El deterioro cognitivo por esclerosis múltiple está presente en un 40 a 65% de las personas aquejadas de esta enfermedad y afecta a funciones como la memoria, el lenguaje o las funciones ejecutivas.
Veamos con más detalle en qué consiste esta enfermedad y el deterioro cognitivo que provoca.
¿Qué es y cómo se produce la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple es una enfermedad del sistema nervioso central, autoinmune y crónica. Es uno de los trastornos neurológicos más comunes entre la población de 20 y 30 años.
Esta enfermedad afecta a la mielina o materia blanca del cerebro (sustancia que rodea y aísla los nervios) y de la médula espinal, provocando la aparición de placas escleróticas que deterioran el normal funcionamiento de esas fibras nerviosas.
La anomalía inmunológica que produce la esclerosis múltiple se manifiesta en síntomas como: fatiga, falta de equilibrio, dolor, alteraciones visuales y cognitivas, dificultades en el habla, temblores, etc. Además, en ocasiones se produce un deterioro cognitivo que afecta a funciones cognitivas como la memoria, el lenguaje o las funciones ejecutivas.
La etiología de la enfermedad es compleja y se relaciona con distintos factores genéticos y medioambientales, como la infección por el virus Epstein-Barr, el tabaco, el déficit de vitamina D o la luz ultravioleta.
Tipos de esclerosis múltiple
El curso de la esclerosis múltiple no se puede pronosticar, y el deterioro cognitivo que provoca puede variar de un individuo a otro y en función del fenotipo de la enfermedad.
En la actualidad se han descrito los siguientes fenotipos de esclerosis múltiple:
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Síndrome neurológico aislado: afecta, por lo general, a individuos jóvenes de entre 20 y 40 años. Se trata del primer evento clínico neurológico sugestivo de esclerosis múltiple, con una duración de 24 horas. Puede presentar una recuperación parcial o total, y se corresponde con una única lesión en la sustancia blanca del cerebro.
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Esclerosis múltiple remitente-recidivante: es la forma más frecuente en el diagnóstico de esclerosis. Este fenotipo se caracteriza por presentar brotes intercalados con fases de remisión, aunque su incidencia disminuye durante la enfermedad. Debido a que los pacientes no se recuperan completamente, estos episodios suelen generar un aumento acumulado de discapacidad.
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Esclerosis múltiple secundaria progresiva (EMRR): este fenotipo es el que implica un mayor grado de discapacidad. Se produce en aproximadamente una cuarta parte de los pacientes con esclerosis en nuestro país, y presentan un deterioro neurológico lento, con o sin brotes. Se estima que la mitad de los pacientes con este fenotipo suele evolucionar a este fenotipo.
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Esclerosis múltiple primaria progresiva (EMPP): los pacientes que presentan este fenotipo de esclerosis múltiple, presentan períodos de estabilidad ocasional, con mejorías pasajeras poco significativas, sin desarrollar brotes.
Déficits cognitivos en la esclerosis múltiple
El deterioro cognitivo en los pacientes con esclerosis múltiple supone un gran impacto para estas personas en las actividades de la vida diaria. A continuación se detallan cuáles son los principales dominios cognitivos afectados en esta enfermedad.
1. Memoria
La memoria se ve afectada en un 40 a 65% de pacientes. El principal déficit se observa en los procesos de adquisición, codificación y aprendizaje de la información, que se manifiesta, por ejemplo, a la hora de recordar nombres, conversaciones o argumentos de libros.
Los pacientes necesitan de un mayor número de ensayos y repeticiones para aprender, aunque una vez que han aprendido una pieza de información, el desempeño en tareas de recuerdo y reconocimiento es similar a la de los sujetos sanos.
2. Atención y velocidad de procesamiento de información
Estas funciones cognitivas se ven afectadas en un 20 a 25% de pacientes con esclerosis múltiple. Se encuentran alteradas prácticamente desde el inicio e indican un deterioro cognitivo incipiente.
Los pacientes presentan problemas para mantener y manipular información en pruebas de memoria de trabajo, así como en tareas que requieren cierta velocidad de procesamiento.
