A continuación veremos a fondo en qué consiste el test de la casa, qué elementos son aquellos en los que se debe poner especial atención y qué pueden revelar sobre la personalidad del sujeto evaluado.
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¿Qué es el test de la casa?
En la actualidad, existen en psicología muchas maneras distintas de evaluar y analizar la personalidad. El motivo de ello es que la personalidad, también entendida como temperamento, siempre ha despertado el interés de los psicólogos tanto a nivel descriptivo como predictivo. Conociendo la personalidad de alguien se le puede entender mejor, comprendiendo de qué manera podría enfrentarse a según qué situaciones y cómo iría evolucionando a lo largo de su vida.
Una de las ideas más clásicas en psicología, sobre todo relacionada con el psicoanálisis y enfoques psicodinámicos, es la de que se puede analizar la personalidad de un individuo por medio de interpretar lo que hiciera. Entre estos actos interpretables están los dibujos e imágenes que pudiera realizar, siendo la característica principal de los tests proyectivos.
Entre los tests proyectivos principales tenemos el test de la casa, una técnica cuyo objetivo es descubrir cuál es la personalidad del sujeto evaluado a partir de cómo dibuja una casa.
Cómo aplicar esta técnica proyectiva
El test de la casa es una de las técnicas proyectivas más conocidas. Se trata de una técnica proyectiva gráfica, es decir, un tipo de prueba en la que al sujeto evaluado se le da una consigna escrita o verbal para que emita una respuesta de tipo gráfico, en este caso se le pide que dibuje una casa. En base a esto, podemos afirmar que el test de la casa se encuentra en el mismo cajón que otras pruebas del mismo estilo, como el test de la familia o el test del dibujo del árbol, en las que también se pide hacer dibujos.
Dada su naturaleza gráfica, esta herramienta suele ser aplicada con niños puesto que les permite responder de una forma más amena, atractiva y apta para su edad en comparación con otras pruebas de evaluación de la personalidad que requieren de un grado de comprensión lectora alto o mucha concentración. No obstante, el test de la casa no es una herramienta exclusivamente aplicada con infantes, siendo posible aplicarla con adultos para conocer detalles de su personalidad.
El procedimiento de administración del test de la casa es muy sencillo, constando principalmente de cuatro pasos.
1. Indicación de la consigna a realizar
El primer paso consiste en decirle al sujeto la consigna que debe realizar, esto es, se le dice que tiene que dibujar una casa en el folio de papel que se le habrá entregado.
Esa es la única pista que se le da. No se le indica de qué tamaño debe hacer la casa, si tiene que tener puertas, ventanas, un jardín… nada de eso le será indicado. La idea es que al no darle detalle alguno el sujeto se sienta lo más motivado posible para dibujar la casa que a él más le plazca, expresando así partes de su personalidad con total libertad.
2. Observación
Mientras el sujeto evaluado está dibujando su casa el terapeuta debe observarle. Se debe fijar en si está tachando partes de la casa o si se está centrando demasiado en un área particular de su dibujo. También es importante fijarse si el sujeto está mostrando algún signo de estrés o incomodidad mientras está dibujando.
3. Realización de preguntas
Una vez la persona evaluada ha terminado de dibujar la casa se le debe preguntar acerca la misma para poder recabar la máxima información posible acerca de lo que ha dibujado.
Algunas de estas preguntas son “¿Esta casa está habitada o deshabitada?”, “¿quienes viven aquí?”, “¿es una casa cómoda?” y demás preguntas de por el estilo. Cualquier dato que nos otorgue el evaluado acerca su casa ideal o prototípica puede ayudarnos a la hora de interpretar el dibujo posteriormente.
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4. Interpretación
El último paso consiste en interpretar el dibujo teniendo en cuenta los elementos de la misma.
Interpretación del test de la casa
Ahora que entendemos en qué consiste el test de la casa y cómo debe ser administrado a nuestro evaluado toca ver cómo se interpreta. Hay que entender, antes de todo, que al tratarse de un test proyectivo su interpretación es más bien libre, pero sí que los elementos representados en la casa pueden indicar ciertas características en la personalidad del individuo que nos permiten comprenderlo más a fondo. Entre estos elementos los principales son los siguientes.
1. La puerta
Primero nos fijaremos en la puerta, un elemento con gran simbolismo al ser la entrada al hogar y, en este test proyectivo, al mundo interior de nuestro paciente. Una puerta demasiado pequeña puede reflejar timidez extrema o una gran necesidad de protegerse de todo lo que le rodea. En cambio, una puerta de grandes dimensiones es un síntoma de extraversión y, en su versión extrema, gran dependencia en las relaciones sociales.
En caso de que haya dibujado la puerta abierta puede significar que está dispuesto a comunicarse son problema y expresar abiertamente sus emociones, mientras que una puerta cerrada, especialmente si hay cerraduras, puede significar una gran necesidad de proteger su intimidad. Las puertas extremadamente cerradas son indicativo de un gran miedo a que se conozca su forma de ser, miedo a ser juzgado al revelar su personalidad.
2. Las ventanas
Las ventanas son los elementos de una casa que sirven para ver qué sucede en el exterior. En la misma línea que con su funcionalidad real, las ventanas se pueden interpretar como el medio por donde se ve todo lo que se acontece a nuestro alrededor.
Por este motivo, si el evaluado dibuja una casa sin ventanas puede expresar cierto miedo o negación a afrontar la realidad.
En cambio, unas ventanas abiertas y grandes, por las cuales entra mucha luz, son sinónimo de una gran disposición a contactar con el exterior y conocer a otras personas. Las ventanas cerradas y pequeñas, en cambio, pueden ser un síntoma de una personalidad reservada y cauta.
3. El tejado
En el test de la casa el tejado es interpretado como un símbolo de la mente e ideas del evaluado. Un tejado muy grande en comparación con el resto del edificio puede indicar una personalidad demasiado soñadora o idealista, con poco contacto con el mundo real.
Si el tejado tiene mucho detalle, como por ejemplo tener dibujadas las tejas o los canalones, se puede interpretar como un signo de una mente muy racional o creativo, con motivación por las ideas. Si lo ha dibujado plano o con azotea podría ser una señal de que se siente oprimido o con algún problema en su núcleo familiar.
4. Dimensión y distancia de la casa
La dimensión y distancia de la casa son aspectos también a tener muy en cuenta a la hora de interpretar este test. Son varios los significados que podemos interpretar en función de estos dos aspectos.
4.1. Casa pequeña
Si nos ha dibujado la casa muy pequeña, apenas ocupando espacio en la hoja que le hemos dado, podemos interpretarlo como una muestra de introversión y pocas ganas de destacar. Una casa pequeña también puede ser indicativo de un complejo de inferioridad.
4.2. Casa grande
Una casa de gran tamaño puede verse como un signo de que el evaluado es alegre, se siente cómodo consigo mismo y tiene facilidad para querer y dejarse querer.
4.3. Casa parecida a un castillo
Especialmente en niños y niñas, es común que nos representen la casa asemejándola a un castillo. Esto puede ser indicativo de mucha imaginación aunque, si el niño es un poco mayor, que nos dibuje la casa parecida a un castillo puede ser indicativo de muchas ganas de escapar de su realidad.
4.4. Casa alejada
En caso de que el sujeto evaluado haya dibujado la casa detrás de un largo camino, alejada en el horizonte, puede ser indicativo de que se siente nostálgico por algo de su pasado, que echa de menos los buenos tiempos.
9. Otros elementos a tener en consideración
Por último, mencionaremos algunos elementos que no siempre son detallados en los dibujos pero que nos pueden dar mucha información añadida sobre cómo es su personalidad o acerca algún aspecto de su pasado.
9.1. El jardín
Haber dibujado un jardín suele ser una buena señal. Si lo ha dibujado alrededor de la casa se puede interpretar como que posee buenas capacidades de expresión e imaginación. No obstante, en caso de que el jardín esté rodeado por muros o vallas que no permiten verlo puede ser un síntoma de agresividad e inseguridad, miedo de ser herido por los demás y necesidad de estar contenido.
9.2. Los árboles
Los árboles son indicativo de expresión de abundancia y disposición a formar parte de la sociedad, a estar integrado.
9.3. El camino
El camino se debe analizar de forma similar a cómo se hace con la puerta y las ventanas. Los caminos se dibujan de múltiples formas, según cómo nos sentimos en relación al mundo exterior. Puede ser recto, con piedras, en forma de zigzag… y cada una de estas formas puede tener un significado distinto. Por ejemplo, recto puede indicar obertura y ser directo, mientras que las bifurcaciones se pueden interpretar como que quien ha hecho el dibujo se siente confundido o no sabe expresarse claramente.
9.4. Animales y sol
Los animales indican que el evaluado posee un buen soporte social, siendo una proyección de la red social de apoyo del individuo. La presencia de un sol es, de acuerdo con algunos expertos en este test proyectivo, una representación de la figura de apego del niño o niña que, si además tiene cara y sonríe, indica una buena relación con esta figura.
9.5. Cables de teléfono y antenas
Como elementos extra podemos encontrar cables de teléfono y antenas, los cuales no son para nada comunes en los dibujos de los más pequeños. Estos elementos son más propios de dibujos realizados por adultos, especialmente aquellos que tienen una personalidad obsesiva y perfeccionista, demasiado enfocada en los detalles y que siempre tiene la sensación de que se deja algo en el tintero, sintiendo ansiedad por ello.
Resumen
El test de la casa nos puede ser de gran ayuda especialmente con niños y niñas, puesto que por su edad administrarles un cuestionario de personalidad como el 16PF o el MMPI puede ser un tanto complicado. Son pruebas que pueden ser demasiado pesadas para los más pequeños, resultándoles difícil entender los enunciados. Por ello, la idea de administrar el test de la casa es la de que nos ayuda a discernir un poco las características de personalidad del sujeto evaluado partiendo un poco de la idea de que “una imagen vale más que mil palabras”.
Ahora, no debemos olvidar que se trata de una técnica proyectiva, un tipo de técnica que ha sido objeto de crítica en la psicología moderna por ser demasiado generales. Como hemos comentado, la interpretación de estas técnicas es muy libre. Interpretar el dibujo que haya hecho el sujeto evaluado, sea un niño o un adulto, no es una prueba fiable de cómo es realmente su personalidad, sino más bien nos da unas directrices generales de cómo podría ser.
Entendido esto, el test de la casa se debe utilizar como una técnica complementaria a otras para el análisis y comprensión de la personalidad del sujeto evaluado. Las técnicas proyectivas no se suelen aplicar de manera aislada en la actualidad, puesto que su fiabilidad es demasiado baja como para poder usarlos de forma exclusiva. Son técnicas buenas para revelar pensamientos y elementos de difícil acceso sobre la personalidad de algunos pacientes, pero se debe ser siempre consciente de que existe un amplio margen de error e interpretabilidad.