También muestran dificultades para seguir una conversación, una lectura o una película, además de para procesar la información que acaban de ver, cuando la actividad ya ha cambiado.
3. Funciones ejecutivas
Las funciones ejecutivas se encuentran alteradas en 15 a 20% de pacientes. Esta alteración se manifiesta en tareas que requieren razonamiento abstracto, planificación, solución de problemas o flexibilidad cognitiva.
En el día a día, los pacientes presentan dificultades cuando necesitan planificar detalles de un viaje, gestionar recursos o llevar una agenda, por ejemplo. También tienen muchos problemas para anticipar acontecimientos y cambiar de estrategia para dar soluciones.
4. Lenguaje
Entre un 20 y un 25% de pacientes ve alterado su lenguaje en la esclerosis múltiple. La principal dificultad se observa en la fluencia verbal, la capacidad de producir un habla espontánea fluida. Esta alteración también influye en la afectación de la memoria de evocación, de las funciones ejecutivas y la velocidad de procesamiento.
A pesar de que el lenguaje se ve afectado, las afasias no suelen ser demasiado frecuentes en esta enfermedad.
5. Funciones visuo-espaciales
Las funciones visuo-espaciales, encargadas de representar, analizar y manipular objetos mentalmente, se ven afectadas en un 10 a 20% de pacientes con esclerosis múltiple. El paciente presenta dificultades para reconocer objetos, como por ejemplo rostros, y para realizar tareas de relación e integración visual y procesar formas.
También se observan complicaciones en el cálculo espacial (percepción de profundidad), que puede causar problemas para conducir vehículos, debido a la alteración en la percepción de distancias.
Tratamiento del deterioro cognitivo en la esclerosis múltiple
El tratamiento no farmacológico habitual en enfermos de esclerosis múltiple suele incluir la rehabilitación cognitiva, una intervención diseñada para mejorar las funciones cognitivas, con el objetivo de mejorar la funcionalidad del paciente.
Según los estudios científicos, este tipo de intervención cognitiva aporta beneficios a los pacientes, con mejoras en dominios cognitivos como la memoria y en la calidad de vida general de las personas afectadas.
No obstante, no se pueden hacer conclusiones definitivas sobre los efectos de la rehabilitación cognitiva en el estado de ánimo y la calidad de vida de los pacientes, debido a que se han utilizado diferentes técnicas de rehabilitación, ha habido falta de sensibilidad en las medidas empleadas para valorar resultados y se han empleado muestras pequeñas.
Respecto al tratamiento farmacológico, diversos estudios con fármacos estimulantes como la amantadina, la l-anfetamina o el modafinilo, no han mostrado aún datos concluyentes respecto a su eficacia, a pesar de que se han utilizado en este tipo de enfermedades.
Los fármacos empleados en la enfermedad de Alzheimer, como los inhibidores de la colinesterasa, el donezepilo, la rivastigmina o la memantina, tampoco han demostrado eficacia concluyente.
Prevención en la esclerosis múltiple: la reserva cognitiva
La reserva cognitiva es la capacidad que tiene nuestro cerebro de compensar el deterioro relacionado con el envejecimiento o el declive cognitivo fruto de la enfermedad. Esta capacidad viene determinada, en gran medida, por la actividad cerebral mantenida previamente, los conocimientos adquiridos y los buenos o malos hábitos adoptados.
Investigaciones recientes han constatado que la reserva cognitiva en la esclerosis múltiple constituye un factor de protección del deterioro neurocognitivo a largo plazo. Ésta podría modular la gravedad de los síntomas del deterioro, modificando la expresión clínica de la propia enfermedad.
Practicar diariamente actividades estimulantes que impliquen cierto esfuerzo cognitivo, como pueden ser la lectura, el ejercicio físico o la práctica de juegos intelectuales, parece incrementar esta reserva cognitiva que puede ayudar a los pacientes de esclerosis múltiple a prevenir futuros declives.
Referencias bibliográficas:
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Castro P, Aranguren A, Arteche E, Otano M. Deterioro cognitivo en la esclerosis múltiple. An Sis Sanit Navar 2002; 25: 167-78.
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Olascoaga J. Calidad de vida en la esclerosis múltiple. Rev Neurol 2010; 51: 279-88.
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